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Concepcion del Uruguay » La Calle
Fecha: 01/06/2025 17:12
Señor Director: Padua y La Fraternidad: el reloj y la ciudad, símbolo de lo que permanece En el corazón de Padua, un reloj astronómico renacido recuerda la alianza entre ciencia, tiempo y comunidad. En Concepción del Uruguay, el reloj restaurado de la Torre de La Fraternidad latió con la misma convicción: que el tiempo no es solo lo que pasa, sino lo que permanece cuando hay memoria, proyecto y fraternidad. Durante un viaje familiar por ciudades del norte de Italia, observamos que mantener en funcionamiento los antiguos relojes de torre es mucho más que una tarea técnica: es un verdadero acto de respeto por la historia y por la identidad colectiva. Un ejemplo emblemático de ello es la ciudad de Padua, en Italia. En el corazón de su histórica Plaza de los Señores, se alza la imponente Torre dell’Orologio (en español: Torre del Reloj), cuya fachada alberga una joya del ingenio medieval: el Reloj Astronómico, uno de los primeros relojes mecánicos y el más avanzado de su tiempo. Representa los movimientos del Sol, la Luna y los planetas conocidos según el modelo astronómico de Ptolomeo. Su restauración más reciente, finalizada en 2010, lo devolvió a funcionamiento como testimonio de una civilización que buscaba medir el tiempo no solo para organizar la vida cotidiana, sino para entender el universo. El reloj que hoy se puede admirar fue inaugurado en 1436 como una fiel reconstrucción del primero, dañado por un incendio. De la versión original, construida en 1344 por Jacopo Dondi, se conservaron los signos del zodíaco, reutilizados en la restauración posterior. Este reloj, verdadero símbolo del avance del conocimiento en la Edad Media, fue restaurado en múltiples ocasiones, y volvió a funcionar en junio de 2010 gracias a un meticuloso trabajo de recuperación que respetó su diseño original. Este ejemplo muestra cómo una ciudad que valora su pasado como fuente de inspiración para el presente puede mantener vivos sus símbolos más antiguos. Así como Padua honra el vínculo entre tiempo, ciencia y comunidad, también en Concepción del Uruguay, el reloj de la Torre de la Fraternidad, restaurado y vuelto a funcionar con un mecanismo satelital de avanzada, nos recordó durante un tiempo que el tiempo no es solo lo que pasa, sino lo que permanece cuando hay memoria, proyecto y fraternidad. El reloj no es solo un mecanismo. Es memoria, es presencia, es comunidad. Es lo que nos recuerda que hay un tiempo compartido, un tiempo que no es solo el de cada uno, sino el de todos. Así como Padua honra su reloj como patrimonio vivo, Concepción del Uruguay también puede hacerlo, como gesto de identidad. Porque el tiempo, cuando es compartido, construye sentido. Y los símbolos, cuando se cuidan, unen más a la comunidad. Atentamente, Familia Masramón *** Señor Director: ¿Concepción del Uruguay o depósito de autos? Le escribo como lector habitual de este diario, preocupado por una situación que me parece inaceptable y que, lamentablemente, se repite cada vez más en distintos puntos de Concepción del Uruguay. Es impresionante la cantidad de autos que permanecen estacionados de forma permanente —o directamente abandonados— en la vía pública. Esta práctica no sólo afea la ciudad, sino que además genera molestias, ocupa espacios que deberían estar disponibles para los vecinos y en algunos casos hasta representa un riesgo. El caso más llamativo, y que quiero denunciar especialmente, ocurre frente al puerto, justo donde cargan los barcos de ultramar. Allí hay un camión que lleva mucho tiempo abandonado. No es un descuido reciente: el vehículo está quieto desde hace semanas —quizás meses—, y todo indica que pertenece a una firma local que tiene su sede a escasos metros del lugar. ¿Eso les da derecho a dejarlo ahí como si fuera un estacionamiento privado? Me pregunto si las autoridades municipales están al tanto de esta situación. ¿Se puede hacer algo? ¿O acaso la ley ampara a quienes estacionan donde quieren y por el tiempo que se les antoje? Si un vecino cualquiera deja su vehículo unos minutos mal ubicado, muchas veces no tarda en recibir una multa. Pero parece que algunos tienen coronita. Sería muy bueno que desde este diario se pudiera investigar un poco más sobre este tema y, si es posible, interpelar a quienes tienen poder de decisión. Porque esta ciudad no merece convertirse en un depósito de chatarra o vehículos “durmientes” que nadie controla. Atentamente, Carlos Alberto Rivas *** Señor director: Así no va Es doloroso ver el estado de abandono de la ciudad. Calles rotas que arruinan amortiguadores de vehículos, basura, inseguridad. Eso sí, los impuestos aumentan y se actualizan constantemente, sin contrapartida. Es más o menos lo que pasó con la ciudad de Buenos Aires. El votante se cansó de la voracidad fiscal y castigó con el voto. Sería bueno que se tomara en cuenta este ejemplo y se escuchara a los que advierten que esto así, no va. Y para la conducción de la provincia, sería bueno un poco de motosierra ya que los impuestos inmobiliarios y patentes han aumentado considerablemente y la luz, es de las más caras del país. Escuchen al viento… Atentamente, María Silvia Marzinelli
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