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» TN corrientes
Fecha: 10/05/2025 20:55
Cripto Los secretos de la cueva cripto manejada por un ruso en la que movieron $600 millones de una estafa Viernes, 9 de mayo de 2025 El “cambista” Iván Materov, conocido por el apodo de Oso Ruso, agredió a un fiscal y a personal policial e intentó romper su celular Por contextura física, Iván Materov, era conocido por el apodo de Oso Ruso. Llegó a la Argentina desde Rusia junto con su esposa y su pequeña hija hace menos de un año. La familia vivía en Belgrano. Él, de 42 años, decía ser un desocupado. Pero, en realidad, tenía una actividad que le generaba importantes ganancias. Estaba detrás de Dólar Belgrano, una cueva cripto donde, según la Justicia, habrían sido derivados 600 millones de pesos de una ciberestafa que tuvo como víctimas a varias empresas y comercios. Así se desprende de una investigación de la Unidad Fiscal Especializada en Investigaciones de Ciberdelito (Ufeic) del Departamento Judicial de San Isidro, a cargo de Alejandro Musso. El martes pasado, detectives de la División Investigaciones Tecnológicas Especiales de la Policía de la Ciudad y de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro de la Policía de la provincia de Buenos Aires hicieron 17 allanamientos donde fueron detenidos cinco sospechosos y se incautaron de 150.000 dólares en criptomonedas, US$ 31.909 en efectivo, 60.000 dólares en cuentas de inversión, $1.912.300, 90 euros, 200 yuanes, 37 teléfonos celulares, 16 notebooks, 12 discos rígidos, una netbook y varios dispositivos tecnológicos. Dólar Belgrano la cueva que, según el expediente judicial, manejaba el Oso Ruso tenía el servicio de delivery. Recibía criptomonedas y le entrega a sus clientes dólares. La cueva tenía muchos clientes rusos que llegaron a la Argentina en 2022, a partir del comienzo de la guerra con Ucrania. Pero también el servicio de delivery era utilizado por ciberdelincuentes que protagonizaron millonarias estafas. Sus servicios eran promocionados por medio de Telegram. “Se pudo recabar capturas de pantallas donde quedó reflejada, claramente, la actividad de lo que en la jerga se llama una cueva clandestina. Se escribía en idioma ruso, dirigido para aquellas personas que vinieron a la Argentina desde 2022 por el conflicto bélico. Se pudo traducir uno de los anuncios hechos por Dólar Belgrano, en el que se podía leer a qué se dedicaban, asegurando no hacían ‘preguntas innecesarias’. Se hizo una búsqueda en la red social Instagram y se pudo encontrar un perfil también llamado Dólar Belgrano, que tiene la misma foto de perfil que la cuenta de Telegram“, según se desprende del dictamen donde el fiscal Musso pidió los allanamientos. La cueva funcionaba en departamentos de alquiler temporarios. El Oso Ruso y su familia viven en un edificio de Moldes al 1800, en Belgrano. El domicilio fue allanado el martes pasado. En poder de Materov los detectives policiales secuestraron dos teléfonos celulares. No fue fácil el operativo. El Oso Ruso se resistió. No quería entregar sus dispositivos electrónicos. Hasta llegó a agredir al fiscal Musso, que estuvo presente en el procedimiento. Entre las empresas damnificadas por los ciberdelincuentes se encuentra una fábrica de envases plásticos situada en Beccar, en San Isidro, a las que los estafaron por 42.000.000 de pesos. “Los estafadores adquirieron el virus Mekotio en Brasil y comenzaron a utilizarlo en el país mediante correos electrónicos falsos que simulaban ser de empresas de servicios. Una vez que el virus ingresaba, monitoreaba la actividad financiera, accedía a montos, cuentas y claves, y realizaba una serie de transferencias que vaciaban la cuenta bancaria de la víctima”, explicaron fuentes policiales. Los representantes de la fábrica de envases plásticos de Beccar advirtieron la estafa el 15 de abril pasado, cuando advirtieron que desde una cuenta que tienen en el Banco Provincia se hicieron nueve transferencias a cuentas de dos bancos privados por $42.650.000. Los delincuentes invertían el botín de las estafas en criptomonedas estables (USDT y USCD), atadas al valor del dólar, explicaron fuentes de la investigación. Usaron varios cuentas mulas para que sea más difícil seguir la trazabilidad del dinero. Para adquirir las criptomonedas, los ciberdelincuentes utilizan las llamadas billeteras descentralizadas, para lograr lo que los investigadores denominan “ofuscar” u ocultas las inversiones. “Todo el sistema financiero descentralizado no pasa por ningún control de riesgo de lavado de activos. Las billeteras se abren en un minuto y son gratis En cambio, las cuentas o billeteras centralizadas o también llamadas custodiadas están bajo control porque los clientes son identificados con nombre y apellido. Es decir, que ese ecosistema no es anónimo como el sector de las descentralizadas”, explicó a LA NACION un experimentado detective que investigó numerosos casos de estafa. Esta banda en particular utilizó la criptomoneda Tron, cuya red es más veloz y permite hacer transacciones más rápidas y cobra un canon por cada transferencia. A pesar de que los delincuentes lograron, como dicen los investigadores, “ofuscar” el botín de la estafa de 600 millones de pesos, el fiscal Musso y su equipo de investigadores lograron, con distintas técnicas investigativas, reconstruir la trazabilidad del dinero robado y de las criptomonedas “Después, para obtener dinero físico, cambiaban las criptomonedas en Dólar Belgrano. La cueva ofrecía el servicio de motos para entregar los billetes de dólares”, explicó un detective del caso. Viernes, 9 de mayo de 2025
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