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» El Ciudadano
Fecha: 24/06/2025 16:16
La oficina de Derechos Humanos de la ONU acusó este martes a Israel de usar alimentos como «arma» en la Franja de Gaza y de asesinar a más de 410 palestinos que buscaban ayuda humanitaria instrumentada por la polémica organización privada «Fundación Humanitaria de Gaza (GHF)». Y denunció otras 93 víctimas fatales de los disparos de soldados israelíes sobre población civil que intentaba acceder a la escasa ayuda distribuida por la propia Naciones Unidas. «La gente desesperada y hambrienta en Gaza sigue enfrentándose a la opción inhumana de morir de hambre o arriesgarse a ser asesinados mientras intentan conseguir comida», alegó el portavoz de la oficina, Thameen Al-Kheetan, en Ginebra. El funcionario se refirió así a la serie de ataques mortales de soldados israelíes cerca de los puntos de distribución de GHF y de la ONU. Un posible «crimen de guerra», dijo, que debe ser investigado. Disparos contra hambrientos Israel «deber dejar de disparar a las personas que intentan conseguir comida, y permitir la entrada de alimentos y ayuda humanitaria respetando el derecho internacional», agregó Al-Kheetan. El portavoz subrayó que los asesinatos en estas circunstancias tienen que ser investigados de manera imparcial. Mencionó la posibilidad de que los casos sean presentados ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el tribunal de la ONU con sede en La Haya. El alimento mortal Al-Kheetan condenó la «instrumentalización» de alimentos para los civiles en Gaza, usándolos como si fueran un «arma» en el contexto de una crisis humanitaria agravada y el riesgo de hambre extrema. Es la declaración más contundente de la ONU hasta ahora sobre el nuevo modelo de distribución de ayuda humanitaria de Israel en Gaza. Ese esquema controvertido tiene como protagonista a la organización privada de Estados Unidos GHF, a cargo de «administrar» la ayuda. Un crimen de guerra «La instrumentalización de alimentos contra civiles, además de restringir o impedir el acceso a servicios esenciales para la supervivencia, constituye un crimen de guerra y, en ciertas circunstancias, puede equivaler a elementos de otros crímenes de derecho internacional», insistió Al-Kheetan. Las cifras publicadas por la agencia de la ONU se asemejan a las publicadas por el Ministerio de Salud de Gaza, controlado por el grupo Hamas. Según el balance del Ministerio publicado este lunes, 467 palestinos murieron en casos relacionados con la entrega de ayuda humanitaria. Otros 3.600 resultaron heridos en las mismas circunstancias. «Abominable» El jefe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, calificó el nuevo mecanismo de entrega de ayuda en Gaza de «abominación» y «trampa mortal». Una organización privada opaca La ONU y varias ONG humanitarias se niegan a trabajar con la GHF, organización de financiamiento opaco respaldada por Washington e Israel, debido a reiteradas denuncias sobre sus métodos y su declamada neutralidad. El lunes, varias organizaciones defensoras de los derechos humanos pidieron a la GHF que cese sus operaciones. Y deslizaron fuertes sospechas sobre posible complicidad de esa organización con «crímenes de guerra». Israel impuso a principios de marzo un bloqueo humanitario al territorio que provocó gravísimas carencias de alimentos, medicinas y otros bienes esenciales. El bloqueo solo fue parcialmente aliviado a finales de mayo. Sin comentarios El gobierno israelí no hizo comentarios iniciales sobre la acusación de la ONU, pero defendió su nuevo sistema de distribución de alimentos en Gaza en otras ocasiones. También negó las acusaciones similares de violaciones de los derechos humanos por parte de organismos bilaterales e independientes. Desde Delaware, con un ex marine que renunció como director Jake Wood, inicial director ejecutivo de GHF, es un ex marine estadounidense cofundador de la agencia de ayuda en casos de desastre Team Rubicon. GHF se registró en febrero de 2025 en Delaware y nunca publicó información sobre sus fuentes de financiación. La organización está anotada también en Ginebra, Suiza. Según la agencia de noticias Reuters, trabaja con los operadores privados de seguridad y logística UG Solutions y Safe Reach Solutions. Su plan de ayuda privatizado es similar a otros anteriores del Ejército israelí y contrasta con los modelos de la ONU y otras agencias internacionales, que involucran cientos de puntos de distribución más pequeños en toda la Franja. En junio pasado, Boston Consulting Group (BCG) rescindió su contrato con GHF, que ayudó a crear en coordinación con Israel y fue responsable de fijar los precios para los contratistas. BCG dijo que el trabajo se hizo «pro bono» (voluntario y sin fines de lucro), pero The Washington Post informó que presentó facturas de más de un millón de dólares al mes. Renuncia del director El 25 de mayo de 2025, Wood anunció que renunciaba a GHF. Fue tras un ataque aéreo israelí que causó la muerte de decenas de palestinos refugiados en una escuela. El ex marine explicó que era imposible cumplir con los objetivos de la fundación mientras «se adhiere estrictamente a los principios humanitarios de neutralidad, imparcialidad e independencia, que no abandonaré».
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