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Fecha: 03/07/2025 13:21
Según la Bolsa de Comercio de Rosario, los productores ya comprometieron 25,2 millones de toneladas de soja, lo que representa el 48% de la oferta doméstica. El exfuncionario Néstor Roulet analizó el fenómeno y afirmó que, pese a la baja temporal de retenciones, “el productor hizo lo de siempre: vendió lo justo para pagar y guardó el resto como moneda de cambio”. El mercado de soja 2024/25 avanza con un ritmo de ventas que responde más a la lógica financiera del productor que a los estímulos fiscales del Gobierno. Así lo muestra un informe reciente de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que revela que sobre una oferta total de 52,5 millones de toneladas, ya hay 25,2 millones comprometidas (el 48%) y 19,2 millones con precio firme. Esto significa que el productor argentino —fiel a su comportamiento histórico— utilizó una parte del grano para cubrir deudas, afrontar costos indirectos de campaña y hacer frente al contexto inflacionario. El resto, unos 22 millones de toneladas aún disponibles para vender, se guarda estratégicamente a la espera de mejores condiciones o necesidades financieras. Roulet: “El grano es su bien de cambio” El exsecretario de Agregado de Valor Agroindustrial, Néstor Roulet, se hizo eco del informe en su cuenta de X (ex Twitter), y planteó una lectura política y estructural del fenómeno: “El productor hizo lo de siempre a pesar del apriete del Gobierno (al bajar las retenciones en forma temporal), vendió el 50% para pagar costos indirectos y deudas de campaña. El otro 50% lo hará en la medida que lo necesite. Esto demuestra que usa al grano como bien de cambio”. La afirmación cobra sentido si se observa el dato de que 28 millones de toneladas aún no tienen precio fijado, lo que representa el 53% de la oferta total, con un valor potencial de 7.663 millones de dólares (según precios FAS). El productor opta por retener mercadería como activo dolarizado, en un contexto donde la inflación, la volatilidad del tipo de cambio y las expectativas de política económica siguen condicionando decisiones. Estrategia racional frente a la incertidumbre El análisis de la BCR destaca que, en comparación con promedios históricos, hay una leve retraso en la fijación de precios (6 puntos porcentuales menos que el promedio). Aun así, el ritmo de compromisos no está desacoplado del comportamiento habitual. En la práctica, el productor argentino resiste incentivos fiscales parciales —como la baja temporal de retenciones— y prefiere mantener el grano en su poder como resguardo de valor y herramienta de negociación. Esta estrategia responde a la falta de crédito accesible, la carga impositiva y la incertidumbre cambiaria. El grano como caja de ahorro La soja vuelve a cumplir su papel histórico como “caja de ahorro” del campo. Ni los estímulos coyunturales ni los cambios en derechos de exportación lograron modificar esa conducta profundamente arraigada en la lógica económica del agro argentino. El mensaje del sector es claro: el grano no se liquida por presión, sino por necesidad.
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