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Concordia » Diario Del Sur Digital
Fecha: 08/05/2025 14:39
El padre Francisco «Paco» Olveira, integrante del Grupo de curas en opción por los pobres, fue este miércoles a la marcha de los jubilados, donde fue golpeado por agentes de la Prefectura en la zona de Congreso; y agredido y demorado por la Policía Federal, que aplicó el protocolo antipiquetes. «Me siento bien, seguramente me habrán dado con alguno de los escudos o con la mano. ¡No me di cuenta! Me tomaron los datos por si después me quiere llamar el fiscal», expresó el sacerdote. El ataque ocurrió este miércoles en la marcha se realizó, como todos los miércoles, frente al Congreso, donde los jubilados reclaman por una mejora en sus haberes. Se produjo un tumulto con la Policía Federal y el sacerdote salió a defender a una jubilada que estaba en el piso. Olveira recibió un golpe de un escudo en la frente y empezó a sangrar. «Estoy bien, los que están mal son los jubilados», aseguró el sacerdote, con el rostro ensangrentado y una venda sobre la frente. «Estábamos en la primera fila, dando la vuelta al Congreso, y en un momento empezaron a empujarnos fuerte y tiraron a una jubilada. Entonces nos acercamos para ayudarla y se quieren llevar preso a un compañero. Dijeron que estaba golpeando a la Policía, pero estaba parando los escudos», añadió en declaraciones a C5N que reprodujo Página 12. Aparentemente, sigue detenido un jubilado y la mujer agredida tiene un hematoma en un brazo. «Me siento bien, seguramente me habrán dado con alguno de los escudos o con la mano. ¡No me di cuenta! Me tomaron los datos por si después me quiere llamar el fiscal», añadió Olveira. El Parlamento había amanecido completamente vallado, en el marco de la habitual movilización de los miércoles, mientras en el Congreso se debate Ficha Limpia. La represión dejó al menos un detenido, mientras que otros manifestantes, entre ellos jubilados y periodistas, también denunciaron agresiones. En la manifestación hubo gases y empujones, en un clima de tensión, mientras sesionan en la Cámara Alta. Las marchas de los miércoles son una muestra de resistencia al ajuste de Javier Milei, desde que los hinchas de fútbol se plegaron de forma solidaria. Durante la movilización del 12 de marzo pasado se registró el ataque más brutal, con el impacto de una granada lacrimógena en la cabeza del fotógrafo Pablo Grillo, que se recupera de la agresión en el Hospital Ramos Mejía. «La represión como siempre, pero al cura no se lo llevan detenido. Pero sí está demorado el otro compañero, que no hizo nada. Me voy a ir con él. Yo tengo coronita, el pueblo no», cerró Olveira.
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