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Paraná » La Bitacora radio
Fecha: 28/05/2025 02:36
El arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, utilizó la homilía del Tedeum del 25 de Mayo para emitir un contundente llamado a la unidad y al diálogo en Argentina. «No se construye desde la guerra entre nosotros», sentenció, instando a dejar atrás «el barro del odio y la descalificación». Un Mensaje por la Fraternidad En la Catedral Metropolitana, con la presencia del presidente Javier Milei y la vicepresidenta Victoria Villarruel, el arzobispo García Cuerva expresó su preocupación por el deterioro del clima social. «Venimos a pedirle a Dios que nuestra Argentina se cure y viva», comenzó su discurso, advirtiendo que «se está muriendo la fraternidad, se está muriendo la tolerancia, se está muriendo el respeto», valores esenciales para forjar un futuro de unidad. El arzobispo también hizo hincapié en las «heridas» que sangran en el país, mencionando la marginalidad, la exclusión, el avance del narcotráfico (que en algunos barrios se ha convertido en «un Estado paralelo»), la situación de calle, las inundaciones, la discapacidad, el flagelo de las drogas y el juego en jóvenes, y la precaria situación de los jubilados, quienes merecen una vida digna con acceso a medicamentos y alimentación. «Muchos podrán ser los responsables de esta triste situación, pero la oportunidad que tenemos nosotros de resolverla es hoy», afirmó, cuestionando cuántas generaciones más deberán reclamar por jubilaciones dignas. Tensión en el Ámbito Político La ceremonia marcó el reencuentro público entre el presidente Milei y la vicepresidenta Villarruel, tras más de dos meses sin actividades oficiales juntos y en medio de versiones de tensión interna. Sin embargo, el encuentro fue meramente protocolario. Un momento de particular incomodidad se vivió al ingreso del presidente a la Catedral, cuando Milei evitó saludar tanto al jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, como a la vicepresidenta Victoria Villarruel. Las imágenes mostraron cómo Macri extendía su mano sin recibir un saludo, mientras Villarruel reaccionó con una sonrisa irónica ante la omisión. Este gesto, o la ausencia de él, no pasó desapercibido y generó comentarios sobre el clima dentro del oficialismo. Al Tedeum asistió la totalidad del gabinete nacional, así como representantes del Poder Legislativo y Judicial, miembros de las Fuerzas Armadas, del cuerpo diplomático y de distintos credos religiosos. (Fuentes Varias)
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