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» Data Chaco
Fecha: 05/06/2025 19:20
El equilibrio entre maternidad y vida laboral sigue siendo una deuda pendiente en la sociedad argentina y chaqueña. Aunque se habla de equidad de género y de derechos adquiridos, lo cierto es que el día a día de miles de mujeres madres continúa marcado por la falta de apoyo institucional, la escasa implementación de políticas públicas y una cultura laboral que sigue girando en torno a un modelo de productividad y competencia. En ese contexto, la abogada, escribana y madre Belén Toffalo participó en El Garage de Data, donde compartió su visión sobre un tema profundamente humano que, sin embargo, permanece invisibilizado en la agenda pública. "La maternidad y el ámbito laboral son temas profundamente humanos, pero en la práctica son bastante invisibilizados", afirmó. La abogada señaló que, a pesar de que existen padres que cumplen y se involucran activamente en la crianza, "nos cuesta más a las mujeres", porque sobre ellas recae una doble presión: la familiar, que se traduce en cuidados y responsabilidades cotidianas, y la profesional, que impone la exigencia de mantenerse activas, competitivas y disponibles para el mercado. "Es una problemática social que están sufriendo muchas mujeres. La carga familiar y la presión profesional para pertenecer al mercado laboral nos pesan muchísimo. La realidad es que sobre las mujeres sigue recayendo la mayor parte del trabajo de cuidado", remarcó. Políticas truncas y desigualdad estructural Según Toffalo, el desamparo comienza en la letra de la ley: la licencia por maternidad en Argentina continúa siendo de apenas 90 días para el sector privado. Y si bien hubo proyectos para ampliarla, crear guarderías en los espacios laborales o fomentar lactarios, la mayoría quedó "bastante trunca". Algunas pocas empresas avanzaron con políticas propias, pero no son la regla. "Existen empresas que extienden las licencias por motu proprio, pero la mayoría sigue la fría letra de la ley. El período es corto y el desamparo sigue siendo grande", aseguró. Este panorama afecta con mayor crudeza a las mujeres en situación de mayor vulnerabilidad. "Las mujeres que están en un sector más desfavorecido, sin ayuda económica ni familiar, tienen un camino mucho más difícil. Hay muchas que crían solas a sus hijos y deben decidir entre trabajar o cuidar. Y si trabajan, gran parte de lo que ganan lo gastan en delegar esos cuidados. Ahí estamos ante un problema social", analizó. Impacto profesional y elecciones forzadas El costo profesional de la maternidad es otro eje que Toffalo no dejó pasar. Señaló que muchas mujeres experimentan una "merma" en su desempeño laboral cuando sus hijos son pequeños, lo que impacta directamente en sus ingresos, en sus oportunidades de capacitación y en su proyección profesional. "Afecta sobre todo en un período. Cuando los hijos son chicos, las madres hacemos una pausa en nuestra carrera y eso implica una disminución en el sueldo, en el tiempo de estudio y en las posibilidades. Por eso cada vez se posterga más la maternidad o hay mujeres que directamente deciden no ser madres. Y es una excelente decisión, porque también debe ser un sueño, no una obligación". Frente a ese contexto, Toffalo reivindicó la capacidad de las mujeres madres para sostener ambos mundos y destacó que lejos de restar productividad, la maternidad puede ser un motor. "La mujer madre es muy productiva. Tiene un incentivo mayor y eso se traduce en más compromiso. Muchas veces los hijos son el objetivo que las impulsa, y eso beneficia también a los espacios de trabajo", apuntó. "La mujer madre es muy productiva. Tiene un incentivo mayor y eso se traduce en más compromiso. Muchas veces los hijos son el objetivo que las impulsa, y eso beneficia también a los espacios de trabajo", apuntó la abogada. Una agenda urgente y un llamado a no rendirse ¿Qué se necesita para que maternidad y desarrollo profesional no sean caminos paralelos? La abogada propuso una serie de medidas concretas: extensión de licencias para madres y padres, creación de espacios de cuidado en los lugares de trabajo, mayor control del empleo informal y acompañamiento institucional durante el período de crianza. Además, cuestionó la persistencia de una alta tasa de padres ausentes, que eluden sus responsabilidades incluso a través del empleo en negro o maniobras legales. "Se borran totalmente. Sigue siendo altísimo ese porcentaje. No cumplen, no aportan, y las herramientas para exigirles son insuficientes. Eso agrava aún más la carga para las mujeres", denunció. Toffalo cerró su testimonio con un mensaje esperanzador para quienes enfrentan diariamente esta doble exigencia. "Lo profesional y la crianza pueden ir de la mano perfectamente. No dejen de perseguir sus sueños, sus metas. Requiere de mucha disciplina, mucha tenacidad y sí, hay obstáculos, como en todo. Pero se puede. Es posible conciliar ambos mundos". Notas Relacionadas
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