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» Misionesopina
Fecha: 21/05/2025 18:19
Una preocupante advertencia encendió las alarmas de las fuerzas de seguridad y especialistas en narcotráfico: el Captagón, una potente droga utilizada por organizaciones terroristas y redes criminales, ya habría ingresado a la Argentina a través de la Triple Frontera. Daniel Adler, especialista en antiterrorismo urbano, confirmó que esta sustancia -conocida por su capacidad para anular el miedo y el dolor- está siendo utilizada por delincuentes que buscan volverse más violentos e insensibles al sufrimiento físico durante los enfrentamientos. “Ya no sienten dolor si reciben disparos o golpes. Antes podías frenarlos, ahora no”, advirtió el experto. El Captagón, también llamado “droga del terrorista”, tiene origen sirio-libanés y es consumido por grupos criminales como el Primer Comando Capital (PCC) de Brasil y los carteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación. Su efecto principal es la supresión de emociones como el miedo, convirtiendo a quienes lo consumen en individuos más decididos y peligrosos al momento de cometer delitos. Adler también advirtió que la droga ya estaría circulando en territorio argentino, y que podría expandirse hacia el consumo recreativo entre jóvenes, aunque en la mayoría de los casos detectados, su uso está vinculado directamente a actividades delictivas bajo los efectos combinados de armas y narcóticos. La Triple Frontera (Argentina, Brasil y Paraguay) continúa siendo señalada como un punto crítico. “Allí está enquistado Hezbollah”, señaló Adler, quien explicó que la relación entre el terrorismo islámico y el narcotráfico no es nueva: “Desde 1979, con los Ayatollah, se viene perfeccionando una estrategia en la que el crimen organizado funciona como fachada para operar globalmente”. Para combatir esta amenaza, Adler subrayó la necesidad de una “decisión política firme e inteligente” y reclamó “más acción y menos palabra” en la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado que se infiltra en el país a través de rutas internacionales del narcotráfico. ¿Hasta qué punto es adictivo el captagón? Sus efectos sobre el sistema nervioso son similares a los de la anfetamina. Como psicoestimulante, el captagón puede inducir euforia, aumento de la vigilia y del rendimiento físico y mental. Sin embargo, un consumo excesivo conlleva riesgos de deterioro de la función cognitiva y defectos cardiovasculares. Además de crear adicción. Un problema importante es que algunas de las pastillas que se producen en laboratorios ilícitos contienen grandes cantidades de fenetilina. La composición del captagón actual puede variar enormemente, y la falta de conocimiento aumenta el riesgo de que contengan sustancias químicas tóxicas. Riesgos y efectos adversos Algunos de los riesgos asociados con los efectos estimulantes de captagon incluyen la adicción, mientras que las complicaciones cardiovasculares y los efectos secundarios psicológicos pueden resultar después de un uso prolongado (Desoky et al., 2011, Murphy, 2012). Además, el mal uso del captágono puede tener graves consecuencias para la salud física y mental (Alghamdi et al., 2016). Por lo tanto, su uso recreativo es altamente desaconsejado, y las regulaciones deben garantizar que el acceso a la droga permanezca estrictamente controlado bajo supervisión médica. La fenetilina está prohibida en todo el mundo, y ninguna compañía farmacéutica legítima la produce (Mohaddes Ardabili et al., 2022). El uso médico se ha interrumpido en muchos países debido a las preocupaciones sobre su potencial de mal uso y adicción (Pergolizzi et al., 2024). La droga ahora se produce exclusivamente clandestinamente en laboratorios ilícitos, particularmente en regiones del Medio Oriente, donde se ha relacionado con la financiación de uso recreativo, conflictos y actividades terroristas. El captágono original, fabricado legalmente, era un medicamento farmacéutico controlado diseñado para uso terapéutico con efectos predecibles y estándares de seguridad. En contraste, el captágono ilícito es una sustancia no regulada con composiciones variadas y peligrosas, que presenta graves riesgos para la salud pública y alimenta las redes mundiales de tráfico. Las diferencias entre el captágono farmacéutico originalmente legal y los actuales producidos.
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