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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 03/05/2025 13:02
En un rincón fértil del litoral, donde el citrus fue rey durante décadas, hoy la vid vuelve a crecer con fuerza. La vitivinicultura en Concordia está atravesando un renacer, con bodegas que se animan a apostar por vinos frescos, jóvenes y con una identidad bien marcada. El desafío ya no es solo producir, sino conquistar paladares y posicionarse en góndolas como una opción de calidad con sello entrerriano. Uno de los referentes de este nuevo impulso es Edgardo Siandra, de la bodega familiar Siandra Hermanos, ubicada en Colonia Ayuí. Con más de tres décadas de experiencia en la producción citrícola y doce años dedicados a la vid, el productor resume el momento con una frase clara: “Actualmente en la región se producen en su mayoría vinos jóvenes, con gran presencia en nariz y boca del terruño”. Los vinos entrerrianos, explica, se destacan por ser “muy frutados” y “muy frescos”, lo que responde al tipo de suelo, al clima y al modo de elaboración artesanal. “Nosotros como bodega queremos seguir en esa línea, donde marcamos esa diferencia que nos destaca y tener esa identidad que nos representa”, expresó a Despertar Entrerriano. Del viñedo a la copa, sin intermediarios Lejos de los grandes circuitos comerciales, el crecimiento del sector en Concordia avanza sobre pilares sólidos: contacto directo con el consumidor, venta en bodega y una reputación que se construye boca a boca. “Las ventas en gran parte son directamente al público en la bodega”, detalló Siandra, valorando el ida y vuelta con quienes visitan su emprendimiento. Ese vínculo, asegura, es clave: “Es lo que nos va ayudando, porque ese público genera un boca a boca que, de a poco y orgánicamente, hace que se interesen vinotecas, regionales, como también algunos restaurantes”. Vino, turismo y experiencias: un combo irresistible Las bodegas del departamento ya no son solo espacios de producción: se han transformado en verdaderos destinos turísticos. Con visitas guiadas, degustaciones y tardes de relax entre viñedos, la propuesta atrae cada vez más a locales y visitantes. “Somos un atractivo importante que cuenta la ciudad, donde la gente tiene algo más para hacer los fines de semana y que también es una opción más para los turistas”, destacó Siandra. La combinación de vino, gastronomía y naturaleza potencia la oferta. A las copas de vino local se suman picadas artesanales, productos regionales, música en vivo y la posibilidad de conocer de cerca el proceso productivo. El resultado es un turismo vivencial, de cercanía, con sabor y con historia. “El último finde largo de Semana Santa tuvimos más de 150 personas”, señaló el productor, orgulloso del movimiento que generan estas propuestas que integran producción, cultura y hospitalidad. “Entre Ríos, Entre Viñas”: el gran evento que llega a Concordia El sector vitivinícola también empieza a recibir un respaldo institucional cada vez más visible. Desde el área de Turismo de Concordia, reconocen que este crecimiento va más allá del vino: representa una oportunidad estratégica para diversificar la economía local y posicionar a la ciudad como destino de experiencias. En diálogo con Despertar Entrerriano, el subsecretario de Turismo, Laureano Schvartzman, remarcó que “la vitivinicultura nos interesa muchísimo desde el turismo, primero porque se están produciendo vinos de gran calidad y también porque estas bodegas ofrecen experiencias muy vinculadas a la gastronomía, la naturaleza y el turismo rural”. Y anticipó una novedad que promete ser un hito para la actividad: “Estuvimos trabajando desde el año pasado para concretar, y se va a realizar en septiembre, el evento ‘Entre Ríos, Entre Viñas’, que por primera vez se hace en Concordia. Lo organizamos junto a la Asociación de Vitivinicultores de Entre Ríos, y busca visibilizar todo lo que está pasando con el vino entrerriano”. El evento incluirá exposiciones, degustaciones, charlas y espectáculos, con el objetivo de atraer tanto al público general como a quienes trabajan en la cadena turística y gastronómica. “Es una manera de fortalecer este producto turístico y trabajar codo a codo con el sector privado”, agregó Schvartzman. Volver al mapa, con vino propio Durante décadas, Entre Ríos fue una de las provincias vitivinícolas más activas del país, hasta que en 1935 una medida nacional prohibió el desarrollo de la vid en esta región, favoreciendo otras zonas como Mendoza y San Juan. Hoy, esa historia comienza a corregirse. El desafío no es menor: ganar espacio en góndolas, obtener reconocimiento como vino de origen entrerriano y competir en calidad con etiquetas más consolidadas. Pero quienes forman parte de este renacimiento tienen claro su norte: producir con identidad, crecer de forma sustentable y convertir al vino en una carta de presentación de la región. Con cada cosecha, Concordia reafirma su potencial. Y con cada copa servida, los vinos del litoral vuelven a reclamar el lugar que históricamente les pertenece en el mapa de los grandes vinos argentinos. Fuente: Despertar Entrerriano
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