Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • La Capilla Sixtina, escenario del cónclave papal y un símbolo del Vaticano

    Parana » El Once Digital

    Fecha: 02/05/2025 19:30

    Construida entre 1473 y 1481 bajo el pontificado de Sixto IV, la Capilla Sixtina es uno de los espacios más emblemáticos del Vaticano. Su nombre deriva precisamente de ese Papa, quien encargó su edificación sobre la base de una capilla anterior. Desde el siglo XV, ha sido escenario de importantes ceremonias litúrgicas, y desde 1492, se convirtió en el recinto oficial para los cónclaves en los que se elige al Sumo Pontífice. Las proporciones de la capilla siguen las del Templo de Salomón descrito en el Antiguo Testamento: 40,9 metros de largo por 13,4 metros de ancho. Aunque su arquitectura externa es sobria, su interior es un despliegue impresionante de belleza artística y devoción cristiana. El legado de Miguel Ángel: un techo que narra el Génesis Entre 1508 y 1512, el genio renacentista Miguel Ángel Buonarroti pintó el techo de la Capilla Sixtina por encargo del Papa Julio II. En esta imponente obra, que cubre más de 500 metros cuadrados, se representan nueve escenas del libro del Génesis, entre ellas la célebre "Creación de Adán", donde los dedos de Dios y el hombre casi se tocan en un gesto que simboliza la chispa divina de la vida. El artista trabajó solo, en andamios diseñados por él mismo, enfrentando dificultades técnicas y físicas. Años después, entre 1536 y 1541, Miguel Ángel regresó a la capilla para pintar el Juicio Final en la pared del altar. Esta obra monumental, cargada de dramatismo y movimiento, muestra la segunda venida de Cristo y la resurrección de los muertos, y fue en su momento objeto de polémica por la representación de desnudos, que luego fueron parcialmente cubiertos por otros artistas. El arte al servicio de la fe y de la elección papal Además de Miguel Ángel, otros grandes maestros del Renacimiento participaron en la decoración de la Capilla Sixtina, como Sandro Botticelli, Pietro Perugino, Domenico Ghirlandaio y Cosimo Rosselli. En sus frescos laterales se representan escenas del Antiguo y Nuevo Testamento, creando un paralelismo entre la vida de Moisés y la de Jesús. El conjunto de obras no solo tiene valor artístico, sino también simbólico: representa el hilo conductor de la historia de la salvación, uniendo las raíces judías y cristianas del papado. Es en este espacio, rodeados de siglos de historia y de belleza, donde los cardenales se reúnen en absoluta reserva para elegir al nuevo Papa. La elección se realiza tras un complejo proceso de votaciones, que finaliza con la famosa fumata blanca, visible desde la Plaza San Pedro. Un escenario único para un momento crucial de la Iglesia La Capilla Sixtina no es solo un museo de arte sacro, sino también un lugar profundamente espiritual. Durante los cónclaves, se convierte en el centro del mundo católico. Cada rincón, cada fresco, cada detalle arquitectónico refuerza la solemnidad del acto que allí se celebra: la elección del nuevo Vicario de Cristo. Mientras el mundo espera conocer al sucesor de Francisco, la Capilla Sixtina vuelve a ser el corazón palpitante de la Iglesia. Una vez más, sus muros milenarios serán testigos de la historia.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por