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Usuhahia » Diario Prensa
Fecha: 24/06/2025 03:30
Salud. Es una enfermedad oncológica que afecta a la sangre. Produce síntomas como fatiga, infecciones frecuentes o moretones. Si bien el diagnóstico puede generar miedo, hay cura. El Dr. José María Ulises Ferro, especialista en Hematología, explica con claridad de qué se trata. Dr. especialista en Hematología (enfermedades de la sangre), José María Ferro. En Ushuaia, quienes enfrentan enfermedades hematológicas encuentran atención especializada en el doctor José Ferro, un profesional ampliamente reconocido por su formación actualizada y su calidad humana. Su trato cercano y afable genera un vínculo de confianza esencial en la relación médico-paciente. Entrevistado por Diario Prensa Libre, el especialista explica el ABC de la leucemia, un tipo de cáncer de la sangre que suele asustar cuando se la diagnostica pero que tiene chance de cura. Diario Prensa: Comencemos por entender cómo se forman las células de la sangre. Dr. Ferro: Todas las células de la sangre (glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas) se originan de una célula común llamada célula madre o stem cell (en ingles) hemopoyética. Las leucemias agudas se clasifican en leucemias mieloides (derivan de los precursores de los neutrófilos, que son los glóbulos blancos o leucocitos mas frecuentes en sangre), o leucemias linfoides (derivan de los precursores de los linfocitos, células encargadas de la respuesta inmune). Estas habitan la mayor parte del tiempo en la médula ósea que es donde van a originar las células sanguíneas, y la médula ósea, a su vez, se ubica en los huesos planos como los huesos de la pelvis, las costillas o el esternón. Este lugar sería como la fabrica de las células sanguíneas. D.P.L.: ¿Cómo se desarrolla la enfermedad? Dr. Ferro: Cuando ocurre una alteración en el crecimiento de las células en su proceso de diferenciación (mutación) esta se puede convertir en una célula leucémica o anómala, indiferenciada, que característicamente detiene su crecimiento en determinado punto de su maduración e inicia un crecimiento descontrolado. Entonces, esta fábrica comienza a ocuparse de producir células sin función alguna que impiden el desarrollo de las células útiles que se desarrollan en este lugar. Como consecuencia de esta usurpación de espacio, comienzan a disminuir las células normales de la sangre y comienzan a ser reemplazadas por estas células leucémicas. D.P.L.: ¿Cuáles son los síntomas más comunes de la enfermedad?. Dr. Ferro: Están presentes los síntomas de la anemia, es decir la disminución de glóbulos rojos, como son la sensación de debilidad, cansancio, fatiga. Y también síntomas debido a la disminución de los glóbulos blancos, que se encargan de protegernos de los agentes infecciosos como bacterias, parásitos, hongos y virus. Esto produce susceptibilidad a infecciones de distinta severidad. También se suelen presentar problemas de sangrado por disminución de las plaquetas, las cuales se encargan de la coagulación, es decir, de formar los coágulos cuando se lesiona un vaso sanguíneo en algún tejido del organismo. El descenso de plaquetas se vincula con signos de sangrado (lesiones purpúricas en la piel, sangrado por encías, hematomas fáciles, aumento de la perdida menstrual sin causa clara, etc). D.P.L.: ¿Hay predisposición a tener esta enfermedad?. Dr. Ferro: La exposición a radiaciones o algunos químicos, puede producir que ocurra la transformación (mutación) de célula normal a leucémica, pero realmente la mayor cantidad de estos eventos ocurre por mutaciones de Novo, eso significa que no encontramos ningún predisponente directo. Existen algunas enfermedades hematológicas crónicas o congénitas que secundariamente pueden desarrollar una leucemia aguda. Pero no es una enfermedad contagiosa, o transmisible por herencia en forma directa. Así se ven las células de la leucemia, bajo el microscopio. D.P.L.: ¿Cómo se diagnostica?. Dr. Ferro: El diagnóstico se realiza por evaluación de datos de laboratorio de los cuales el más importante es el hemograma. Y por estudios que se realizan con una punción de médula ósea (se realiza punzando con anestesia la cresta iliaca o el esternón) para identificar el tipo de leucemia y las alteraciones cromosómicas (genéticas) que confieren distintos pronósticos. D.P.L.: ¿En qué consiste el tratamiento?. Dr. Ferro: En cuanto a la forma de enfrentarnos a esta enfermedad, debemos recurrir a tratamientos con quimioterapia. Estos tratamientos apuntan a destruir las células malignas, pero también eliminan temporalmente parte de las células normales, por eso los pacientes deben estar en ambientes aislados que los protejan de las infecciones y deben transfundirse con glóbulos rojos o plaquetas hasta que la médula ósea del paciente empiece a funcionar normalmente. Las células leucémicas, al reproducirse de forma más acelerada, son más susceptibles a la quimioterapia y permite que sobrevivan preferentemente las células normales las cuales serán encargadas de reiniciar el proceso de recuperación. Estos tratamientos son distintos de acuerdo a la variante de enfermedad a las que nos enfrentamos, pero el principio de tratamiento es el mismo. El tratamiento con quimioterapia lleva varios meses. Además de la quimioterapia, en algunos pacientes se puede realizar un trasplante alogénico o autólogo de progenitores hemopoyéticos de médula ósea. El mismo consta de realizar una quimioterapia más agresiva para acabar con las células leucémicas, pero también destruye a las células normales en forma permanente. Luego se infunden las células de un donante (preferentemente hermanos) o las propias normales recogidas («cosechadas») previamente, que son las que van a reconstituir nuestra fábrica de células sanguíneas. El trasplante de médula ósea se indica en situaciones de riesgo de recaer de la enfermedad o después de tratar una recaída, como forma de consolidación post quimioterapia. En términos generales, el pronóstico es mejor en los niños y los adolescentes que en los adultos. Los pacientes deben ser controlados durante muchos años después del tratamiento para pesquisar recaídas o problemas vinculados con el tratamiento a largo plazo. El Dr. José María Ferro forma parte del staff profesional de la Clínica San Jorge, en Ushuaia.
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