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  • El día en que ardió el primer hotel de Ushuaia

    Usuhahia » Diario Prensa

    Fecha: 08/05/2025 13:53

    Estamos en la esquina de San Martín y Juana Fadul, en pleno verano de 1944. En la imagen, los vecinos observan con perplejidad cómo el edificio de la izquierda —el antiguo Hotel Castelar— es devorado por un voraz incendio. Todo indica que una salamandra defectuosa fue la causa del siniestro que destruyó lo que por entonces era un coqueto alojamiento, administrado por Vicente Martínez y María Brun. La pareja se había casado en Río Gallegos en 1923 y poco después se radicó en Ushuaia. Tiempo más tarde, tomaron la conducción del hotel que había pertenecido a Carlos Freire, quien al dejar la ciudad confió la administración a los Martínez. Freire estaba casado con Teresa, tía de Aurora Calderón de Garea. La antigua pobladora “Tita” Garea recordaba que el hotel ya funcionaba bajo la gestión de los Freire desde antes de 1910. Incluso, podría haberse tratado del primer hotel de Ushuaia, ya que fue el hogar inicial de don Francisco Sánchez Caballero y su familia en 1897. Él fue padre de la reconocida María de los Ángeles Sánchez Caballero —quien quedó inscripta en la historia como la primera maestra de Ushuaia— y suegro de Ramón Cortez, el primer jefe de la Policía del Territorio Nacional de Tierra del Fuego. El matrimonio conformado por María de los Angeles y Ramón son figuras pioneras de la ciudad y tienen, cada uno, calles que llevan sus nombres. Si efectivamente el Castelar funcionaba como alojamiento desde aquellos años, podría haber sido el primer establecimiento hotelero de la ciudad, compitiendo con otros dos pioneros: el Hotel Universal (en San Martín y 9 de Julio) y el Hotel Colón (en San Martín y Rosas), ambos inaugurados entre 1903 y 1904. Los Martínez apostaron a jerarquizar el servicio, llegando su establecimiento a ser sede de importantes encuentros sociales, incluso organizados por el gobierno. Tenía nueve habitaciones, dos baños y un amplio comedor, donde, según recuerdan, se ofrecía un servicio gastronómico de calidad. Tras el incendio, la familia Martínez construyó un nuevo Hotel Castelar, esta vez de material, a escasos metros del original y sobre la misma calle. A la derecha de la foto se ve a varias personas arrojando agua sobre otra construcción: el segundo edificio de la Escuela N.º 1, inaugurado el 20 de julio de 1933, que había reemplazado al anterior por resultar insuficiente. El temor de que el calor del incendio alcanzara también a la escuela era enorme. Paradójicamente, diez años después, ese edificio también sería destruido por el fuego, en una época en la que la calefacción por gas natural aún era un sueño futurista y no era raro que las llamas arrasaran construcciones que costaba mucho levantar.

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