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Federal » El Federaense
Fecha: 04/05/2025 21:05
La situación actual del fútbol femenino en Colombia ha tomado un nuevo giro tras las polémicas declaraciones de Eduardo Dávila, el principal accionista del Unión Magdalena. La defensora del Pueblo, Iris Marín Ortiz, no ha dudado en calificar sus afirmaciones como una manifestación de machismo violento. Dávila afirmó que bajo su dirección no habría espacio para un equipo femenino, argumentando que el fútbol “no es un deporte para la mujer”. Marín Ortiz, enérgica y clara, utilizó las redes sociales para expresar su indignación, señalando que este tipo de comentarios no solo excluyen a las mujeres del ámbito deportivo, sino que crean barreras que impiden su desarrollo tanto como futbolistas como aficionadas. La Discriminación Inadmisible “Lo que ha dicho el señor Dávila no solo es una expresión de machismo violento: es una forma de discriminación inadmisible”, enfatizó la defensora. Estas declaraciones se dan en un contexto donde ya es evidente la lucha por la equidad de género en el deporte colombiano, y limitan las oportunidades para las mujeres en disciplinas que deberían ser inclusivas. Un Empresario con un Pasado Controvertido Marín Ortiz no dejó de lado la trayectoria polémica de Dávila, el cual ha sido señalado por su vinculación en casos graves como narcotráfico y corrupción, así como su involucramiento en un caso de feminicidio relacionado con la muerte de su primera esposa. “Hablamos de una persona con un historial violento que ahora se permítase decidir sobre el futuro de las mujeres en el fútbol”, comentó la defensora. La Necesidad de un Cambio Las palabras de Iris Marín Ortiz resaltan la urgencia de erradicar actitudes que normalizan la discriminación. Dávila, en una entrevista, sugirió que las mujeres deberían dedicarse a deportes “más femeninos” como el tenis o la natación, desestimando su capacidad para competir al más alto nivel en el fútbol. Este comportamiento es inaceptable, sobre todo en un momento donde el fútbol femenino en Colombia está comenzando a recibir el apoyo y reconocimiento que merece. Gracias a grandes talentos como Linda Caicedo y Catalina Usme, la selección femenina ha alcanzado importantes logros internacionales, abriendo puertas para futuras generaciones de futbolistas. Sin embargo, aún enfrentan importantes obstáculos culturales y estructurales que deben ser superados. “No podemos permitir que estas actitudes sean normalizadas. Es una situación que no debe ser ignorada”, concluyó Marín Ortiz, instando a la sociedad a reflexionar sobre la necesidad de un cambio de paradigma que garantice la igualdad de género y los derechos humanos en todos los espacios, incluyendo el deporte.
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