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» Diario Cordoba
Fecha: 03/05/2025 11:52
En 1994 el Ayuntamiento de Pozoblanco, con el socialista Antonio Fernández de alcalde, decidió comprar el monasterio de Pedrique a Aurelio Teno. La decisión creó una controversia que siguió en años sucesivos con el acuerdo suscrito con el ya fallecido artista y la posterior creación de una Fundación que no dio los frutos esperados ni tan siquiera llegó a ser fecunda. La sombra de Pedrique es alargada y ahora cubre la actualidad pozoalbense por las últimas declaraciones realizadas por el alcalde de la localidad, Santiago Cabello, aludiendo a que «no es de recibo que de tener centenares de obras hayamos pasado a no tener prácticamente ninguna». Monasterio de Pedrique. / CIET Los Pedroches Para entender esta situación hay que situarse en 1994 cuando la adquisición de la finca se ejecutó por 23 millones de pesetas, pero a esa compra hubo que sumar otros acuerdos económicos y contractuales. Así, se acordó abonar con carácter vitalicio -mientras viviera el artista o su cónyuge- 250.000 pesetas al mes en concepto de indemnización por la explotación agropecuaria de la finca, así como por la conservación de las obras escultóricas exteriores. Del mismo modo, se acordaba que el vendedor -Aurelio Teno- se reservaba el derecho de vivir en determinados espacios igualmente con carácter vitalicio hasta producirse el «óbito del último de los cónyuges». Luego, el Ayuntamiento intervendría en la finca para su remodelación y, tras una inversión de 480.000 euros, abrió sus puertas en 2003 y se creó la Fundación Aurelio Teno. Las obras, según recogen las crónicas de la época, se centraron en cuatro zonas principales, el salón de conferencias, dos salas de exposiciones y el centro de recepción de visitantes, además de la creación de terrazas y habilitado nuevos pasos para facilitar la circulación de los visitantes. Respecto a la Fundación, destacaba la creación de un centro cultural en Pedrique encargado de promover la investigación artística y que permitiera atraer las iniciativas de jóvenes creadores. Las obras de artes Los objetivos de la Fundación se quedaron en eso, en buenas intenciones que no llegaron a buen puerto y en 2010 -con el gobierno de PP y PA- se procedió a la disolución de esta entidad. Pero, ¿qué pasó con las obras de arte propiedad del Ayuntamiento? Lo cierto es que el primer edil pozoalbense cometió un error de cuantificación en sus últimas declaraciones porque el Consistorio nunca fue propietario de centenares de piezas y para sustentar esta afirmación basta con acudir al acuerdo plenario donde se aprobó la compra de Pedrique. Imagen del monasterio de Pedrique. / Córdoba En uno de los apartados se especifica que únicamente será las esculturas exteriores existentes en ese momento, así como las que se pudieran generar en el futuro, las adscritas a la finca y las donadas por Aurelio Teno al Ayuntamiento. Las esculturas objeto de donación se especifican en un documento anexo y alcanzan la cifra de 34, tasadas por el propio artista en 23,2 millones de pesetas. Respecto a las generadas, un informe de 2014 las detalla y no superan la veintena. ¿Por qué se habla entonces de expolio? Aquí entra en juego otra fecha importante: 2014. Varios técnicos del Ayuntamiento se personan en Pedrique con el objetivo de iniciar el cotejo de las obras artísticas adscritas a la propiedad. Hay que recordar que Aurelio Teno murió en febrero de 2013, pero que la viuda podía seguir disfrutando de la parte de la propiedad acordada. El informe realizado en mayo de aquel año, al que ha tenido acceso este periódico, hace un recorrido por las obras de arte con fotografías, su lugar, su disposición y su estado de conservación en base a un inventario anterior (2007) y, del mismo modo, se informa a la familia del artista que el traslado de esas obras tiene que ser comunicado al Ayuntamiento por ser el propietario señalándose que en 1998 se sustrajo la obra Torso de mármol negro tras ser trasladada para una exposición en Diputación. A las 34 piezas inventariadas, de las que faltan tres se suman las adscritas a lo largo de estos años que no llegan a las diez. Intento de movimiento Dos meses después, el 2 de julio, responsables políticos tienen conocimiento de que en la finca se están produciendo movimientos que implican traslados de obras de arte y hasta allí se desplaza la Guardia Civil, la Policía Local y varios técnicos del Consistorio. La situación que se encuentran, según el informe policial al que ha tenido acceso este periódico, alude a que parte del mobiliario y diversas obras de arte ya han sido embaladas y se encuentran listas para ser cargadas y transportadas fuera de la finca. Las autoridades instan a la hija del artista a cesar de este empeño porque hay obras que son de titularidad municipal y se aprecia que van a ser trasladadas al estar fuera de su ubicación habitual y, lo que es más significativo, embaladas. La situación se resuelve y, a continuación, se hace otro informe para saber qué queda de ese inventario. En todo este galimatías, el Ayuntamiento pierde un torso de bronce, dos cabezas, 10 cabezas de cabras/vacas y 5 animales de bronce, además desaparece una campana como parte del inmueble y la lanza de la escultura Caballo y quijote. Ese es el «expolio», es decir, hay piezas desaparecidas pero en ningún caso serían «centenares» porque el Ayuntamiento jamás fue titular de esa cuantía de obras de Teno. Suscríbete para seguir leyendo
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