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» El Ciudadano
Fecha: 30/05/2025 01:22
Por Ariel Stemphelet/ Tiempo Argentino Gerardo Milman declaró cerca de cinco horas frente a la jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo, y en ningún momento pronunció la palabra «autoatentado». Más bien, usó su declaración espontánea para desligarse del ataque a Cristina Kirchner, para esgrimir tres argumentos por los que cree que fue señalado, y para expresar sus sospechas sobre exfuncionarios y la custodia de la exvicepresidenta. Milman llegó a los tribunales de Retiro a las 10 de la mañana de este miércoles. La jueza lo hizo esperar durante algunos minutos en los que aprovechó para seguir con las entrevistas en radio y TV a las que decidió prestarse desde bien temprano. Una vez adentro del Juzgado y acompañado por sus abogados defensores Mauricio Castro y Manuel Barros, negó «cualquier vinculación» con el atentado y dejó un disclaimer sin ningún tipo de contexto. Dijo: «No tengo ninguna intención de suicidarme, lo digo por las dudas que me pase algo. Espero que no». Lejos de reconocer la existencia de elementos que lo pusieron bajo sospecha y sobre los cuales la querella pidió profundizar para verificar si efectivamente tuvo o no algo que ver con el atentado, Milman dijo que hay tres motivos que lo enfrentan a la expresidenta y exvicepresidenta que «pueden haber llevado a que alguien más papista que el papa haya querido involucrarme». El primero de ellos, dijo, fue haber contado públicamente hace más de 10 años que mientras Cristina era presidenta y se debatía un blanqueo fiscal en el Congreso, la mandataria hizo un viaje oficial en el que incluyó una escala en un paraíso fiscal (NdR: las Islas Seychelles) que no estaba en los planes y que no había trascendido; el segundo, por un dictamen que firmó cuando era director de la ex Afsca por la oposición y en el que se opuso a la intervención del Grupo Clarín tras la sanción de la Ley de Medios. Que eso fue usado por la Justicia para frenar esa intervención «impidiendo una fuerte intención de la titular del Poder Ejecutivo de ese entonces de producir el desmembramiento del Grupo Clarín»; y el tercero, por haber descubierto y denunciado la presencia en Argentina del avión venezolano de Emtrasur Cargo, retenido a mediados de 2022. «Estos son los motivos por los cuales yo creo que se produjo este invento, esta fantasía de que yo había participado del evento», afirmó. Vale mencionar, una vez más, que en la causa nunca hubo una acusación directa en su contra, sino insistentes pedidos de parte de los abogados de Cristina Kirchner, Marcos Aldazábal y José Ubeira, para que se investiguen una serie de elementos que lo ponían bajo sospecha y que surgieron a partir de la declaración testimonial del asesor parlamentario Jorge Abelo, que dijo haberlo escuchado a Milman decir que «cuando la maten yo estoy camino a la costa» durante una charla en el bar Casablanca días antes del 1° de septiembre del 2022. En varios pasajes de su declaración se dedicó a cuestionar la veracidad de esa declaración que formuló Abello, denunciado por falso testimonio. «No dije de ninguna manera y bajo ninguna circunstancia esa frase», aseguró. A su vez, dijo que en el momento en el que Fernando Sabag Montiel gatilló una pistola a centímetros de la cara de Cristina Kirchner, él estaba en Buenos Aires y hacía varias horas que había regresado de Pinamar. El polémico proyecto previo al atentado Dos semanas antes del hecho, Milman presentó en la Cámara de Diputados un proyecto para pedir informes respecto de la custodia vicepresidencial, donde habló de un «falso ataque a la figura de Cristina para victimizarla. Ese fue uno de los elementos por los que se lo señaló, y al respecto dijo: «Mi interés en la custodia era porque la vicepresidente de la Nación tenía casi cuatro veces más de integrantes de la PFA que anteriores vicepresidentes como la Dra. Gabriela Michetti o el Ing. Julio Cleto Cobos». Y agregó: «Me llamaba la atención el motivo por el cual había un exceso de custodia (…) y me preocupaba si había alguna situación que pusiera en riesgo la vida de la Sra. vicepresidenta. Tan equivocado no estaba, porque los hechos del 1° de septiembre del 2022 luego me dieron la razón». Un supuesto robo no denunciado Uno de los puntos que sobresalen de la extensa declaración gira en torno a sus teléfonos celulares. En primer lugar, admitió haber entregado a la Justicia de un iPhone que salió al mercado de manera oficial tiempo después del atentado. Si bien explicó que durante mucho tiempo creyó que había perdido el dispositivo anterior -que usaba al momento del hecho- durante una mudanza, aseguró que recientemente se dio cuenta de que se lo robaron. «Con el tiempo, bastante cerca del día de hoy, pude atar cabos y me di cuenta de que no extravié el teléfono. Que entraron a la locación en la cual yo vivía y me sustrajeron el teléfono, la escritura de mi única propiedad, una escritura que en mi carácter de licenciado en seguridad tenía con una de las empresas para las cuales trabajaba y varias cosas más», dijo frente a la jueza federal y el representante del Ministerio Público Fiscal. En eso hay un elemento por demás llamativo: en ningún momento dijo haber denunciado ese supuesto robo. Es más, según el acta de la declaración, tras esa revelación le dijo a los funcionarios judiciales que «no quiero generar el dispendio de realizar una denuncia, pero si