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La Paz » FMriolapaz
Fecha: 13/05/2025 12:06
Share Post Whatsapp Print La empresa adjudicataria no estaba inscripta como proveedora del organismo, tiene participación accionaria del Grupo Clarín y fue la única oferente válida en una licitación exprés. El rediseño del sistema abre interrogantes sobre la relación entre el Gobierno y sus aliados empresariales. “Se robaban hasta los pañales de los abuelos”, denunció el vocero presidencial Manuel Adorni, este lunes, desde el atril de la Sala de Conferencias de la Casa Rosada. Fue la frase elegida para presentar el nuevo sistema de distribución domiciliaria de pañales para afiliados del PAMI, en medio del mayor escándalo que atraviesa la obra social más grande del país y una de las cajas sensibles del Estado. Pero detrás del anuncio oficial se esconde una trama de licitaciones exprés y un nombre que generó sorpresa en el universo empresario: Urbano Express S.A., una firma ligada al Grupo Clarín y sin antecedentes como proveedor del organismo, fue la única que presentó oferta válida y se quedó con un contrato estimado en US$450 millones. El proceso -publicado antes del feriado largo de Semana Santa y resuelto en apenas seis días hábiles- dejó afuera a los proveedores históricos del PAMI. Aunque tres empresas del rubro (Italpañal, Lenterdit y Hisan S.A.) se presentaron en la apertura de sobres, ninguna pudo llegar con una propuesta formal. La ganadora fue una empresa de logística, sin trayectoria previa en el sistema sanitario, vinculada al Grupo Román (operador portuario) y con participación accionaria del holding comandado por Héctor Magnetto. Según la documentación, el Grupo Clarín tiene un 30% de participación en el capital accionario de Urbano. “Desde 2006 no se respetaban las normas que pedía la ANMAT”, apuntaron. La nueva contratación, insisten, implica un “salto de calidad”. Desde el Gobierno defendieron la licitación y el nuevo esquema. Según explicaron a elDiarioAR, durante años el PAMI entregó “pañales rectos con apósitos, sin respetar los parámetros de la ANMAT”, lo que, aseguran, “cartelizó el sistema”, ya que sólo algunas pocas empresas continuaban fabricando esos productos. “Desde 2006 no se respetaban las normas que pedía la Anmat”, apuntaron. La nueva contratación, insisten, implica un “salto de calidad”: “Tienen más absorción, son anatómicos, tienen geles de calidad y controles médicos y farmacéuticos”. A partir del 1 de junio, las farmacias dejarán de entregar los pañales mediante receta. En su lugar, Urbano Express será la responsable de adquirir los productos y distribuirlos en todo el país. “Cada afiliado que necesite va a tener los apósitos, pero no habrá sobreprestación”, explicaron desde el Ejecutivo, en línea con la promesa de controlar los desvíos. Ante las críticas por los plazos de la licitación y la falta de competencia, en el Gobierno responsabilizaron a las farmacias: “Embarraron la cancha cuando dimos un salto de calidad porque estábamos en deuda con los afiliados”. Y remarcaron: “Los tiempos de la licitación fueron respetados”. Polémica Aun así, la adjudicación genera ruido por varios motivos. Por un lado, implica un aumento del gasto mensual en al menos $3.000 millones: de $9.000 a $12.000 millones, según datos del propio pliego. Por otro, los nuevos pañales pesan menos (50 gramos frente a los 75 actuales), utilizan cintas más finas y eliminan capas de absorción, en una combinación que, según fuentes del sector privado, podría afectar la calidad. El argumento oficial es que el sistema permitirá un “ahorro” total de $5.000 millones por año gracias a la eliminación de intermediarios. Pero el dato duro muestra un costo por unidad más alto, un esquema de entrega aún incierto y una empresa debutante como única oferente habilitada. El contrato con Urbano Express, por $466.554 millones para los próximos tres años, implica además una transformación total del sistema vigente desde 2010. Hasta ahora, los afiliados del PAMI recibían los productos a través de un esquema mixto que articulaba fabricantes, droguerías y más de 6.000 farmacias en todo el país. El nuevo plan promueve un sistema “puerta a puerta”, bajo control de una sola empresa logística que subcontratará a los fabricantes. Las firmas Nochísimo y Liberty figuran como las principales proveedoras del insumo. Todo en el marco de las múltiples denuncias por presuntas irregularidades que tienen lugar en distintas delegaciones del PAMI de todo el país. En Misiones, por ejemplo, pesa una contra el libertario Adrián Núñez -tercer candidato en la lista legislativa local- por supuestos pedidos de “diezmos” a empleados. Situaciones similares emergieron en La Pampa, Santa Cruz y varios municipios bonaerenses. El epicentro del escándalo es Esteban Leguizamo, actual titular del PAMI, que llegó al cargo con aval de Santiago Caputo y mantiene vínculos con Mario Lugones, ministro de Salud y padre del socio del asesor presidencial Rodrigo Lugones. Leguizamo tiene historia: fue funcionario durante casi dos décadas, incluido el ciclo de Luana Volnovich al frente del organismo, y figura en denuncias de la diputada Graciela Ocaña y del ahora ministro Luis Petri por el uso político de subsidios a centros de jubilados. Hoy, es quien firmó la licitación por el contrato más grande del año. El vínculo con Clarín El ingreso del Grupo Clarín al esquema de distribución del PAMI reconfigura, además, el mapa de vínculos -no exentos de tensiones- entre el conglomerado mediático y el gobierno de Javier Milei. A través de su participación accionaria en Urbano Express -estimada en un 30%-, el holding de Héctor Magnetto aparece asociado indirectamente a uno de los contratos más altos del Estado en logística social, pese a que su relación con el oficialismo es, por momentos, abiertamente conflictiva. Aunque Clarín no figura como proveedor registrado en los sistemas del PAMI, su sociedad con el Grupo Román le permitió desembarcar en un terreno históricamente ajeno a su actividad principal: el reparto domiciliario de insumos médicos. Detrás del rediseño del sistema y de la licitación relámpago aparece, otra vez, la figura de Santiago Caputo, cuya tropa ocupa los principales cargos jerárquicos del organismo previsional. El asesor todoterreno de Milei no solo respaldó la continuidad de Leguizamo pese a los cuestionamientos internos, sino que además fue uno de los impulsores del nuevo modelo de entrega directa, bajo el lema de eficiencia y combate a la “casta farmacéutica”. En la Casa Rosada admiten que Caputo mantuvo contactos con operadores logísticos para viabilizar el esquema. La adjudicación a Urbano Express no fue, entonces, una casualidad técnica, sino una decisión de poder: un movimiento pensado para consolidar un nuevo circuito de control estatal, con actores funcionales al Gobierno -aunque no necesariamente aliados políticos- y con capacidad de operar grandes volúmenes sin pasar por las viejas estructuras sindicalizadas o ligadas al peronismo. Con la licitación ya concretada, Urbano Express comenzará en las próximas semanas a distribuir los pañales a más de 200.000 afiliados en todo el país. El nuevo sistema implicará un cambio total en la operatoria de PAMI, con impacto logístico, sanitario y financiero. Aunque el Gobierno defiende la medida como un avance en eficiencia y transparencia, las condiciones de la convocatoria, la ausencia de competencia real y la participación de una empresa con vínculos empresariales sensibles abren interrogantes sobre el verdadero alcance del modelo.
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