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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 30/04/2025 02:34
Fotografía de archivo donde se ve a personas recorriendo el Parque Nacional de Iguazú, en Puerto Iguazú (Argentina). EFE/ Juan Ignacio Roncoroni ARCHIVO El vínculo que conecta al dólar con el turismo, que a menudo trasciende lo financiero, es explicado por algunos economistas como un “ciclo turístico”: cuando el peso se aprecia, los argentinos viajan más al exterior; cuando se devalúa, llegan más turistas extranjeros. ¿Qué pasará en el escenario actual? Todavía está por verse, pero los números publicados por el Indec para el primer trimestre son bastante contundentes. Entre enero y marzo viajaron más de 5 millones de argentinos al exterior y el turismo dejó un déficit de USD 1.236 millones, lo que sugiere que será un nuevo año de balance negativo para la actividad turística internacional. “Con el nuevo esquema de flotación cambiaria aún no queda claro qué sucederá si se reducirán los incentivos para viajar al exterior, si los extranjeros vendrán nuevamente hacia Argentina por que aún no sabemos cuál será el nuevo tipo de cambio más estable. Probablemente, si va hacia la base de la banda de flotación, los incentivos de viajes y compras en el exterior continúen”, detalló Damián Di Pace, director de la Consultora Focus Market. “Pero como todo en la Argentina, los comportamientos económicos rara vez siguen una línea previsible. Las relaciones entre el tipo de cambio, los flujos turísticos y los contextos políticos están atravesadas por factores estructurales que matizan —y a veces contradicen— lo que se espera", agregó. En los años en los que el tipo de cambio tendió a apreciarse —2015, 2016, 2017, 2022 y 2024— el turismo emisivo superó de manera constante al receptivo. Es decir, hubo más argentinos viajando al exterior que extranjeros ingresando al país. “Si bien esto coincide con la teoría general sobre la relación entre tipo de cambio y turismo, lo notable es que la diferencia no es abrupta: en todos los casos, la brecha entre turismo emisivo y receptivo se mantuvo dentro de un rango moderado. En 2017, por ejemplo, el turismo emisivo representó el 61% del total, contra un 39% de turismo receptivo, marcando el punto más alto de la serie”, comentó Di Pace. Cabe mencionar que se excluyeron del análisis los años 2020 y 2021 del análisis debido a las restricciones de movilidad impuestas por la pandemia. En la situación contraria, en los años donde se observó una depreciación significativa del tipo de cambio —2018, 2019 y 2023— hubo un aumento del turismo receptivo, debido a que se volvió más accesible para los visitantes extranjeros. Sin embargo, los datos no muestran un vuelco claro en la balanza turística. A lo largo del período analizado (2015-2025), el país mantuvo de manera constante un saldo turístico negativo. En todos los años —incluso en aquellos donde el tipo de cambio jugaba a favor del turismo receptivo— la cantidad de argentinos que viajaron al exterior fue superior a la de turistas extranjeros que ingresaron al país. “Este déficit sostenido sugiere que la relación entre tipo de cambio y flujos turísticos no es lo suficientemente fuerte como para alterar de fondo los patrones de movilidad internacional. Factores como la propensión al turismo emisivo, el poder adquisitivo relativo de ciertos segmentos de la población y la infraestructura turística local juegan papel decisivo”, opinaron desde la consultora. “En 2025 parecería no ser la excepción de apreciación del tipo de cambio a pesar de la corrección crawling peg acordadas con el FMI. Cuando la moneda de un país se aprecia frente a otras, significa que con la misma cantidad de dinero local se pueden comprar más bienes y servicios en el extranjero. Para los turistas argentinos, esto se traduce en: Pasajes aéreos más baratos, hospedaje, comida, transporte y compras más accesibles en el destino y mayor capacidad para viajar más lejos o por más tiempo”. Este escenario, entonces, anticipa que el turismo emisivo podría seguir aumentando en los próximos meses, algo que seguramente se visibilizará con los tours de compras a Chile, Uruguay y otros países vecinos. “Algo interesante, es que hacia adelante tendremos apreciación del tipo de cambio, junto con una desinflación, un escenario muy poco usual para la Argentina. Vamos a ver cómo reacciona el turismo ante este escenario”, comentó el especialista.
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