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Parana » El Once Digital
Fecha: 04/07/2025 19:30
La campaña agrícola 2024/25 cerró con cifras destacadas para el cultivo de soja. Según informó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la producción total alcanzó los 50,3 millones de toneladas, el mayor volumen desde la campaña 2018/19. Aunque la suba frente al ciclo anterior fue leve—con solo 100.000 toneladas adicionales—el contraste con los años de sequía extrema resulta significativo: en ese entonces, la producción había caído por debajo de las 23 millones de toneladas. La superficie sembrada se ubicó en 17,3 millones de hectáreas, la más extensa de los últimos nueve años. El rendimiento promedio nacional fue de 29,7 quintales por hectárea, lo que consolidó el repunte del cultivo tras una etapa crítica para el agro argentino. Récord en la cosecha de soja 2024/25. Zonas líderes y rendimiento por regiones Las regiones núcleo norte y sur mantuvieron su liderazgo habitual en materia de productividad, favorecidas por un otoño con buenas condiciones de humedad y temperaturas moderadas. El Centro-Norte de Córdoba se destacó con rendimientos que superaron los 33 qq/Ha en muchos lotes, ubicándose entre las zonas más productivas del país. En el oeste bonaerense y norte de La Pampa, la soja de primera promedió 31,5 qq/Ha, mientras que la de segunda alcanzó los 24,6 qq/Ha, con registros por debajo del promedio nacional. La soja alcanzó su mejor marca en seis años. Maíz y sorgo: evolución dispar La cosecha de maíz con destino a grano comercial mostraba, al 2 de julio, un avance del 61,7% del área estimada, con un rendimiento promedio nacional de 75,7 qq/Ha. No obstante, el Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la Bolsa porteña remarcó diferencias significativas entre regiones: en el norte agrícola, los rindes apenas superaron los 42 qq/Ha, mientras que en Córdoba los lotes tardíos alcanzaron los 79 qq/Ha. En tanto, el sorgo granífero mostró un progreso del 73,9% del área nacional, con un rinde promedio de 36,7 qq/Ha. En Chaco los rendimientos fueron bajos (25 qq/Ha), pero el Centro-Norte cordobés compensó con promedios por encima de los 53 qq/Ha, sosteniendo la proyección nacional de 3 millones de toneladas. Cosecha de maíz. Advertencia sobre la próxima campaña: las retenciones A pesar del escenario productivo positivo, el horizonte inmediato se presenta complejo. Tras el fin de la rebaja temporal de los Derechos de Exportación (DEX), que caducó el 30 de junio, la soja volvió a tributar el 33%. Un informe técnico de CREA alertó que, con los precios actuales y el esquema fiscal vigente, el cultivo de soja resulta económicamente inviable en el 80% de la superficie agrícola argentina. Ariel Angeli, del área de Investigación y Desarrollo de CREA, expuso ante legisladores del Espacio Legislativo Interpartidario del Agro que “los DEX distorsionan los precios relativos y promueven menor producción agrícola. En el largo plazo, deterioran la sostenibilidad de las empresas, las cadenas de valor y la economía argentina”. Según el reporte, si se eliminaran los DEX, la soja de primera volvería a ser rentable en casi todo el país. En cambio, bajo las condiciones actuales, los márgenes económicos se ven comprometidos, afectando incluso a otros cultivos como el maíz (con retenciones del 12%) y el doble cultivo trigo/soja de segunda, que presenta un 87% de inviabilidad productiva. Claves para sostener la competitividad Frente a este contexto de costos crecientes y márgenes ajustados, la inversión en biotecnología y genética avanzada aparece como un recurso estratégico. En este sentido, la empresa DONMARIO, líder en semillas de soja, anunció su 28° Jornada de Actualización Técnica (JAT), que se realizará el 16 de julio en Rosario. Allí se presentarán nuevas variedades con alto potencial de rendimiento y tecnologías adaptadas a la problemática del productor, como la resistencia a malezas difíciles. Patricio Munilla, gerente de Marca de DONMARIO, aseguró: “Hoy Estados Unidos o Brasil nos sacan 500 kilos por hectárea de promedio. Tenemos mucho margen de mejora si adoptamos tecnología de punta y logramos un entorno que acompañe”. El experto subrayó que el desarrollo de variedades se basa en una selección rigurosa: más de 300.000 líneas son evaluadas anualmente, de las cuales solo unas pocas llegan al mercado. “Hay años de investigación y mucho esfuerzo para que cada variedad llegue al productor”, concluyó. Munilla también remarcó que la propiedad intelectual sigue siendo una deuda pendiente en Argentina. Para que la biotecnología florezca, consideró clave un marco legal previsible que incentive la inversión y el desarrollo de nuevas tecnologías para el agro argentino.
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