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» Comercio y Justicia
Fecha: 03/06/2025 09:42
Por Luis Carranza Torres* y Carlos Krauth**, exclusivo para Comercio y Justicia Nos tomamos un par de semanas, antes de escribir el balance de la 49ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, a la que asistimos en primera persona. Unas pocas cifras dan la medida de la dimensión del evento: 346 stands de exhibición, a lo que debemos sumarles salas y sectores de eventos especiales, 12 salas para eventos y los 11 auditorios semiabiertos, en donde 465 expositores mostraron un universo literario en todas sus gamas y colores. De ellos y en cuanto a Córdoba, podemos destacar el stand de cultura de la provincia, a la que este año bienaventuradamente se le adjudicaron más recursos y que exhibió un diseño y una oferta de libros que fue convocante. Por el lado privado, hasta donde vimos, al tradicional stand de El Emporio del Libro, se le sumó la apuesta, por primera vez, de Mundo Lectura, que acudió como librería, sin títulos propios, pero con la propuesta de libros a ciegas que han convertido en algo distintivo de su librería: obras a buenos precios, envueltos en papel marrón, sin más datos de su identidad que un par de frases orientativas. Conocido por los cordobeses, nos consta que hizo furor en tierras porteñas. Desde una perspectiva general de la dinámica de la feria, la crónica de esta edición mezcla tanto datos alentadores como conductas preocupantes. Es que, como pocas cosas, y acaso como ninguna, los eventos culturales masivos muestran en nuestro país, a un mismo tiempo, tanto la parte luminosa como la oscura de la sociedad de nuestros días. Las vergonzosas actitudes de algunos operadores del rubro, en la ceremonia de inicio, puso de manifiesto dos cuestiones disímiles: el sectarismo que se ha extendido en personas que pretenden pasar por cultas, pero exhiben modales públicos primitivos y autoritarios. Al punto de no dejar hablar a quien piensa distinto. Un autoritarismo preocupante. Otra oscuridad es la mirada estilo parque jurásico de algunos, negacionista respecto de las nuevas tecnologías, que por supuesto, deben ser reguladas y nunca pueden emplearse en perjuicio ni del autor ni de la confianza de los lectores. Hemos hablado al respecto en esta misma columna, y separamos totalmente de este comentario todas las charlas, talleres y hasta declaraciones que no niegan el fenómeno de la IA sino que llaman a ponerle límites justos. Es como se debe afrontar la cuestión, en lugar de llamar a resistencias quijotescas en todo sentido, empezando por su divorcio de la realidad. En el campo de los números, y siempre con la relatividad de la estadística para medir fenómenos sociales, el primer muy buen dato es haber superado una marca tradicional de la convocatoria al evento: más de un millón de visitantes recorrieron los distintos pabellones de la feria, resultando un incremento del 10% en cuanto a la afluencia de público respecto del pasado año. La generalidad de los autores que asistieron se mostró conforme con las ventas, entendiendo una mejor edición que la previa. A riesgo de pecar de autoreferencial un autor de esta columna agotó ejemplares de sus dos últimas novelas en dos de los tres días de firma que tuvo. Esperamos conservarlo en el campo de la escritura jurídica. En su arranque, las Jornadas Profesionales mostraron también un gran aumento en la asistencia, de un 10% respecto de 2024, con la presencia de 14.730 profesionales del libro de más de 25 países. LA CONABIP llevó a cabo con muy buen suceso el Programa Libro %, que este año cumplió dos décadas, permitiendo a más de 900 Bibliotecas Populares de todo el país comprar libros a mitad de precio los días 9, 10 y 11 mayo. Casi al fin de la feria y como uno de sus mejores broches. Mucho de lo bueno que es culturalmente argentina, se lo debemos a la lectura y en eso las Bibliotecas Populares cumples una función central que mayormente está invisibilizada. En cuanto a la logística de distribución, si bien los envíos dentro del país crecieron en un 32% en los kilos de libros despachados a librerías de todo el territorio, la misma actividad al exterior se redujo un 40%. Por el lado internacional, participaron 24 países y colectividades, siendo Riyadh – Saudi Arabia la Ciudad Invitada de Honor. Un stand muy revelador de una cultura fascinante, que en formas diversas comparte más de un valor con la nuestra, y en donde pudimos practicar lo poco de árabe que conocemos. Como puede verse, un saldo que bien puede considerarse positivo, pero que también no está exento de nubarrones. Esperemos que también se vean esos progresos en nuestra feria de Córdoba y no se perpetúen los errores y destrato a autores locales de ediciones anteriores. (*) Abogado. Doctor en Ciencias Jurídicas. (**) Abogado. Doctor en Derecho y Ciencias Sociales.
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