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» Diario Cordoba
Fecha: 22/05/2025 10:07
La ilusión ilicitana El Elche CF sabe de sobra lo que implica competir al máximo nivel, después de haber vivido grandes momentos como participantes de LALIGA EA SPORTS. En la segunda división han afrontado el desafío con entrega, talento y constancia, que intentan demostrar y mantener cada jornada. Y es que “cualquier rival es complicado y cualquier partido es difícil, por lo que siempre hay que tener los cinco sentidos alerta”, indica Josán Ferrández, capitán del equipo. Josan Fernández se funde en un abrazo tras un partido clave ante su afición - Foto: LALIGA. Cada partido del torneo exige el máximo nivel, ya que la igualdad es desafiante, y, en ese contexto, el conjunto franjiverde ha apostado por ser un equipo con carácter y determinación, estableciendo un estilo de juego reconocible como principal seña de identidad, teniendo la solidez defensiva y el talento en ataque como pilares del conjunto, pero siempre siendo conscientes de que son los pequeños detalles lo que marcan la diferencia, por lo que afrontan los encuentros y la preparación, en palabras del entrenador Eder Sarabia, con “máxima responsabilidad, máxima ilusión, máxima exigencia, disfrutando del precioso reto de hacer las cosas bien”. También destaca, como no, la afición, que en cada jornada empuja al equipo con pasión, de forma que el Martínez Valero sea una olla a presión hasta que el árbitro pite el final del encuentro. Una conexión entre equipo y afición que no permite bajar los brazos a los jugadores, con el objetivo de competir con orgullo. Quién mejor que Miguel Quirant, capitán histórico, que vivió los años de La Cooperativa y que afirma que este año van por buen camino, y que siempre hay que recordar “que, si afición y equipo hace piña, el Elche tiene que ir triunfando”. Eder Sarabia, no pierde detalle del juego durante el transcurso del partido - Foto: LALIGA. Una temporada con subidas y bajadas, pero siempre con emoción, como indica Joaquín Buitrago, presidente del equipo, al comentar: “yo oigo, con carácter general, que la liga de segunda es quizá mucho más emocionante que la de primera”. No seremos nosotros quienes llevemos la contraria al Elche CF. La intensidad como seña de identidad Cada partido en el Estadio Bahrain Victorious Nuevo Arcángel de Córdoba es un espectáculo de fe y compromiso, con una afición que se ha acostumbrado al juego frenético del equipo, siempre volcado en ataque, siempre al límite, lo que convierte su futbol en toda una descarga de adrenalina para el espectador, pero también en un “sufrimiento” para el entrenador. Más allá de esa emoción vivida en el césped, la esencia del Córdoba CF se basa en la unión de quienes defienden el escudo desde todos los frentes: jugadores, cuerpo técnico, directiva y una afición que nunca deja de creer, y es que “el equipo está haciendo una temporada fantástica, con muy buenos momentos, con muchos partidos jugando muy bien al fútbol”, explica José Luis Llergo, presidente de la Federación de Peñas del Córdoba CF, por lo que la afición pocos reproches tiene al desempeño del equipo. En cada jornada se pone a prueba al grupo y cada emoción se multiplica por mil, de modo que el Córdoba CF compite con el corazón, hablando con el balón a todos aquellos que saben que el fútbol más que un deporte es una identidad, además de una forma de entender la vida. Antonio Fernández Monterrubio, CEO del Córdoba CF, habla de ese compromiso: “liderar el Córdoba Club de Fútbol es liderar un sentimiento colectivo, es gestionar de alguna forma parte de la historia y parte del alma de mucha gente. Es una enorme responsabilidad y tratamos de conseguir que lo normal no sea algo extraordinario”. Iván Ania vive con intensidad cada acción desde el banquillo del Córdoba CF - Foto: LALIGA. Tanto Carlos Marín, capitán como Iván Ania, entrenador, insisten en lo exigente de la competición, indicando el primero que “cada partido es muy vibrante, tienes que tener en cuenta al máximo los detalles porque te pueden penalizar, y a veces los partidos se vuelven muy locos”, matizando Ania que “la exigencia es máxima. Hay que prepararse desde todos los puntos de vista. Desde el físico, desde el mental, desde el táctico. Cualquier detalle puede resultar definitivo”, especialmente contando con la segunda plantilla más joven de LALIGA. Carlos Marín, detiene un disparo en el área - Foto: LALIGA. Ambición y fe constante La historia se escribe en el campo. Es necesario un esfuerzo diario, para poder afrontar la dureza de la categoría y lograr conseguir los