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» Diario Cordoba
Fecha: 15/06/2025 10:06
“Este Gobierno va a caer solo”. La frase es de un veterano senador del PP, pero es una idea que repiten de distintas maneras varios altos cargos del partido estos últimos días para justificar la decisión de Alberto Núñez Feijóo de no correr para intentar tumbar a Pedro Sánchez con una moción de censura. La dimisión de Santos Cerdán, número tres del PSOE, por presunta corrupción ha llevado al principal partido de la oposición a un estado de euforia que quieren que culmine el primer fin de semana en el congreso interno del que Feijóo saldrá reelegido presidente del PP y candidato a las próximas elecciones generales. Los populares exigen a Pedro Sánchez que las convoque ya, pero él les recuerda que tocan en 2027. “Ese fin de semana de julio nosotros estaremos mejorando nuestro partido en el congreso en Madrid mientras que Sánchez estará intentando poner parches para sustituir a Cerdán en un comité federal en Sevilla”, comparó este viernes un presidente autonómico en privado. Este barón da por hecho que el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE “va a cortar todas las cabezas que considere necesario” y “entregar todo lo que le pidan sus socios” para poder seguir en la Moncloa, pero "acabará cayendo porque va a haber más imputaciones y llegarán los procesamientos". “Si les dio la amnistía, pues ahora lo que le pidan. Pero que aguante, que aguante, que cada día hunde más su barco”, explica descartando la moción y dando por hecho que el PSOE irá perdiendo el apoyo del votante de centro. La relación con los nacionalistas El jueves, apenas dos horas después de conocerse el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sobre Cerdán y los presuntos amaños en los contratos de obra pública, Feijóo descartó en los pasillos del Congreso la opción de presentar una moción de censura. No quiere descolgar el teléfono y pedir los apoyos de Junts, partido con el que ha llegado a algún entendimiento en iniciativas económicas estos últimos meses, y con quien enviados del político gallego se llegaron a reunir en 2023 para explorar la posibilidad de que apoyase su investidura tras las generales. Los siete escaños del partido de Carles Puigdemont serían trascendentales para que, sumados con los de Vox y los del PP, la moción prosperara y Sánchez pudiera caer. Sin embargo, varios barones consultados coinciden en descartar intentar esa opción -que Junts tampoco ve en estos momentos- porque el PP pasaría a ser la “nueva víctima” de las exigencias de Puigdemont. Con el PNV, la relación es muy tirante, como se volvió a ver este viernes, cuando Miguel Tellado, portavoz del PP en el Congreso, llamó "lacayo" y "encubridor" de la corrupción al partido vasco, presidido por Aitor Esteban. Hace cinco meses tildó a sus altos cargos de "miserables". Desde una comunidad con presidenta autonómica se apunta que, “queda tanto por salir” sobre la supuesta trama de corrupción en la que están implicados Cerdán y el exministro José Luis Ábalos, que “Sánchez tendrá que convertirse en tirano para agarrarse al poder”, un escenario que beneficiaría, según esta fuente, a Feijóo para tener una llegada más holgada a la Moncloa mediante las urnas, no con una moción de censura. La presión de Abascal Vox está presionando cada día para que Feijóo dé el paso y utilice esa herramienta parlametaria que ya hizo caer al Gobierno de Mariano Rajoy en 2018 tras una sentencia sobre la primera etapa de la ‘trama Gürtel’. Santiago Abascal considera que tiene que presentarla sí o sí, aunque no den los votos, justo el principal argumento que el PP blande para negarse a hacerlo. Altos cargos del partido coinciden en recordar la recomendación de Aznar de hace unos días: “Cabeza fría” Es verdad que, en el pasado, varios dirigentes lo hicieron como gesto político, para reivindicarse y les salió bien: es el caso de Felipe González (PSOE), en 1980, y Pablo Iglesias (Podemos), en 2017. Pero, en este caso, Feijóo y los suyos consideran que esa fotografía votando solos con los diputados de Vox sería contraproducente para ellos y, además, serviría para que se visualizara la mayoría, aunque sea precaria, del PSOE con sus socios. Varios presidentes coinciden en pedir "calma" para que Sánchez "se siga retratando" y tres coinciden en recordar las palabras del expresidente José María Aznar el 29 de mayo, cuando aconsejó "cabeza fría". Aznar utilizó esa expresión en una reflexión sobre su rechazo a una moción. "Hablo de la cabeza fría porque sinceramente creo que las cosas condenadas al fracaso lo que producen es más frustración", dijo. El exjefe del Ejecutivo tampoco ve a Sánchez adelantando las elecciones generales así que toca esperar, "prepararse" para esos comicios, apuntó, y mantener la "tensión vital muy alta". La manifestación del domingo pasado en el centro de Madrid, en la que participó, fue un ejemplo de momento álgido, dicen en Génova.
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