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Federal » El Federaense
Fecha: 22/05/2025 21:53
En un preocupante panorama para la ganadería en el sur de México, ganaderos han hecho eco de una alarmante situación donde alrededor de 100.000 cabezas de ganado son ingresadas mensualmente sin ningún tipo de control sanitario a través de los más de 692 kilómetros de frontera con Guatemala. Este fenómeno se ve agravado por la plaga del gusano barrenador, lo que ha llevado a Estados Unidos a suspender las importaciones de carne proveniente del país azteca. Un problema en aumento Según declaraciones de Julio César Herrera, un reconocido productor de ganado de Tapachula, las preocupaciones son evidentes. A pesar de que el mercado está establecido, los ganaderos del norte exigen cada vez más que los ganaderos en Guatemala triangulen la venta, aunque esto implique que el ganado no llegue a Estados Unidos, sino que se quede en el estado de Chiapas. Herrera señala que la falta de controles en la frontera resulta en un acceso desmedido de ganado que se trasiega sin verificación alguna. “La frontera es porosa y no hay control de nada. Las autoridades están haciendo un negocio a costa de esta situación”, añadió. Corrupción y falta de medidas El ganadero denunció además que funcionarios locales cobran unos 800 pesos (cerca de 40 dólares) por cada arete de certificación que permite legalizar el ganado que llega desde Centroamérica. Herrera enfatizó que estos recursos deberían ser canalizados a la Tesorería Nacional en lugar de perpetuar la corrupción. Para contrarrestar la crisis, Herrera hizo un llamado a las autoridades, especialmente al gobierno federal y al Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), para que implementen programas eficaces dirigidos a controlar y erradicar esta plaga destructiva. El impacto de la plaga En el mismo sentido, Jorge Ortiz Arévalo, director del rastro municipal de Tapachula, expresó su inquietud ante el ingreso ilícito de ganado que agrava la situación de la plaga del gusano barrenador. Ortiz reclamó la necesidad de crear más puntos de control que cuenten con medidas adecuadas, como albercas con insecticida para combatir este problema. A pesar de las preocupaciones expresadas por los productores, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) se defendió diciendo que está haciendo todo lo posible para combatir la plaga, especialmente tras el anuncio de Estados Unidos de cerrar las importaciones de ganado por un periodo de 15 días, del 11 al 25 de mayo. Consecuencias económicas severas El Consejo Nacional Agropecuario advirtió que esta decisión podría resultar en pérdidas que ascienden a 11.4 millones de dólares diarios para México. La aparición del gusano barrenador representa un riesgo grave tanto para la salud animal como para el sector económico ganadero del país, que había logrado erradicar esta plaga en 1991 y ahora corre el riesgo de perder ese estatus sanitario.
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