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» Data Chaco
Fecha: 28/06/2025 20:50
Por Mónica Persoglia. En la mayoría de las veces, un hecho desagradable o trágico da pie a tratar de ver las causas que provocaron el hecho, ya sea dentro o fuera de una institución, cambiar situaciones que no eran correctas, que estaban ocultas, pero da la oportunidad de modificar, cambiar o mejorar conductas o instituciones. Tal es el caso de lo ocurrido con la fuga de cuatro niñas de un hogar. Es de suponer que estarían alojadas allí por situaciones sensibles a su existencia, no se conoce si funcionan como hogares o albergues, es decir, brindándoles un lugar donde vivir. Quizás quienes están a cargo sean personas que hayan pasado por la selección de recursos humanos del ministerio en competencia, o si son empleados públicos trasladados. En los hospitales hay médicos, enfermeros, auxiliares y cocineros, es decir, con roles específicos capacitados a atender pacientes. En los casos de los hogares albergues ¿tienen la capacitación y/o preparación para esas personitas? En un libro sagrado dice "no sólo de pan vive el hombre, si no del espíritu". Es decir, los niños y las personas necesitan alimentarse de valores, de las artes, y hay muchas personas anónimas que quizás lo estén haciendo y, si no, lo podrían hacer. Desear donar parte de su tiempo tanto para transmitir un arte, como predicar la Palabra de Dios. Claro, esto exigiría una convocatoria y una planificación para poder organizar los días, las horas del día y los días de óseos. Contaremos una breve historia… por los años 80, Mabel se fugó de un hogar de un pueblo del interior del Chaco, tendría unos 15 años. Aterida de frío caminaba a la vera de la ruta, un camionero la invitó a subir, le colocó su campera sobre los hombros y le dio algo caliente de beber. Con él viajó un tiempo en la que Mabel confundió su protección en afecto. Ella tuvo que quedarse en otro pueblo y, sin saberlo, creyendo que el saciar el hambre y el frío eran manifestaciones de amor, enamorándose y prostituyéndose. Lo último que se supo de ella es que tuvo tres niños, dos de ellos los dejó en un hogar, porque el último estaba prendido a su pecho todavía. Tratemos de que estas historias no se repitan. Enhorabuena que ahora tienen la oportunidad de mejorar y de premiar a aquellos espacios en que moran esos niños.
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