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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 24/06/2025 08:46
Identificar las causas de la ansiedad en perros es clave para aplicar estrategias que mejoren su bienestar (Imagen Ilustrativa Infobae) Losperros, al igual que las personas, pueden experimentar episodios de ansiedad ante situaciones cotidianas. Estas manifestaciones pueden ir desde conductas sutiles hasta comportamientos destructivos o agresivos. Expertos en comportamiento veterinario explican que la base de cualquier abordaje para calmar a un perro ansioso es entender el origen de su ansiedad, observarlo detenidamente y aplicar estrategias combinadas, que incluyan intervenciones conductuales, ayudas complementarias y, en ciertos casos, medicación recetada. 1. Revisión veterinaria como primer paso Ante signos de ansiedad prolongada o cambios repentinos de conducta, la primera recomendación de los especialistas es programar una consulta veterinaria. Rachel Malamed, médica veterinaria especializada en medicina conductual, explicó en su sitio Behavior Dogtor que, aunque muchas veces el origen del problema es conductual, el dolor o alguna enfermedad pueden estar detrás del nerviosismo. Si un perro deja de comer, se muestra más irritable o retraído, podría estar sufriendo malestar físico que derive en ansiedad. Por eso, los expertos insisten en descartar causas médicas antes de abordar el comportamiento. Los expertos recomiendan ejercicios específicos para ayudar a un perro ansioso a reducir su nivel de estrés y ansiedad (Imagen ilustrativa Infobae) 2. Interpretar el lenguaje corporal Uno de los aspectos clave en el manejo de la ansiedad canina es la correcta interpretación del lenguaje corporal. Orejas hacia atrás, cola baja, cuerpo encogido, jadeo excesivo, lamido de labios, inquietud o sobreexcitación son señales que podrían indicar ansiedad. Valli Parthasarathy, veterinaria conductista, en diálogo con Mental Floss advierte sobre la importancia de detectar estos signos a tiempo para evitar que evolucionen en respuestas defensivas como gruñidos, intentos de mordida o lanzamientos. 3. Reconocer el efecto anticipatorio Es común que un perro manifieste ansiedad antes de enfrentarse al estímulo que la provoca, lo que se conoce como efecto anticipatorio. Por ejemplo, algunos perros comienzan a inquietarse en cuanto perciben señales previas a una tormenta o a la salida del dueño. Parthasarathy sugiere retirar al perro del entorno estresante en esos primeros momentos y reforzar conductas de calma, lo que ayuda a formar asociaciones positivas antes de que la ansiedad se intensifique. Es importante anticiparse a los momentos estresantes que pueda atravesar nuestra mascota (Imagen Ilustrativa Infobae) 4. Evitar la técnica de “inundación” Exponer al perro de manera repetida y directa al estímulo que le genera miedo, con la idea de que se acostumbrará, es una práctica conocida como inundación, desaconsejada por los expertos. Janice Triptow, entrenadora canina, advierte -también en entrevista con Mental Floss- que este método puede intensificar el miedo y aumentar la sensibilidad del animal frente al detonante, lo que agrava el problema. 5. Desensibilización y contracondicionamiento Como alternativa a la inundación, los especialistas proponen un enfoque gradual mediante contracondicionamiento y desensibilización. Consiste en exponer al perro al estímulo que le genera ansiedad en niveles muy bajos, insuficientes para desencadenar miedo, y asociarlo con experiencias positivas, como premios o juegos. En perros temerosos de otros canes, por ejemplo, se puede iniciar el proceso acostumbrándolos al arnés en casa, luego al entorno exterior, y finalmente a la presencia lejana de otros perros, siempre reforzando con recompensas. 6. Mejorar la experiencia en la clínica veterinaria El miedo al veterinario es frecuente en perros ansiosos. Para mitigar este temor, se recomienda hacer visitas cortas y positivas a la clínica, incluso sin necesidad de tratamiento, para asociar el lugar con experiencias agradables. Además, en casa es útil practicar manipulaciones comunes de consulta, como revisar orejas, boca o patas, para reducir el estrés durante las visitas médicas. 7. Ejercicio mental diario Además de la actividad física, los perros ansiosos se benefician especialmente del ejercicio mental. Juegos de olfato, juguetes interactivos o comederos que implican desafíos ayudan a fomentar la concentración y una sensación de control. Parthasarathy subraya que estas actividades, especialmente durante momentos de soledad, pueden disminuir la ansiedad y prevenir conductas no deseadas. 8. Productos complementarios para el bienestar Diversos productos de apoyo pueden contribuir al bienestar emocional, como el chaleco ThunderShirt, difusores de feromonas sintéticas o máquinas de ruido blanco. También existen complementos nutricionales como melatonina o triptófano. Los veterinarios advierten que es fundamental consultar antes de utilizar ayudas de venta libre, ya que su calidad y eficacia pueden variar considerablemente. 9. Reforzar lo positivo, nunca castigar El uso de castigos o métodos aversivos —como collares de descarga o espráis— puede aumentar el miedo y deteriorar la relación con el dueño. Los expertos recomiendan aplicar refuerzo positivo para promover comportamientos deseables, estableciendo límites claros mediante recompensas y consistencia en la comunicación. 10. Considerar medicación en casos severos Cuando la ansiedad es intensa o persistente, y los estímulos estresantes no pueden evitarse, la medicación prescrita por un veterinario puede ser una herramienta útil. Se utilizan desde fármacos de uso diario, similares a antidepresivos, hasta ansiolíticos situacionales. Su objetivo es mejorar la calidad de vida del animal y permitir que las demás estrategias tengan mayor efectividad, sin sustituir el entrenamiento ni el acompañamiento profesional. Los especialistas coinciden en la importancia de un abordaje integral, adaptado a cada caso particular. Con observación constante, paciencia y guía profesional, los perros ansiosos pueden recuperar el equilibrio y llevar una vida más tranquila junto a sus familias.
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