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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 29/06/2025 04:41
El 30 de junio termina la rebaja temporaria de las retenciones a la soja, el principal producto de exportación de la Argentina Bajar las retenciones a la exportación de granos en el pico de la cosecha gruesa trajo para el Gobierno un costo fiscal que parece ser pequeño frente a lo que implica la decisión de volver a subirlas en el caso de la soja y el maíz. El decreto que excluyó esos dos cultivos de la baja de alícuotas, y las prorrogó solamente para el trigo y la cebada, ya generó el malhumor del sector agropecuario, justo antes de la Exposición Rural de Palermo. Pero también puede impactar en el terreno cambiario, justo antes de las elecciones. ¿Cuánto costó bajar las retenciones en el trimestre que está terminando? Según una estimación del consultor Javier Preciado Patiño, cerca de USD 800 millones. Eso es lo que dejó de recaudar el Gobierno para asegurarse una liquidación de divisas fuerte en el segundo trimestre, el de la cosecha gruesa. Si no hubiese reducido los aranceles, hubiese recaudado USD 3.500 millones; va a recibir cerca de USD 2.700. La soja representa el 86% de esos USD 800 millones que dejaron de ingresar. Si el Gobierno decide volver a llevar las retenciones a la soja del 26% al 33%, algo que se sabrá con certeza absoluta el 1° de julio y no antes, el productor vería erosionada gran parte de su rentabilidad. Preciado Patiño advierte que si eso ocurre “vamos a ver un agosto y septiembre con bajas ventas, con presión sobre el tipo de cambio, justo en plena campaña electoral”. El consultor estima que quedan entre 20 y 22 millones de toneladas de soja por vender y que hay bajas chances de que el movimiento del mercado permita compensar la caída de esos 7 puntos porcentuales. “La única apuesta que hoy tiene el gobierno es que la industria aceitera, en la necesidad de seguir moliendo para mantener activas sus plantas, sostenga las compras. China acaba de comprar harina de soja después de muchísimos años en la Argentina”, explicó. “Si suben las retenciones a la soja vamos a ver un agosto y septiembre con bajas ventas, con presión sobre el tipo de cambio, justo en plena campaña electoral” Javier Preciado Patiño Una suba de las retenciones impactaría también sobre los insumos y el resto de la actividad en la zona agrícola. Y sería un punto en contra de cara a la Exposición Rural de Palermo y al inicio de la campaña electoral. “Si el Gobierno sube las retenciones va a pagar un costo político importante, porque se pone en contra el voto rural en Córdoba, de Santa Fe, Entre Ríos y el interior de Buenos Aires. Y necesita acumular apoyos para demostrarle a los inversores extranjeros que la situación política está bajo control”, apuntó Preciado Patiño. ¿Razones fiscales o cambiarias? El analista David Miazzo explicó que hay dos terrenos para explicar la decisión oficial de subir las retenciones: el fiscal y el cambiario. Y en tren de analizar las urgencias del Gobierno, destaca que hubiera sido más razonable que se bajen los derechos de exportación para incentivar la liquidación ahora, cuando el segundo trimestre está concluyendo, que cuando empezaba, tal como se hizo. “En términos fiscales, la recaudación que resignaría el Gobierno por mantener bajas las retenciones de soja y maíz equivale a un 0,1% del PBI. Y en los primeros 5 meses del año, el superávit ya alcanzó el 0,3%. Por eso, desde lo fiscal, el Gobierno se puede permitir mantener las retenciones bajas”, explicó Miazzo. “Si el Gobierno puede permitirse seguir con las retenciones bajas desde lo fiscal, ¿por qué se va a arriesgar a meter ruido en lo cambiario?“ David Miazzo En su visión, si las retenciones vuelven a subir en julio el productor recibirá un 10% menos por cada tonelada de soja. Y su reacción, esperable, va a ser la de vender lo indispensable “por uno o dos meses”. Con sus granos en el silobolsa, como tantas otras veces, el productor va a esperar que suba un poco el dólar o bien que haya otra rebaja en las retenciones. “Si se genera esa expectativa en el mercado, justo antes de las elecciones, el piso del dólar que hoy está en el centro de la banda puede cambiar”, dice Miazzo. Y a la vez se pregunta: “Si el Gobierno puede permitirse seguir con las retenciones bajas desde lo fiscal, ¿por qué se va a arriesgar a meter ruido en lo cambiario?“. Aún cuando ya hubo críticas desde el sector agropecuario porque la soja y el maíz no fueron incluidas en el decreto, algunos analistas siguen conservando la esperanza de que en la madrugada del martes 1° de julio el gobierno sancione la prórroga. Alegan que la reducción para el trigo y la cebada sancionada el viernes ya había sido adelantada por el Gobierno y que para asegurarse el ingreso de dólares por la soja y el maíz, no van a desperdiciar ni un solo día. No descartan una sorpresa. Si ese fuera el escenario, escuchar los reproches del campo habrá valido la pena para el Gobierno. Preciado Patiño estimó que los ingresos registrados para exportar en junio van a superar los USD 5.300 millones. En mayo, el complejo sojero había liquidado USD 3.054 millones, según declaró CIARA, la cámara del sector. Como los exportadores tienen 15 días hábiles para liquidar, parte de esos USD 5.300 millones registrados en junio derramarán en julio. Aunque haya quejas, los dólares ya entraron.
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