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» Corrienteshoy
Fecha: 02/07/2025 10:12
Laura Ferrero sobre su antología de historias de desamor: "No incluí a Shakira porque es demasiado obvio, me interesa más Taylor Swift..." En esta conversación íntima, Laura habla sin eufemismos sobre el dolor, la maternidad, las trampas del amor romántico y la escritura como forma de comprender lo que no tiene explicación. "Hay historias que quité porque con los ojos de hoy eran simplemente inasumibles" Ocho años después, ¿qué te motivó a recuperar este libro? Muchos lectores me lo pedían, porque la edición anterior estaba descatalogada. Hablé con Alfaguara y coincidimos en que valía la pena reabrirlo, pero no como simple reedición. El resultado es un libro distinto: muchas historias se han eliminado, otras se han reescrito y todo ha sido repensado desde el presente. He cambiado yo, ha cambiado el mundo y ha cambiado la mirada. ¿Qué tipo de cambios hiciste? Un 40 por ciento del contenido desapareció. No todo lo que sabía podía contarse. Algunas historias, como la de Picasso, las quité porque no me aportaban nada nuevo; otras, porque con los ojos de hoy eran simplemente inasumibles. Leí El amante de Marguerite Duras a los 13 años, me pareció bellísimo. Hoy lo leo y me pregunto: ¿dónde estaba la madre de esa niña enamorada de un hombre que le dobla la edad? Lo que antes parecía romántico, hoy lo vemos con otra luz. La perspectiva de género, sin duda. Totalmente. No se trata de cancelar nada. No digo que esos libros estén mal. Pero me interesa saber por qué los leí como los leí entonces, qué parte de mí los interpretaba así, y cómo esa lectura ha cambiado. Reescribir ha sido casi una exploración personal. ¿Qué papel tuvo tu compañero de viaje en este libro, Marc Pallarès? Marc es amigo y artista. Las ilustraciones no son un complemento; son otra lectura del texto. A veces él veía cosas que yo no había visto. Me pasaba un dibujo y yo pensaba: "Claro, esto también está aquí". Es un libro hecho a cuatro manos, aunque desde lenguajes distintos. Su mirada es poética y aguda. Las ilustraciones no ilustran literalmente; amplían. "Es que el desamor duele de verdad. Duele el cuerpo, se encoge el estómago" ¿Qué tiene el desamor que se vuelve tan fértil? Es que el desamor duele de verdad. Duele el cuerpo, se encoge el estómago. No es una metáfora. Lo decía Helen Fisher: la abstinencia de amor es parecida a la de la cocaína. El desamor físico existe. Y como todo lo que duele, busca un sentido. Y ese sentido a veces aparece en forma de obra. ¿Y qué diferencia una ruptura cualquiera de una historia con valor literario? La relación entre biografía y creación. Por ejemplo, Nora Ephron fue engañada por su marido, se divorcia, y escribe Se acabó el pastel. Eso es narrar desde la herida. Me interesa cuando hay un eco artístico claro. En otros casos, la historia está ahí, pero no genera una obra visible. Aquí buscaba la resonancia. ¿Por qué no incluiste a Shakira, por ejemplo? Porque me parecía demasiado obvio. Sus diez canciones van sobre lo mismo. Todo bien con eso, pero a mí me interesa más la sugerencia. Taylor Swift, por ejemplo, deja pistas, deja huellas. Adele también. Me atrae más lo que no se dice directamente. El arte, como la vida, tiene zonas oscuras. También aparece la historia de Sofía Coppola y Spike Jonze. Dos películas como cartas cruzadas. Es una de mis favoritas. Coppola hace Lost in Translation, se separan, y diez años después Jonze responde con Her. En ambas películas hay planos casi idénticos. Son dos personas que no pudieron hablarse bien, pero pudieron filmarse. Es bellísimo. Y doloroso. "Antes el amor romántico era el centro de mi vida. Ahora me interesa más el amor incondicional" ¿Cómo ha cambiado tu idea del amor? Mucho. Antes el amor romántico era el centro de mi vida. Ahora me interesa más el amor incondicional. La maternidad me ha cambiado. Tener una hija te muestra un tipo de amor que no se parece a nada. Ni a la pasión, ni al deseo, ni al enamoramiento. Es otra cosa. Más profunda, más real. ¿Eso te ha vuelto escéptica con las parejas? No escéptica, pero sí más terrenal. Las comedias románticas nos hicieron mucho daño. Pretty Woman, por ejemplo, era una fantasía de redención que hoy cuesta mirar. Ya no creo en los príncipes salvadores. Creo en vínculos. En cuidar y ser cuidada. En alguien que venga a buscarte sin que se lo pidas. Eso me recuerda tu columna viral: El amor es que vengan a buscarte. Esa columna nació un día que fui a recoger a mi hija a la guardería. Al verme, se echó a llorar como si todo lo que le había dolido durante el día se deshiciera en ese momento. Entendí que el amor es eso: saber que alguien vendrá. Que no estás sola. Que vendrán a por ti, aunque no lo hayas pedido. ¿Hay historias que te costó dejar fuera? Sí, muchas. La de Picasso, por ejemplo. Pero no quería blanquear el abuso en nombre de la genialidad. Ya no nos vale eso de "la quería, pero la maltrataba". Lo escuché demasiadas veces. También me costó excluir algunas porque no tenían suficiente anclaje real. No quiero hacer daño, ni suponer. Hay que contar desde lo que se puede comprobar o sentir con honestidad. ¿Tienes una historia favorita del libro? Quizás la de Sophie Calle. Me parece moderna, lúcida. Ella convierte un abandono en una performance colectiva: envía el mensaje de ruptura que recibió ("cuídese") a 107 mujeres y les pide que lo interpreten. Es fascinante. Transforma el desamor en arte, en algo colectivo. No busca venganza. Busca entender. ¿Y si tuvieras que añadir más historias? Me interesaría explorar La belleza del marido de Anne Carson. Nunca supe del todo qué había detrás, pero estoy segura de que hay un desencadenante biográfico. También Oscuridad total, de Renata Adler. Otra novela nacida de un engaño, o eso creo. A veces la ficción dice más de lo que parece. Seguir leyendo Fuente: https://www.telva.com/cultura/2025/07/02/686511ca01a2f1972d8b4584.html
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