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» Noticiasdel6
Fecha: 24/05/2025 02:27
En los primeros meses de gestión se registró un retroceso del 1,7% en el PBI. También se identifica una caída en los salarios reales. Durante 2024, el primer año del gobierno de Javier Milei se caracterizó por una profunda recesión económica que dejó secuelas en múltiples frentes, según indicó un informe del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (Cifra). Allí también se devela que el Producto Bruto Interno (PBI) retrocedió 1,7% en términos anuales, con una dinámica marcada por el deterioro del mercado interno y una recuperación parcial hacia fines del año. Las exportaciones sí mostraron un resultado positivo, con un aumento del 23,2%, motorizado por el buen desempeño del sector agropecuario, que logró recomponerse tras la sequía de 2023, y por mayores ventas de combustibles y energía. En cambio, la evolución del consumo privado sufrió una contracción del 4,2%, la inversión descendió 17,4% y el gasto público cayó 3,2%, lo que reflejó el retroceso generalizado del consumo y la inversión en el país. Esta caída evidenció una transformación estructural, con una economía que se volvió más primarizada: mientras el agro y el sector de minas y canteras crecieron, otros rubros como la industria, el comercio y la construcción atravesaron fuertes retracciones. La caída del empleo El impacto sobre el empleo no tardó en manifestarse. Aunque el número total de ocupados al cierre de 2024 fue algo superior al de fines de 2023, durante gran parte del año el empleo formal se mantuvo por debajo. Además, la calidad del empleo sufrió un deterioro visible. En el cuarto trimestre de 2024 se crearon 149.800 puestos de trabajo en comparación con el mismo período del año anterior, pero la mayoría fueron no registrados o no asalariados. Los asalariados registrados se redujeron en 175.000, mientras que aumentaron los asalariados no registrados en 75.700 y los trabajadores no asalariados en 249.100. Como consecuencia, la tasa de desocupación subió del 5,7% al 6,4% entre el último trimestre de 2023 y el mismo período de 2024. El leve incremento en la cantidad de ocupados no alcanzó para compensar el aumento de la Población Económicamente Activa (PEA), que creció en 293.000 personas. A este fenómeno se sumó un alza de la subocupación, del número de personas con más de un empleo y de quienes, estando empleados, demandan activamente otro trabajo. Las cifras del empleo registrado también reflejaron un escenario adverso. Entre noviembre de 2023 y febrero de 2025, el número de asalariados registrados cayó en casi 182.000 (una reducción del 1,8%). Este descenso incluyó una baja de más de 108.000 puestos en el sector privado y de cerca de 59.000 en el sector público. La contracción se concentró en dos ramas clave: la construcción y la industria, que explicaron el 80% del deterioro del empleo formal en el ámbito privado. La recuperación de la economía La recuperación económica comenzó lentamente después del segundo trimestre de 2024, cuando la caída de la actividad tocó su piso. A partir de entonces, el retroceso se moderó por efecto de una menor inflación, asociada a la apreciación del tipo de cambio real. Sin embargo, en marzo de 2025 la actividad económica volvió a caer 1,8%, en medio de tensiones cambiarias. El poder adquisitivo y los salarios El poder adquisitivo de los salarios también sufrió un fuerte golpe al inicio de la nueva administración. Aunque hubo una recuperación parcial impulsada por la desaceleración de la inflación, el repunte encontró un límite en noviembre de 2024. Desde entonces, el contexto de mayor desempleo y la decisión oficial de contener los aumentos salariales por debajo de la inflación detuvieron la mejora. En marzo de 2025, el salario real registrado quedó 6,0% por debajo del nivel de noviembre de 2023. Los salarios privados registrados casi lograron equiparar la inflación entre noviembre de 2023 y marzo de 2025, aunque presentaron una caída real en marzo y enfrentan proyecciones negativas. En términos reales, ese salario se ubicó 5,6% por debajo del nivel de noviembre de 2019 y 23,5% por debajo del de noviembre de 2015. Por su parte, los salarios públicos mostraron una caída aún más acentuada: al cierre del primer trimestre de 2025, estos ingresos estaban 15,1% por debajo del nivel previo a la asunción de Milei y casi 20% debajo del registrado al finalizar el mandato de Mauricio Macri. Comparando con noviembre de 2015, la pérdida total alcanzó un alarmante 38,4%. Otros ingresos clave también fueron duramente golpeados. El salario mínimo, vital y móvil se deterioró a tal punto que, en términos reales, volvió a niveles inferiores a los de los años noventa. En el primer cuatrimestre de 2025, su poder de compra representaba apenas el 68,6% del nivel de 2023 y el 45,2% del que tenía en 2015. Las jubilaciones Finalmente, las jubilaciones experimentaron un retroceso notable en el marco de la política oficial de ajuste del gasto público. En 2024, el poder adquisitivo de la jubilación promedio cayó 10,2%, mientras que la jubilación mínima se desplomó un 18,7%, situándose en un nivel comparable al del crítico año 2001. Este balance deja en evidencia que el primer año de Javier Milei como presidente estuvo marcado por una fuerte recesión, una caída pronunciada del salario real, un avance de la informalidad laboral y un ajuste fiscal que afectó especialmente a los sectores más vulnerables. Como resultado, el país cerró 2024 con una economía más desigual, más dependiente del agro y con niveles de ingreso similares a los de décadas anteriores. ambito.com
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