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Parana » ER 24
Fecha: 06/05/2025 00:33
Isa Castagnino, fiel al linaje: después de la renuncia, un apellido del urribarrismo vuelve al poder La intendenta K “Isa” Castagnino no perdió el tiempo. Apenas presentada la renuncia de su asesora letrada, movió las fichas y designó como reemplazo al hijo de “Cachito” Schiavoni. No fue por concurso, ni por antecedentes, ni por mérito. Fue por apellido. Porque si algo quedó claro en esta gestión es que la lealtad no es con el pueblo, sino con la casta política que gobernó Entre Ríos durante dos décadas. Y en ese árbol genealógico del poder, los Schiavoni son ramas firmes del viejo urribarrismo, esa estructura que hizo del Estado una oficina de colocaciones y del derecho administrativo un catálogo de favores. La maniobra es tan burda como simbólica: en plena crisis institucional, con un municipio paralizado por internas, denuncias de opacidad y falta de gestión real, Castagnino decide profundizar su aislamiento y encerrarse en el confort de los apellidos históricos, esos que garantizan obediencia, silencio y complicidad. Nada de aire fresco. Nada de renovación. Sólo más de lo mismo. ¿Hasta cuándo se va a tolerar esta reproducción infinita de nombres que ya fracasaron? ¿Quién va a explicar por qué las decisiones políticas en plena democracia siguen respondiendo a pactos de linaje? La intendenta se desmarca del presente, pero asegura su lugar en el álbum familiar del poder: los mismos de siempre, en los mismos cargos, con las mismas recetas, gobernando para los suyos.
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