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» Elterritorio
Fecha: 06/05/2025 16:45
La decisión de la jueza federal se da en el marco de la causa de la brutal golpiza a una marinera en un ejercicio antidisturbios. Entre los imputados está la ex pareja de la joven. martes 06 de mayo de 2025 | 16:27hs. Seis integrantes de la Armada fueron procesados por ejercer violencia de género e institucional contra una marinera voluntaria durante un entrenamiento, al tiempo que uno de los acusados es la ex pareja de la damnificada. Según indicó el portal Fiscales.gob.ar, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, titular del Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal N°1 de San Isidro, procesó a los superiores por el ataque físico y las lesiones que sufrió la víctima durante un adiestramiento "Antidisturbios dentro de Jurisdicción Naval" ocurrido el pasado 4 de abril en la Jefatura Militar de Vicente López. Como consecuencia de la agresión, la joven de 21 años permaneció internada dos semanas en terapia intensiva en coma inducido por un cuadro de "status epiléptico con requerimiento de intubación orotraqueal" en tratamiento con sedación y antiepilépticos. En este contexto, los fiscales federales Federico Iuspa y Mariela Labozzetta presentaron a la magistrada un dictamen para que se incorporen pruebas de violencia de género al expediente. Uno de los imputados, que es el ex esposo de la mujer, recibió prisión preventiva por los delitos de lesiones graves triplemente agravadas por haber sido cometidas contra quien mantuvo una relación de pareja, mediante la alevosía y violencia de género en concurso ideal con abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario. Por ejemplo, se constató que el hombre le aplicó una patada a la marinera. Por su parte, la Justicia procesó -sin prisión preventiva- a los demás miembros de la fuerza por los ilícitos de abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público, mientras que en uno de los casos, se agregó la figura de lesiones culposas por ser la persona que ejercía la supervisión directa. Arroyo Salgado les prohibió a los involucrados mantener cualquier tipo de contacto con la víctima, ya sea telefónico, físico o virtual. En tanto, libró de oficio al Ministerio de Defensa y al titular de la Comisión Unicameral de Defensa Nacional del Senado de la Nación para que se tome conocimiento de los graves hechos informados. El episodio Según la reconstrucción de distintas fuentes, Brisa Páez, de 21 años, se encontraba practicando un simulacro de control de disturbios dentro del predio naval cuando, en medio del ejercicio, uno de los instructores impactó con violencia el escudo que sostenía, lo que ocasionó que la voluntaria perdiera el control y cayera hacia atrás, golpeando su cabeza contra el suelo. Trascendió que, a pesar de mostrar evidentes signos de desorientación, los ejercicios habrían continuado durante varios minutos más, y el informe preliminar de la Fiscalía federal indica que Páez contaba con sólo cuatro meses de formación dentro de la Armada, y no había recibido instrucción previa para este tipo de entrenamientos, que simulan respuestas ante eventuales disturbios. Si bien en un principio se consideraba al tema como un accidente, con el correr de las horas las compañeras de la joven declararon ante la Justicia, y señalaron que Páez habría sido objeto de un trato más violento que el resto del grupo durante la práctica, mientras que algunas mencionaron incluso una posible relación personal previa entre Páez y uno de los instructores, que podría haber influido en el trato recibido. Según testigos, la joven manifestó un fuerte dolor de cabeza cuando terminó el ejercicio, pero habrían pasado varias horas hasta que un médico de la base la atendió y ordenó su traslado al hospital militar de Campo de Mayo, donde Páez reportó pérdida de sensibilidad en el lado izquierdo del cuerpo, lo que encendió las alarmas. Ante el progresivo empeoramiento del cuadro, la joven fue trasladada al Hospital Militar Central, en Belgrano, donde fue inducida a coma durante una semana, y el diagnóstico indicó que había sufrido lesión axonal difusa, una forma grave de daño cerebral provocada por fuerzas de aceleración y desaceleración violentas.
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