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» Primerochaco
Fecha: 05/05/2025 10:39
La Kosmos 482 fue lanzada por la Unión Soviética en 1972 con destino a Venus. Reingresará a la atmósfera terrestre entre el 7 y el 13 de mayo de 2025. Diseñada para soportar condiciones extremas, podría impactar la superficie intacta. Una reliquia de la carrera espacial soviética, la sonda Kosmos 482, está a punto de regresar a la Tierra tras 53 años atrapada en órbita. Lanzada en 1972 con la misión de explorar Venus, un fallo técnico la condenó a vagar sin rumbo. Ahora, expertos predicen su reingreso incontrolado para la segunda semana de mayo, alertando sobre un riesgo “similar al de un meteorito” debido a su robustez. Una misión fallida El 31 de marzo de 1972, la Unión Soviética lanzó la sonda Kosmos 482 desde el cosmódromo de Baikonur, Kazajistán, con el objetivo de aterrizar en Venus. Con un diseño similar al de la exitosa Venera 7, la sonda estaba equipada para resistir temperaturas de 465 °C, presiones 90 veces superiores a las de la Tierra y una atmósfera corrosiva de dióxido de carbono y ácido sulfúrico. Sin embargo, un temporizador mal configurado y un fallo en el motor del cohete Molniya impidieron que la nave escapara de la órbita terrestre, por lo que quedó atrapada en una trayectoria elíptica de 210 a 9.800 km de altitud. Tras el lanzamiento, la nave se fragmentó en cuatro partes. Dos de ellas, de menor tamaño, cayeron en Nueva Zelanda días después, mientras que el módulo de aterrizaje, de 495 kilos y un metro de diámetro, y una unidad de motor permanecieron en órbita. Es este módulo, una esfera de titanio con protección térmica reforzada, el que ahora amenaza con impactar la Tierra. Predicciones y riesgos El astrónomo neerlandés Marco Langbroek, experto en seguimiento de satélites, ha seguido la trayectoria de Kosmos 482 durante años. En un reciente análisis, estimó que la sonda reingresará a la atmósfera el 10 de mayo de 2025, con un margen de error de ±2.8 días, lo que sitúa el evento entre el 7 y el 13 de mayo. La predicción se ve complicada por la actividad solar, que expande la atmósfera terrestre y aumenta la resistencia para objetos en órbita. A diferencia de la mayoría de los desechos espaciales, que se desintegran al reingresar, Kosmos 482 fue diseñada para soportar condiciones extremas, lo que incrementa la probabilidad de que sobreviva intacta. Langbroek compara el impacto potencial con el de un meteorito, con una velocidad estimada de 242 km/h. Aunque el riesgo para la población es bajo, “no es nulo”, especialmente porque el módulo podría caer en cualquier punto entre las latitudes 52° norte y 52° sur, una franja que incluye zonas pobladas. La Sociedad de Astronomía del Caribe (SAC) señaló que, en caso de acercarse a zonas habitadas, la sonda podría verse como un meteoro brillante, con fragmentaciones leves durante su descenso. Sin embargo, dado que el 70% de la Tierra es océano y muchas áreas terrestres están despobladas, la probabilidad de daños significativos es mínima. Desafío para la vigilancia espacial La reentrada incontrolada de Kosmos 482 pone de relieve los desafíos de gestionar la basura espacial, un problema creciente con más de 27.000 objetos rastreados en órbita. Aunque los protocolos internacionales de vigilancia están activos, la resistencia de esta sonda y la incertidumbre sobre su trayectoria dificultan las predicciones precisas. El astrofotógrafo Ralf Vandebergh, quien capturó imágenes recientes de la sonda, sugirió que su paracaídas podría haberse desplegado accidentalmente en el espacio, añadiendo complejidad al análisis. La NASA, por su parte, confirmó que algunas partes de la sonda podrían llegar a la superficie sin desintegrarse, pero no ha emitido alertas específicas de riesgo. En contraste, la caída de Kosmos 482 ha generado interés científico, ya que su estructura ofrece una oportunidad única para estudiar la resistencia de materiales espaciales tras décadas en el vacío. La vieja carrera espacial Kosmos 482 es un vestigio de la carrera espacial, un período de intensa competencia entre la Unión Soviética y Estados Unidos. Mientras sondas como Venera 8 lograron aterrizar en Venus y transmitir datos durante 50 minutos, Kosmos 482 se convirtió en un símbolo de los riesgos y fracasos de la exploración espacial. Su caída marca el fin de una era, pero también un recordatorio de la necesidad de desarrollar tecnologías para gestionar desechos orbitales. En redes sociales, la noticia ha generado curiosidad y algo de inquietud. Usuarios en X han destacado la ironía de que una sonda diseñada para Venus termine como “un meteorito” en la Tierra, mientras otros piden mayor transparencia sobre las zonas de posible impacto.
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