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  • Despejando dudas sobre la celiaquía con la presidente de ACELA, María Valeria Barreto

    Concordia » Despertar Entrerriano

    Fecha: 06/06/2025 10:21

    En los últimos años, la palabra “gluten” se volvió habitual en supermercados, dietéticas, redes sociales e incluso cartas de restaurantes. Sin embargo, detrás del auge de productos “sin TACC” hay una enfermedad real, crónica y muchas veces malinterpretada: la celiaquía. Para comprender esta condición desde la mirada médica y humana, hablamos con María Valeria Barreto, presidenta de la Asociación Celíaca Argentina (ACELA) en Concordia, y enfermera universitaria. En esta entrevista, Barreto repasa los principales aspectos clínicos, económicos y sociales que rodean a la comunidad celíaca. —¿La celiaquía es hereditaria o puede aparecer en cualquier momento de la vida? ¿Es más frecuente en alguna etapa? María Valeria Barreto: La celiaquía tiene un componente hereditario, sí. Esto significa que la predisposición genética puede transmitirse de padres a hijos. Sin embargo, tener esa predisposición no implica que la enfermedad se desarrolle sí o sí. Y si lo hace, puede aparecer en cualquier etapa de la vida. Hay niños que nacen con celiaquía y otros que la desarrollan en la adultez o incluso en la vejez. No hay una edad determinada. Lo importante es estar atentos a los síntomas y realizar los estudios cuando hay sospechas. —¿Qué alimentos están estrictamente prohibidos para una persona celíaca? Todos los que contienen trigo, avena, cebada y centeno, lo que comúnmente se conoce como TACC. Esos cereales, o cualquier producto que los contenga o haya estado en contacto con ellos, están completamente prohibidos para una persona con diagnóstico de celiaquía. La eliminación debe ser estricta y de por vida. —¿Qué tan frecuente es la confusión entre celiaquía, intolerancia al gluten y dieta sin gluten por moda? Más frecuente de lo que parece. Lo primero que hay que aclarar es que la celiaquía es una enfermedad autoinmune, mientras que las intolerancias no lo son. En la celiaquía no se puede consumir absolutamente nada que contenga TACC. En cambio, una persona con intolerancia puede probar ciertos alimentos, dependiendo de su tolerancia. Además, la celiaquía provoca daño en el intestino delgado, cosa que las intolerancias no hacen. A esto se suma el fenómeno de las dietas sin gluten que están de moda, porque suelen generar un déficit calórico y, por ende, descenso de peso. Esto termina banalizando la condición real del celíaco, que no elige, sino que necesita cuidarse para no enfermarse. —¿Es más costoso mantener una dieta libre de gluten? ¿Por qué? Lamentablemente sí. Según datos del INDEC, en mayo de 2025 la canasta básica para un adulto no celíaco es de $350.000. Para un adulto celíaco, esa cifra puede superar los $500.000, como ya ocurría en 2024. En las góndolas se puede ver un incremento de hasta el 170% en los productos sin gluten. Aunque es cierto que cada vez hay más empresas que producen alimentos sin TACC a precios similares a los productos comunes, aún no es lo más habitual. A eso se le suma que muchas veces hay que comprar en lugares especializados, o trasladarse más para conseguir opciones seguras. —¿Qué dificultades enfrenta una persona celíaca al salir a comer fuera de casa? Muchas. Y no se trata solo de salir a comer. Es una cadena de obstáculos: desde la falta de lugares con cocinas exclusivas libres de gluten, hasta la confusión de los comerciantes que no entienden la enfermedad. Aunque la Ley Nacional N° 26.588 garantiza el acceso a productos sin TACC en espacios públicos como eventos, clubes, escuelas o centros culturales, en la práctica eso no se cumple. En Concordia, por ejemplo, hay muy pocos espacios que ofrezcan opciones seguras. Además, suele haber solo un menú básico, y muchas veces se confunde al celíaco con alguien que elige ser vegetariano, vegano o hacer dieta. Esa falta de comprensión genera angustia, frustración, y muchas veces lleva a que la persona se retraiga socialmente para evitar exponerse a esa incomodidad o al riesgo de una contaminación cruzada. —¿Hay desconocimiento o prejuicios sociales que todavía afectan a quienes conviven con esta condición? Sí, totalmente. La desinformación sigue siendo el principal obstáculo. A eso se le suman los prejuicios, los mitos, la falta de empatía. Frases como “probá un poquito que no te va a hacer nada” o “antes no había tantos celíacos” son comunes y profundamente dañinas. También pasa que cuando una persona lleva su comida en un tupper porque no hay opciones seguras, recibe miradas incómodas o preguntas inapropiadas. Todo eso genera una exclusión alimentaria muy fuerte. Porque no se trata solo de comida: se trata de sentirse parte. Nadie quiere estar permanentemente explicando por qué come distinto. La celiaquía no es una moda ni una elección: es una condición que nos obliga a cuidarnos siempre, incluso cuando el entorno no acompaña. María Valeria Barreto Presidente de Acela, enfermera universitaria y profesional dentro del área de la salud 3456260835 valebarreto30@gmail.com

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