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Gualeguaychu » El Dia
Fecha: 29/06/2025 00:24
La malnutrición en Gualeguaychú dejó de ser un problema exclusivo de la falta de alimentos. En la actualidad, el exceso calórico y la escasez de nutrientes esenciales son cada vez más comunes, incluso en la infancia. Diego Caballero, nutricionista del CAPS Cuchilla y María Chichizola, del CAPS Juan Baggio alertaron sobre una tendencia que va en aumento: niños con obesidad, adolescentes con prediabetes y adultos con enfermedades asociadas al consumo de alimentos ultraprocesados y pobres en valor nutricional. Frente a este panorama, desde el territorio se impulsan talleres, charlas y algunos programas que apuntan a revertir esta realidad, en un contexto social donde comer bien no siempre es una opción accesible. “Hoy en poblaciones vulnerables, donde los recursos están muy limitados, tenés como principal problema la malnutrición, la obesidad y el sobrepeso”, introdujo Caballero y compartió su preocupación: “Cada vez vemos más chicos en esta situación. Hoy en día se encuentran casos de niños de 6 años que pesan 70 kilos. Después, empiezan a venir todas las enfermedades relacionadas, como la diabetes, la hipertensión y las dislipemias (colesterol y triglicéridos elevados), entre otras”. Asimismo, destacó que en muchas familias se entrecruzan otros factores: “Una persona con obesidad que no accede a una vivienda digna, que está desocupado o que está con un problema de consumo de sustancias, en lo último que piensa es en su alimentación, ya que tiene otras necesidades primarias”. Puede interesarte Las mismas problemáticas observó Chichizola: “Se habla de malnutrición por falta de nutrientes y exceso de calorías vacías. Muchas personas se alimentan a base de arroz, fideos, polenta y todo lo que son preparaciones de olla. Estas comidas tienen carbohidratos, pero les falta proteínas”. Y agregó: “Son varios factores por los cuales los grupos familiares se alimentan de esta manera. Uno de ellos es el costo: en el nivel socioeconómico y la situación en la que cada vez más personas caen por debajo de la línea de pobreza, lo que vale cada alimento influye. Los valores de las proteínas son mucho más altos que los de los carbohidratos. Es el caso del huevo, la carne y los lácteos, que se han vuelto mucho menos accesibles. Otro factor son los hábitos: hay costumbres que se pasan de generación en generación. Si papá y mamá no comen verduras, el hijo no lo hará, más allá de la situación económica. El último punto importante es el frío: es difícil añadir una lechuga o un tomate a la comida en estos días de tan bajas temperaturas”. En sintonía, Caballero destacó que lo que buscan las familias es “llenar la panza”, para lo cual consumen los alimentos más económicos, que sacian el apetito, pero que no aportan nada al cuerpo: “Es frecuente ver que la delgadez no está asociada a las personas en situaciones vulnerables, sino al sobrepeso. Este tema es igual de importante que la desnutrición: no por la obesidad en sí, sino por todo lo que acarrea”. Las recomendaciones de los profesionales se basan en la incorporación de alimentos que reemplacen las proteínas de la carne, a la cual resulta difícil acceder. El huevo o las legumbres (como las lentejas, que adicionalmente poseen hierro) son opciones válidas. Según Caballero, en muchos casos, “con ese objetivo de que la carne esté en el plato, muchos terminan consumiendo hamburguesas, medallones y productos procesados con altos contenidos de grasa, azúcar y sodio”. Ambos nutricionistas afirmaron que la mayor cantidad de pacientes llega por derivación médica y resaltaron la importancia de controlar la alimentación con un profesional, para no llegar al extremo de la consulta por síntomas. Puede interesarte Aunque se ven algunas mejoras en cuanto a los conocimientos que las personas tienen de los alimentos, según los profesionales es necesario seguir generando conciencia. En el caso del CAPS Cuchilla, se promueven programas como “Cocineritos”, que lleva adelante Caballero, en el cual brindan educación alimentaria a niños: “También acompañamos con ciertos módulos de alimentos, los ‘saludables’, para aquellos que están en una situación de vulnerabilidad y sabemos que esos productos faltan en esos hogares”. En el CAPS Juan Baggio tienen diferentes programas, ya que depende de la provincia de Entre Ríos. En palabras de Chichizola: “Uno de ellos es ‘Proteger’, que trabaja con pacientes crónicos (por ejemplo, con diabetes) atendidos por profesionales especializados (nutricionistas, oftalmólogos y cardiólogos). Otro es el ‘Sumar’, que en este momento está suspendido, y el materno-infantil, donde se entrega leche a los bebés menores de dos años y a embarazadas”. La nutrición es un pilar fundamental para una sociedad más saludable. Es vital que los niños crezcan con una alimentación adecuada, que les permita desarrollarse plenamente, así como también que los adultos sean conscientes de lo que comen y lo que dan de comer. Sólo a través de una mayor educación y al acceso a productos nutritivos se podrá romper el ciclo de malnutrición y prevenir enfermedades crónicas desde una edad temprana.
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