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» Diario Cordoba
Fecha: 17/05/2025 23:35
La artritis es una enfermedad muy prevalente en España: aproximadamente el 10 % de la población padece alguna de sus más de 100 formas, entre las que se encuentra la artritis reumatoide. Los primeros signos suelen ser rigidez matutina, inflamación leve en los nudillos, pérdida de fuerza al agarrar objetos y dolor que aparece con el uso repetido. Con el tiempo, pueden observarse deformidades visibles como desviación de los dedos o nódulos en las articulaciones. Como nos explica el doctor Alessandro Thione, especialista en Cirugía Plástica, Reconstructiva, Estética y Cirugía de la Mano, hay una clave para distinguir entre molestias articulares comunes y artritis real. "Las molestias ocasionales por esfuerzo o sobreuso tienden a ser pasajeras. La artritis, en cambio, progresa con el tiempo, afecta la movilidad y suele presentar síntomas persistentes, incluso en reposo. Un diagnóstico preciso requiere evaluación clínica y estudios de imagen, como radiografías o ecografía articular". La artritis puede afectar profundamente tareas cotidianas como abotonarse la ropa, escribir, cocinar... El dolor crónico, la rigidez y la pérdida de destreza merma la autonomía, el estado emocional y la calidad de vida del paciente. Tratamientos más allá de los analgésicos Además de los fármacos clásicos, "podemos encontrar terapias más específicas según el tipo de artritis (por ejemplo, tratamientos biológicos en la artritis reumatoide). También se utilizan férulas, rehabilitación con terapia ocupacional, infiltraciones con corticoides o ácido hialurónico y cambios en los hábitos de uso de la mano". Archivo - Imagen de archivo de una paciente con artritis reumatoide . / HOSPITAL LA LUZ - Archivo Cuando los tratamientos más conservadores ya no son efectivos, existen varias alternativas quirúrgicas: desde procedimientos para aliviar el dolor como las sinovectomías o las artrodesis, hasta cirugías reconstructivas como las artroplastias (reemplazo articular con prótesis) que buscan restaurar movilidad y funcionalidad. El doctor Thione aclara que "en patologías como la artritis, especialmente en las manos, un enfoque limitado –como la prescripción repetida de analgésicos o antiinflamatorios– puede ser muy insuficiente para el paciente. Si bien estos medicamentos cumplen una función útil, no son realmente curativos ni detienen el avance del daño articular". La importancia de un diagnóstico correcto Por eso, para evitar caer en estas "soluciones a medias", es fundamental "realizar un diagnóstico correcto, identificar el tipo específico de artritis (reumatoide, artrosis, psoriásica, etc.) y planificar un tratamiento personalizado. Esto puede incluir desde ajustes en el estilo de vida y rehabilitación funcional, hasta terapias farmacológicas avanzadas y, en los casos necesarios, intervenciones quirúrgicas". "La realidad es que muchas personas no saben que existen opciones más allá de los tratamientos básicos y que, al acudir a un especialista en cirugía de la mano, se abre la posibilidad de recibir una atención más específica, con estrategias pensadas para recuperar tanto la funcionalidad como la calidad de vida". La clave está en "entender que la artritis en las manos no tiene por qué ser una condena al dolor crónico: con un abordaje integral y actualizado, se puede recuperar la autonomía, frenar la progresión del daño articular y evitar que el tratamiento se quede, literalmente, a medio camino".
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