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Federal » El Federaense
Fecha: 10/05/2025 15:51
La vida de Luis Enrique ha estado marcada por un profundo dolor desde agosto de 2019, cuando su hija Xana, con solo nueve años, perdió la batalla contra un osteosarcoma. Sin embargo, el técnico asturiano ha encontrado una fuente de motivación en los recuerdos de su pequeña, lo que le ha llevado a afrontar la vida y su carrera deportiva con una admirable fortaleza. Recientemente, tras la victoria del París Saint Germain sobre el Arsenal, que les ha asegurado un lugar en la final de la Champions League, las redes sociales revivieron un emotivo momento de una rueda de prensa celebrada en enero. En esta ocasión, Luis Enrique compartió un recuerdo especial de su hija, evocando una foto de la final de Champions en Berlín, donde posaba con una bandera del FC Barcelona. Su deseo ahora es repetir esa experiencia, pero esta vez con el PSG, a quien ha llevado a la instancia decisiva del torneo más prestigioso de clubes en Europa. Una motivación constante “Recuerdo una increíble foto con ella en la final de la Champions en Berlín. Siempre anhelo poder hacer lo mismo con el París Saint Germain”, dijo Luis Enrique, mostrando su emoción y el profundo vínculo que aún mantiene con su hija, a pesar de su ausencia física. “Ella no estará físicamente, pero estará espiritualmente, y eso para mí tiene un gran significado”, añadió. El camino no ha sido fácil para Luis Enrique y su familia en el duelo de perder a Xana, una experiencia que transforma y marca a una persona. Sin embargo, su determinación por seguir adelante y su voluntad de honrar la memoria de su hija lo llevan a enfrentar cada desafío con valentía y esperanza. Es un recordatorio de que la vida continúa y que, a pesar de las adversidades, siempre hay razones para luchar por lo que queremos. Un mensaje de resiliencia Durante la rueda de prensa, Luis Enrique destacó la importancia de saber superar las tragedias y encontrar la belleza en la vida. A pesar de las dificultades, enfatizó la necesidad de buscar las cosas bonitas y felices. Este enfoque no solo le permite a él, sino también a quienes lo rodean, recordar que cada día es una nueva oportunidad de crear momentos significativos. Si el PSG consigue levantar la ansiada orejona el próximo 31 de mayo ante el Inter de Milán, sería no solo el cumplimiento de un sueño profesional para Luis Enrique, sino también un homenaje conmovedor a la memoria de su hija. Tal victoria simbolizaría la celebración de la resiliencia, el amor y el espíritu inquebrantable que él y su familia comparten.
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