objetivos. El CD Castellón hace suyos esos principios, apostando por un estilo valiente y ofensivo que busca siempre la portería rival. Aunque en los partidos se vaya a por todas, la igualdad siempre está presente, como explica Bob Voulgaris, presidente del club, que afirma que “la diferencia entre los equipos de la parte alta de la tabla y los que ocupan la posición 16 o 17 no es tan grande. Creo que cuando salimos al campo, lo hacemos convencidos de que podemos ganar. Y estoy seguro de que otros equipos en posiciones similares sienten exactamente lo mismo”. Raúl Sánchez, en plena acción durante un partido del CD Castellón - Foto: LALIGA. La presente temporada ha exigido al equipo lograr hermanar intensidad, carácter y unidad, entregándose al compromiso y respondiendo al mismo con trabajo colectivo, siempre con el enfoque de que cada partido es una conquista, una oportunidad para demostrar que el club sigue creciendo desde sus raíces, aunque Raúl Sánchez, jugador del equipo, tiene claro lo complicado del reto, indicando que también “es lo bonito que tiene la categoría, la dificultad que tiene, lo peleada que está, no hay un margen derrota, te exige al cien por cien”. Opina igual Johan Plat, entrenador, al afirmar lo importante “de los pequeños detalles. Es crucial prestar atención a cada aspecto, por mínimo que parezca, y tratar de mejorarlos, porque esas pequeñas cosas pueden marcar una diferencia enorme en esta competición”. Johan Plat, entrenador del CD Castellón, durante un encuentro en la banda - Foto: LALIGA. Jornada a jornada, el equipo ha respondido a los retos, pero siempre siendo fieles a su personalidad, para poder mantener la cabeza alta y competir con ambición, reforzando el vínculo entre club, afición y ciudad. Un club centenario, con una ciudad entregada al equipo y con un estadio que es punto de encuentro de una afición que empuja, resiste y cree, tal y como explica Alberto Aicart, Federación de Peñas del CD Castellón, al afirmar que “al final no te quedas con un partido en concreto. Te quedas con todo el ambiente y todo lo que vives en Castalia”. La esperanza blanquiazul En el Estadio Abanca-Riazor no solamente se juega al fútbol. En el estadio se vive, se sufre y se sueña. Cada partido del Deportivo de La Coruña es una declaración de principios: imposible rendirse, pensamiento que se ha mantenido desde la primera jornada, en aras de devolver al club al lugar al que pertenece por historia, afición y corazón. El equipo no camina solo, lo hace de la mano de una ciudad que late al ritmo del escudo, convirtiendo cada jornada en una oda a la felicidad deportiva. La hinchada coruñesa, conocida por su pasión incansable, convierte el estadio en una caldera de emociones, como explica Manel Méndez, presidente de la Federación de Peñas del RC Deportivo: “aquí realmente hay una sintonía completa entre la ciudad, la gente, la afición, el club y todos vamos a una”. Y cuando todos reman en la misma dirección, no hay tormenta que detenga el barco blanquiazul. La categoría exige al máximo, y eso lo saben bien en A Coruña. Diego Villares, capitán emblema del equipo, lo explica con claridad: “la mentalidad de los equipos es algo que en esta competición marca mucho la diferencia. Vemos que hay equipos que en los 90 minutos no se resquebrajan por nada del mundo, y eso, al final, marca la diferencia”. Porque en LALIGA HYPERMOTION no basta con tener talento, hay que tener convicción. Diego Villares dedica un gol decisivo a la grada - Foto: LALIGA. Carlos Ballesta, actual consejero, exjugador, y segundo entrenador de Arsenio Iglesias en la época del Súper Dépor, lo define sin rodeos: “LALIGA HYPERMOTION es una liga muy competitiva. Yo creo que puede equipararse casi a las grandes ligas de Europa”. Esa es la realidad de esta categoría: exigente, vibrante y, sobre todo, impredecible. Un torneo donde cada detalle cuenta, donde cada punto se pelea como si fuera una final. Cuando Riazor ruge, cuando Galicia empuja y el equipo responde, el fútbol se convierte en algo más que deporte: se convierte en esperanza. Y esa esperanza, teñida de blanquiazul, tiene nombre propio. Se llama Dépor. En LALIGA HYPERMOTION nunca está todo decidido. Hay semanas de sufrimiento, otras de euforia, y muchas de pura incertidumbre. Lo único seguro es que la igualdad y la emoción mandan. Jornada tras jornada, clubes, jugadores y aficiones construyen una competición distinta a cualquier otra. Vibrante, imprevisible y capaz de dejar sin aliento hasta el último segundo. Y aún queda mucho camino. Lo mejor está por llegar.
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