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» Impactocorrientes
Fecha: 08/05/2025 03:11
Impuestos sobre la mesa: así impacta la carga impositiva en los precios del pan, la carne y la leche Los precios se componen de costos, ganancias y tributos. Estos últimos son de los que más pesan e inciden en los alimentos que consumen los argentinos. Compartir en Facebook Compartir en Twitter En el proceso de desaceleración inflacionaria que busca el Gobierno, y que logró hasta los últimos meses, distintos sectores de la industria y el agro piden reformas estructurales, que incluyen la baja de impuestos para poder reducir los precios. Lo que más impacta en el bolsillo son los alimentos. De acuerdo a la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo Argentino (FADA), cada cuatro pancitos que se consumen, uno es de impuestos; se toma 1 “vaso impositivo” por sachet, y en el caso de la carne, hay un cuarto de impuestos por kilo. En productos de primera necesidad, la carga impositiva no es menor y afecta principalmente a los sectores más vulnerables, quienes destinan una mayor parte de su ingreso a alimentos. “En el almuerzo o cena pasa lo mismo, si vamos a la carnicería, por cada kilo de carne nos estamos llevando un cuarto de impuestos. Hay 25% de impuestos y 15% de ganancias. En otras palabras, cada $10.000, estamos pagando $2.500 de carga impositiva”, afirmó Nicolle Pisani Claro, economista Jefe de FADA. “Esto se repite también en muchos de los productos, y en algunos casos esto se está haciendo más visible para el consumidor, por la aplicación de la nueva medida de transparencia que pide detallar el “precio con y sin impuestos” en las góndolas y tickets”, añadió. Sucede que el precio de cada producto está compuesto por tres grandes categorías: los costos de hacer ese producto, la ganancia y los impuestos que se pagan en todo ese proceso. Los tributos que se destacan son: el IVA a nivel nacional, ingresos brutos en lo provincial y las tasas a industrias y comercios a nivel municipal. Antonella Semadeni, economista de FADA, indicó que del total de esos impuestos, más del 70% corresponden a los nacionales. “En cuanto a los principales costos, por ejemplo, para elaborar el pan tenemos: la electricidad, que pesa aún más por las actualizaciones en las tarifas, materia prima, el transporte, alquileres y el personal. Por ejemplo, el flete representa el 2% del precio al consumidor”, señala Pisani Claro. “Que los impuestos superen la ganancia, es una situación que puede tornarse injusta ya que, por ejemplo, en la cadena de la leche todo el proceso productivo está afectado por cuestiones climáticas, sujeto al precio del maíz con el que se alimentan las vacas, a los productos relacionados con la salud de los animales, al del combustible para el transporte. En medio de todo eso, el Estado, a través de los impuestos, está presente en todos los eslabones y no afronta ningún riesgo”, añadió Semadeni. Por productos En el caso del pan, desde el campo a la mesa el precio se multiplica 12 veces: 60% de costos de producir el pan, 24% de impuestos y 16% de ganancias. En el caso de la carne, el precio está compuesto por un 60% de costos, como la tierra donde se crían los animales, la sanidad y la alimentación, el transporte, y el personal. En la leche 67% son costos, 26% son impuestos y sólo un 7% son ganancias. Por ejemplo, para el tambo, los costos que más subieron en esta última medición fueron la alimentación de las vacas y todos los costos relacionados con la comercialización. Más en detalle, en el pan el 8% corresponde al trigo, 4% al molino, 64% a la panadería y 24% los impuestos. En la carne 28% es la cría, 24% el feedlot, 2% frigorífico, 21% carnicería y 25% impuestos. En la leche, 28% es el tambo, 26% la industria, 20% el comercio y 26% los impuestos. “Esto ayuda a derribar ciertos mitos sobre cómo se conforman los precios que muchas veces traban políticas públicas importantes para los ciudadanos y para las áreas productivas. Por ejemplo, durante muchos años se creyó erróneamente que la baja de las retenciones, al impactar en el precio de los granos, iba a traer un importante aumento del precio de los productos básicos cuando no es así“, dijo Semadeni. “En realidad, esto muestra que el 90% del precio de los productos corresponde a múltiples factores como impuestos, transportes, alquileres, salarios, servicios, entre muchos otros. Por eso creemos que es importante visibilizar y derribar ciertos mitos para centrarse y focalizar en lo que necesitamos como consumidores y para todo el proceso de producción y elaboración”, concluyó.
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