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» Diario Cordoba
Fecha: 30/05/2025 04:14
Besarse, compartir cubiertos o mantener un charla cercana con tu pareja no solo sirven para intercambiar afecto, sino también bacterias. Un estudio reciente sugiere que la transmisión de microbios de la boca entre recién casados podría relacionarse con depresión y ansiedad. Aunque no es seguro que haya una clara relación causa-efecto, este hallazgo revela cómo las bacterias bucales influyen en la salud mental de la pareja. El estudio iraní, con 1.740 parejas con seis meses de casadas, comparó a 268 cónyuges sanos con sus parejas con depresión-ansiedad e insomnio. Se midieron cambios en salud mental e insomnio, y se analizó la microbiota oral y cortisol salival como marcador de estrés. A los seis meses, los cónyuges sanos mostraron más depresión, ansiedad e insomnio, acercándose al nivel de su pareja. Su microbiota oral también se asemejó a la de sus parejas deprimidas. Estos cambios microbianos se correlacionaron con alzas de cortisol y síntomas psicológicos, sugiriendo que las bacterias de la boca tienen efectos. La boca alberga unas 700 especies bacterianas. Un desequilibrio puede inflamar el cuerpo, afectando desde el corazón hasta el cerebro. Estudios previos vinculan este desequilibrio, y el aumento de patógenos, con la depresión. La microbiota oral influye en el ánimo vía el eje boca-intestino-cerebro. Las bacterias de la boca, al ser tragadas, colonizan el intestino, y alteran su microbiota y metabolitos (ácidos grasos de cadena corta, precursores de serotonina) que regulan el cerebro. Esto puede exacerbar la depresión. Algunas bacterias bucales producen neurotransmisores calmantes, mientras que los patógenos aumentan el cortisol y el estrés. La transmisión de bacterias es normal. Besos, compartir vasos o convivir facilitan el intercambio; las parejas comparten hasta el 30% de sus bacterias bucales. En el estudio iraní, los cónyuges sanos adoptaron bacterias de sus parejas deprimidas y desarrollaron síntomas psicológicos similares, con inflamación. Experimentos con animales ya mostraron que transferir microbiota oral de ratones estresados a sanos inducía ansiedad. Un estudio también mostró que el trasplanta de microbiota fecal de donantes deprimidos inducía depresión en ratas, reforzando la idea de un componente microbiano transmisible. Aunque los humanos son más complejos, esto sugiere que la microbiota oral transferida influye en la depresión, pero el estudio iraní, en principio, no demuestra que las bacterias transferidas causen la depresión. Estrés, dieta o genética podrían influir. ¿Sería posible prevenir o tratar la depresión modificando la microbiota bucal? Probióticos orales, mejor higiene dental o terapias de pareja que consideren la microbiota son posibles estrategias. Sin embargo, la depresión es multifactorial. Genética, estilo de vida y antidepresivos que alteran la microbiota complican las conclusiones. Además, no todas las bacterias transferidas son malas; algunas, como Lactobacillus, podrían proteger, aunque la evidencia es limitada. Este hallazgo tiene implicaciones más allá de la pareja. Si las bacterias de la boca influyen en la depresión, la convivencia en hogares, hospitales o comunidades podría afectar la salud mental. Esto va en la línea de la medicina personalizada, predictiva y preventiva, donde entender las interacciones microbiota-huésped podría transformar diagnósticos. Analizar la microbiota oral de un paciente podría predecir riesgos de depresión o guiar tratamientos. El estudio nos recuerda que los individuos formamos parte de ecosistemas interconectados. Un beso transmite bacterias que podrían moldear nuestro metabolismo y nuestra mente. Al cenar en pareja, compartiendo la cucharilla del postre, puede que compartas también la salud mental. *Profesor de la UCO
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