lo creen necesario, hago la denuncia en este momento». La ¿mentira? de Bohdziewicz Otro de los elementos que pusieron a Milman en la mira durante la investigación por el atentado fue la declaración testimonial que dio Ivana Bohdziewicz en sede judicial. Su ex secretaria, con quien estuvo en el bar Casablanca en las circunstancias referenciadas por Abello, aseguró bajo juramento de decir verdad que fue llevada por Carolina Gómez Mónaco, la otra secretaria del diputado del PRO, a unas oficinas de Patricia Bullrich en la Avenida de Mayo, donde un perito borró el contenido de sus celulares. «Me consta que hay una declaración testimonial de la señorita Ivana Bohdziewicz, quien estaba muy afectada en términos emocionales (….) y concurrió a este juzgado por 200 mil razones que desconozco a decir que su teléfono había sido borrado. (…) De ninguna manera puse a un perito para borrarle el teléfono. Si lo borró fue motu propio», sostuvo. A su vez, el diputado dijo que tanto él como sus secretarias tenían temor a raíz de la información personal que trascendía por aquellos días en los medios. «Todos teníamos temor, yo no por los temas tan personales, pero por temas vinculados a la seguridad nacional y que ponían en riesgo mi vida. Teníamos temor de que ocurriera una situación similar a la del occiso fiscal Alberto Nisman, donde desde su teléfono, bajo las órdenes de las fuerzas de seguridad, comandadas por el mismo ministro Aníbal Fernández en otro gobierno, fueron expuestas fotos de su teléfono en afiches de la vía pública de la ciudad de Buenos Aires», manifestó. Pese a que para Milman lo que declaró su ex secretaria no es cierto, no la denunció por falso testimonio, temperamento que sí tomó respecto de Abello. Contra quiénes apuntó De acuerdo a lo que surge del acta con la transcripción de la declaración, Milman puso sospechas sobre el expresidente Alberto Fernández, el exministro de Seguridad Aníbal Fernández y la custodia de Cristina Kirchner. Sobre el expresidente, dijo que en el discurso que dio en cadena nacional horas después del atentado pronunció la frase «se ha quebrado por el discurso del odio de distintos espacios políticos, judiciales y mediáticos». Para Milman, «leyendo en diagonal (…) el Dr. Fernández encontró culpables. No sé si fue citado por el Juzgado o por la Fiscalía o la querella a explicarnos de quién hablaba». Respecto del exministro de Seguridad, señaló como sospechoso que «días previos (al atentado) aumentó la custodia» de Cristina Kirchner, y que la Policía Federal a su mando no detuvo en un primer momento ni a Fernando Sabag Montiel ni a Brenda Uliarte. «No fue la PFA la que recogió el arma y el teléfono celular (del atacante). Fueron otra vez militantes de La Cámpora que, como corresponde, se los dieron a los integrantes de la PFA», dijo. Mencionó varios supuestos con los que dio a entender que la fuerza actuó mal tras el ataque. La mayoría de las cosas por las que apuntó contra los efectivos de esa fuerza y los integrantes de la custodia, también de la Federal, fueron expuestas al principio del juicio por el atentado que se sigue desde el año pasado ante el Tribunal Oral Federal N°2. Ahí declararon los agentes que estuvieron en el momento del hecho, se sometieron a preguntas de todas las partes y no surgió ningún elemento que haya motivado o una denuncia por falso testimonio o una extracción para que se investigue una conducta irregular. Si bien las grabaciones de las audiencias son públicas y están disponibles en YouTube, parece que Milman no reparó en ello. En donde sí lo hizo fue en el testimonio que dio en ese juicio el militante Cristóbal Elgueta, que contó que grabó el momento en el que Sabag Montiel le gatilló a la exmandataria y que un custodio le pidió borrar el video. «La custodia de la vicepresidenta intentando borrar la principal prueba de la causa», apuntó Milman. Esa situación también fue ventilada en el juicio y aclarada por Guillermo Gallo, oficial de enlace a cargo de la custodia en el momento del atentado. Bajo juramento de decir verdad, dijo en la séptima audiencia del debate que fue él quien pidió el borrado de los videos -una vez que se lo enviaron y lo remitió a sus superiores- para evitar que se viralice y preservar la figura de Cristina. Milman también puso bajo sospecha el hecho de que tras el intento de asesinato, Cristina Kirchner siguió su recorrida y la custodia no la puso rápido bajo resguardo. Tal vez no pudo ver que en el juicio todos los testigos directos del episodio -incluso la propia víctima- coincidieron en que nadie se dio cuenta de lo que había pasado y que solo notaron un movimiento en el tumulto que en un primer momento atribuyeron a la caída de un ejemplar del libro Sinceramente que le habían acercado a la entonces vicepresidenta para que estampe una firma. Desde que empezó a hablar públicamente del hecho, Milman avisó en varias oportunidades que «pronto se va a saber quién le dio la pistola a Sabag Montiel». Pero en su declaración espontánea no aportó nada relacionado con eso. «Si hubiere uno o más autores intelectuales, no lo busquen acá. Yo no sé si los hay, pero si hay que buscarlos, hay que buscarlos en otro lado. Hay funcionarios importantes (…) que han dicho cosas que para mí es importante que este juzgado requiera que aporten esa información. Por ahí se esclarece si hubo de alguna manera algún autor intelectual», dijo en el cierre.
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