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Parana » NSA
Fecha: 26/06/2025 19:20
Cristian Albeiro, experto en IA aplicada y transformación digital, reclama más inversión en capacitación continua y marcos éticos sólidos para afrontar los desafíos de la nueva economía digital. Un hombre profesional se dirige a una audiencia en un auditorio, ofreciendo una charla sobre los avances en tecnología e inteligencia artificial. En un momento de aceleración global de la inteligencia artificial (IA), la automatización y el big data, la discusión sobre el papel del talento humano en la transformación digital adquiere una relevancia estratégica. Cristian Albeiro Carmona Hernández, consultor internacional especializado en IA aplicada y transformación digital, con más de una década de experiencia en España y América Latina, insiste en que la clave de esta revolución tecnológica no reside únicamente en la adopción de herramientas avanzadas, sino en la formación y el desarrollo de los profesionales que las gestionan. “Muchas empresas están cometiendo el error de pensar que la inteligencia artificial puede reemplazar la toma de decisiones humanas de forma automática y segura”, apunta el experto. Según su diagnóstico, el verdadero diferenciador competitivo será la capacidad de las organizaciones para combinar tecnología avanzada con talento humano altamente cualificado. La importancia de no quedarse atrás En esta línea, subraya la importancia de invertir en programas de formación continua, habilitar entornos de experimentación interna y fomentar una cultura de aprendizaje permanente. “La velocidad de cambio es tan alta que lo que hoy dominamos puede quedar obsoleto en meses. Las empresas que no inviertan en la actualización constante de sus equipos se quedarán rezagadas”, añade. Metodologías colaborativas como Scrum o design thinking —explica— permiten integrar los conocimientos técnicos con las necesidades estratégicas de negocio, derribando los compartimentos estancos tradicionales. El contexto europeo respalda su preocupación. Tras la reciente entrada en vigor del Reglamento de Inteligencia Artificial de la UE (AI Act), la presión sobre las empresas para garantizar el uso ético, seguro y transparente de estas tecnologías es mayor que nunca. España, por su parte, ha actualizado su estrategia nacional bajo el Plan España Digital 2026, que amplía los objetivos de formación digital a más de 300.000 especialistas y refuerza la apuesta por el desarrollo de competencias digitales en todos los niveles educativos y laborales. Inversión récord en tecnología A nivel económico, el sector TIC español mantiene un crecimiento sostenido, representando ya más del 4% del PIB, con una facturación que supera los 125.000 millones de euros, más de 36.000 empresas activas y cerca de 780.000 empleos directos, según los últimos datos de Invest in Spain. En paralelo, 2024 cerró con una inversión récord de 3.050 millones de euros en tecnología, consolidando a España como uno de los polos tecnológicos emergentes de Europa. La inteligencia artificial complementa el trabajo humano. “Hemos visto recientemente en varios países europeos como sistemas automatizados mal supervisados han reproducido sesgos discriminatorios en procesos de selección, concesión de créditos o valoración de riesgos”, apunta Cristian Albeiro Carmona Hernández. Por ello, insiste en la necesidad de que las compañías adopten comités éticos multidisciplinares, fortalezcan la ciberseguridad y establezcan auditorías permanentes de sus modelos algorítmicos. Su filosofía tiene también aplicaciones prácticas. Un ejemplo destacado es su participación en el desarrollo teórico del paddock inteligente, un proyecto en el ámbito del automovilismo de alta competición, donde la combinación de sensores IoT, IA y analítica avanzada de datos permite optimizar decisiones estratégicas en tiempo real. “Este modelo demuestra que, incluso en entornos de alta presión, la tecnología puede ser un gran aliado, siempre que esté guiada por equipos humanos bien preparados”, afirma. La importancia del talento humano Lejos de concebir la transformación digital como un objetivo alcanzable en un único hito, Carmona insiste en su naturaleza dinámica. “La transformación digital no es sustituir personas por máquinas, sino empoderar a los profesionales, darles mejores herramientas, permitirles aportar más valor y prepararlos para gestionar los dilemas éticos que inevitablemente surgirán.” En un escenario donde la IA y la automatización están reconfigurando industrias completas, el mensaje de Cristian Albeiro Carmona Hernández resulta especialmente pertinente: el verdadero éxito de la revolución digital no lo determinarán los algoritmos, sino el talento humano capacitado, ético y permanentemente actualizado.
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