19/06/2025 12:57
19/06/2025 12:56
19/06/2025 12:56
19/06/2025 12:56
19/06/2025 12:56
19/06/2025 12:56
19/06/2025 12:55
19/06/2025 12:55
19/06/2025 12:55
19/06/2025 12:55
» Diario Cordoba
Fecha: 19/06/2025 08:05
Acabo de volver a releer en el Ave las reflexiones de Byung- Chul Han sobre la sociedad de la aceleración, esa que vivimos y por la que apenas salimos de un evento o nos adentramos en una vivencia ya nos encontramos requeridos por otros reclamos. Y más que enterarnos por el calendario nos damos cuenta a través de cómo van cambiando los escaparates o la publicidad. ¿Que no les suena el nombre de Byung - Chul Han? Pues es producto de lo mismo. Entre tanto acontecer laboral –festivo- mediático y sobresalto político han pasado algo desapercibidos los premios Princesa de Asturias. Y uno de ellos, el de Humanidades, ha sido para él «por su brillantez a la hora de interpretar los retos de la sociedad tecnológica actual». Lo hace en pequeños libros de unas cien páginas, a través de textos cortos, neologismos y multitud de citas que requieren avanzar despacio pero que es difícil no conecten en algún momento con la propia reflexión del lector. Tras el siempre intenso mes de mayo quien lo lea podrá adentrarse en sus consideraciones sobre la fiesta como un tiempo sublime desterrado por el aceleracionismo y la sociedad del rendimiento o cómo las enfermedades neuronales , el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), el trastorno límite de la personalidad (TLP) o el síndrome de desgaste laboral (burnout) definen el panorama patológico de este comienzo de siglo. Él es también quien ha popularizado los conceptos de sociedad del rendimiento, del cansancio y del aburrimiento, entre otros muchos. A quienes nos movemos en el ámbito de la comunicación los mundos de Byung- Chul Han nos son inmediatamente cercanos, porque es difícil no haber entrado en contacto con ellos a través de la información cotidiana. En realidad habla al lector de cosas que éste ya sabe porque alguna vez se habrá sentido viviendo en el «enjambre» digital, en el «dataísmo» , la sociedad porno, la de la transparencia, la que no se enfrenta al sufrimiento ... o usado conceptos como la democracia «líquida», el síndrome del quemado o la explotación de la libertad a través de la cultura del rendimiento y la hipertecnificación de las relaciones personales. Aunque también hay que decir que es frecuentemente criticado, especialmente desde los ámbitos filosóficos, arguyendo superficialidad y falta de solidez en sus planteamientos. Para los amantes del cine hay también otra manera de acercarse a la personalidad de Chul Han : a través de la que siempre cita como su película favorita. Cielo sobre Berlín, con la que Wim Wenders obtuvo el premio a la mejor dirección en Cannes (1987). En ella dos ángeles observan el discurrir vital de los humanos en el Berlín de postguerra. Es un film calificado tanto de pretencioso y aburrido como de obra singular, sugerente y culta. Pues bien, su coguionista es el Nobel de Literatura Peter Handke (2019), a cuyo pensamiento suele rendir homenaje el surcoreano en los principios o finales de sus libros. Hay una gran interconexión entre ambos. Y en el tren leo que, según ellos, en la sociedad de la aceleración la vida gana velocidad pero pierde duración, añadiendo que nada desaparece al instante y que según su duración se transforma en lo que llaman la fragancia del tiempo. Como ejemplo ponen que hay velocidad en la vivencia de un paisaje por el pasajero de un Ave, pero no duración. Quedará poca fragancia de lo vivido. Lo malo es que aplicar esto en caso de una avería de horas en un descampado puede llegar a ser desasosegante. Más velocidad en la solución y menos duración en la vivencia mejoraría un nuevo parámetro: la calidad de la fragancia. *Periodista
Ver noticia original