03/07/2025 02:36
03/07/2025 02:36
03/07/2025 02:35
03/07/2025 02:35
03/07/2025 02:34
03/07/2025 02:34
03/07/2025 02:34
03/07/2025 02:33
03/07/2025 02:33
03/07/2025 02:33
» Misionesopina
Fecha: 02/07/2025 16:05
El reciente caso trágico en Villa Devoto, donde cuatro adultos y una niña fallecieron por inhalación de monóxido de carbono, vuelve a resaltar la importancia de mantener una adecuada ventilación en los hogares. Este gas letal, conocido como el “asesino silencioso”, no se ve, no se huele y no provoca dolor, pero es extremadamente peligroso, especialmente durante el invierno. El peligro del monóxido de carbono Este gas inodoro, incoloro y no irritante se origina por la combustión incompleta de materiales carbonados como los que se utilizan en estufas, calefones, braseros, fogatas interiores y vehículos. Una vez liberado al aire, el monóxido de carbono reemplaza al oxígeno en la sangre, lo que puede llevar a la asfixia. El especialista en toxicología, Francisco Dadic, explica que «el monóxido de carbono tiene una afinidad por la hemoglobina 250 veces superior al oxígeno, lo que le permite desplazarlo en la sangre, lo que puede causar desde síntomas leves hasta la muerte». Este gas es responsable de un aumento de intoxicaciones cada año con la llegada del frío, particularmente cuando las personas encienden artefactos de calefacción que no han sido revisados o que no están correctamente ventilados. En Argentina, según datos del Ministerio de Salud, se han registrado 444 casos de intoxicación por monóxido de carbono, un 75% más que la mediana de los últimos cinco años. Síntomas de intoxicación y grupos de riesgo Los síntomas de intoxicación por monóxido de carbono pueden variar dependiendo de la cantidad de gas inhalado y el tiempo de exposición. Entre los más comunes están los dolores de cabeza, vómitos, fatiga, confusión y en los casos más graves, insuficiencia respiratoria, paro cardíaco e incluso la muerte. Además, el gas puede causar efectos crónicos con exposiciones repetidas, como dolores de cabeza continuos, somnolencia diurna, trastornos psicológicos y otros problemas de salud. La doctora Stella Maris Cuevas, experta en otorrinolaringología, señala que «el riesgo de intoxicación es mayor en personas con anosmia, que no pueden detectar los síntomas». También advierte que los grupos más vulnerables incluyen a niños, personas mayores, mujeres embarazadas y aquellos con enfermedades respiratorias o cardíacas. Prevención y tratamiento El tratamiento inmediato para la intoxicación por monóxido de carbono es administrar oxígeno al paciente lo antes posible. En algunos casos graves, se requiere el uso de una cámara hiperbárica para acelerar la eliminación del gas del cuerpo. Sin embargo, la mejor forma de evitar intoxicaciones es la prevención. Los expertos recomiendan: Realizar una revisión anual de todos los artefactos de gas y calefacción. No bloquear las rejillas de ventilación. Verificar que la llama de los artefactos sea de color azul. Si es amarilla o roja, indica combustión incompleta. No usar el horno o las hornallas para calefaccionar. Instalar detectores de monóxido de carbono en el hogar. Mantener 10 a 15 centímetros de ventana abierta, incluso en invierno. Errores comunes que ponen en peligro la vida Encender artefactos sin revisión: Muchos dispositivos de gas pueden tener fugas invisibles o provocar una combustión deficiente si no son revisados por un gasista matriculado. Bloquear rejillas de ventilación: Aunque el frío es incómodo, es crucial no bloquear las rejillas de ventilación, ya que permiten la renovación de aire y la salida de gases tóxicos. Ignorar el color de la llama: Si la llama es amarilla, roja o naranja, la combustión está siendo incompleta, lo que puede liberar monóxido de carbono. Usar el horno para calefacción: Esta práctica es extremadamente peligrosa ya que los hornos no están diseñados para funcionar de esta manera, lo que aumenta el riesgo de intoxicación. Recomendaciones finales Ante cualquier sospecha de intoxicación, es vital actuar rápidamente: ventilar el área, retirar a las personas del lugar y acudir a emergencias. «La prevención es la clave», concluye el doctor Ramiro Heredia. Además, recalca la importancia de mantener ventilación en los espacios cerrados, lo cual no solo previene la intoxicación por monóxido de carbono, sino también infecciones respiratorias, comunes en invierno.
Ver noticia original