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» Diario Cordoba
Fecha: 24/05/2025 19:36
Como cada mes de mayo, la familia salesiana se reúne al amparo de María Auxiliadora. Durante estos días se ha llevado a cabo la solemne novena en su santuario y este sábado, el día grande, festividad de María Auxiliadora, la Virgen salesiana ha vuelto a las calles en una gloriosa procesión. Previamente a esta anual procesión, la imagen de María Auxiliadora en su paso fue trasladada al patio del colegio Salesianos, que estaba repleto de devotos, padres, alumnos y exalumnos del colegio junto a toda la comunidad salesiana para rendir pleitesía a su patrona. La eucaristía estuvo presidida por el obispo de la diócesis, Jesús Fernández González, siendo este su primer acto tras la toma de posesión como nuevo obispo de Córdoba, en una ceremonia que tuvo lugar por la mañana en la Catedral. El prelado comenzó su homilía señalando su sorpresa ante los numerosos fieles que llenaban el patio del colegio Salesianos, apuntando: «Me alegro de acompañaros en un día tan señalado para mí». Poco después, al hilo del Evangelio, recalcó la intercesión de la Virgen en las bodas de Caná. «María siempre sale al auxilio de sus hijos necesitados», señaló. Como buena madre que es le gusta «escuchar una palabra de súplica confiada, dísela» y «contempla a María Auxiliadora, mujer de fe que cree firmemente en el proyecto de su hijo». Jesús Fernández, nuevo obispo de Córdoba, en la eucaristía. Tras la conclusión de la eucaristía se comenzó a formar el cortejo que llevaría a María Auxiliadora por las calles de la ciudad. Así, entre las voces del coro del colegio Salesianos, la Virgen cruzaba el patio precedida del paso de San Juan Bosco y Santo Domingo Savio. La cruz de guía, en la puerta del colegio, iniciaba la procesión. Poco después, en una sencilla parihuela en madera con remates dorados, que estaba estrenando, salía la imagen de Santo Domingo Savio. Tras éste salió el paso de San Juan Bosco exornado con flor blanca y acompañado musicalmente por la banda Caído Fuensanta. Mientras el cortejo ya avanzaba por la calle María Auxiliadora, en la puerta del colegio estaba enmarcado el dorado paso de la Virgen, en esta ocasión exornado con distintas variedades florales en tonos rosas y lilas, sobre el que se recortaba la inconfundible silueta de María Auxiliadora. La cordobesa banda de María Santísima de la Esperanza interpretó la primera de las marchas, comenzando así su camino por las calles de la ciudad. Un itinerario que la llevó por el barrio de San Lorenzo, desde donde se dirigió al barrio de San Agustín para retornar a su santuario por la plaza de los Padres de Gracia, como gesto al Tiempo Jubilar que se vive en la parroquia de Nuestra Señora de Gracia y San Eulogio por el cincuentenario de la canonización de San Juan Bautista de la Concepción. Poco después se ponía fin a una procesión que fue seguida por mucho público, que una vez más, en la noche del 24 de mayo, ha vuelto a quedar bajo el amparo de María Auxiliadora.
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