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Rio Negro » Adn Rio Negro
Fecha: 29/04/2025 09:43
(ADN).- La elección del domingo fue lógica: ganaron los oficialismos. No hubo batacazos y los intendentes ratificaron su poderío territorial. Sin embargo, a Juntos Somos Río Negro la contienda municipal le sirvió para mostrar cinco (de nueve) triunfos, poner proa a octubre confrontando con el peronismo, e instalarle a ese adversario la duda del poder de daño que le generan sus divisiones internas. Para muestra alcanza Jacobacci. El oficialismo se impuso por escaso margen al PJ, aprovechando que Silvia Horne armó una lista de Comunidad Organizada. Así, Juntos y sus aliados de la UCR y REDES obtuvieron 1.191 votos contra Unidad por Jacobacci (el peronismo unido: doñatismo y sorismo) y 427 de Comunidad. La sumatoria de votos del sector panperonista hubiese significado la derrota de la lista que auspiciaba Alberto Weretilneck. Con eso le alcanzó al Gobernador para sacar chapa de ganador y asentar la idea que Juntos es competitivo, un resultado que también sirve para construir un relato y una épica que le faltaba al provincialismo, que marcha tercero en todas las encuestas que miden las preferencias de los rionegrinos para octubre. Inmediatamente, Facundo López salió a marcar la «consolidación» de Juntos, y el «fin de ciclo del kirchnerimo». Así, el presidente del bloque oficialista, adelantó la jugada de confrontar contra el peronismo en octubre. En el Gobierno están convencidos que el espacio libertario de Milei ganará en Río Negro, y que solo queda «pelear» por el segundo puesto. Ese escenario requiere de «romper» al PJ. En la administración provincial también insisten en no confrontar abiertamente con Milei. Según los consultores políticos (socios de Santiago Caputo), Juntos comparte electorado con el presidente, y las mediciones muestran que baja la imagen del partido o sus refentes cuando critican al Jefe de Estado. En rigor, la elección del domingo no determina las nacionales. Si así fuera, el PRO o los candidatos afines al «cambio» o la «motosierra» hubiesen tenido mejores actuaciones. Es un caso similar al de Santa Fe, que tanto replican los voceros de Juntos como meta a lograr. La contienda en aquella provincia fue ganada por el oficialismo, entre otras cosas, porque llevaba al gobernador Maxiliano Pullaro en cabeza de lista y elegía constituyentes para una reforma, lo que provincializó al máximo la contienda. También ayudó que el peronismo y los libertarios fueron dividos. De todos modos, Juntos le instala la duda al peronismo, lo interpela. Previendo los resultados del domingo, la intendenta de Roca, María Emilia Soria, salió al territorio. Y además de pedir el acompañamiento a los candidatos en las ciudades en disputa, hizo foco en la unidad de octubre. En ese marco, alentó su candidatura a gobernadora. Pero por qué adelantar tanto el juego? Para mandar un mensaje interno: sin 2025 no hay 2027. El sorismo leyó la jugada de Horne como un desafío a la alianza que Roca planteó con el senador Doñate. También ve cómo el ex diputado Pablo Barreno reúne tropa contra «el dedo» elector de Buenos Aires. Hay sectores que entendieron que la unidad es urgente y necesaria, pero otros la desafían. En Río Negro se replica una lógica nacional de enojo con La Cámpora y se busca enfrentarla. Todos miran al caudillo bonaerense que alienta la rebelión contra el grupo de Máximo Kirchner para provocar una renovación en el peronismo, y devolverle a los gobernadores poder. Indudablemente, el Instituto Patria tendrá una fuerte gravitación en el armado de las listas y Doñate se perfila sin problemas a ocupar el primer lugar en la lista de senadores. Para evitar más ruido, el peronismo intentará cerrar filas y poner como prenda de unidad la idea de volver a gobernar la provincia, de la mano de María Emilia. Esa premisa debería calmar a los críticos (todos de buena relación con la municipalidad de Roca), apretar los dientes y unir esfuerzos. Si la lista del peronismo -que será la columna vertebral del frente anti Milei- queda tercero, no hay futuro. Juntos lo lee y va por todo. El oficialismo ya vio que la alianza Soria-Doñate está sólida y apelará al peronismo verde (que conduce Pedro Dantas) como herramienta de ruptura interna. «Son el caballo de Troya», bromea un dirigente pero su frase encierra certeza. Además pretende alentar, no solo al triángulo Aguiar-Canosa-Echepareborda, sino también al Movimiento Evita si es necesario. El partido de Juan Perón confía en que las próximas elecciones nada tendrán que ver con las del domingo, y que la unidad está en un camino sólido. Pero no puede perder ni un voto. Su caudal histórico ronda los 100 mil votos y con eso es competitivo. También le sirve para ganar si tiene valor agregado (Kolina, Frente Grande, Nuevo Encuentro, Patria Grande, CGT, alguna de las CTA, etc.) porque su caudal podría aumentar. En consecuencia, no solo necesita de una unidad sólida (con listas que representen a todos los espacios) sino también de la unidad libertaria. Así, diseña recrear la polarización nacional y discutir, como el resto del país, si vota a favor en contra de Milei.
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