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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 28/04/2025 12:48
Cristóbal López Romero, arzobispo de Rabat, contó qué se habló en la reunión, previa al cónclave Cristóbal López Romero, cardenal y arzobispo de Rabat, habló luego de la reunión donde se confirmó la fecha del próximo cónclave, estipulada para el 7 de mayo: “Lo que pretendemos es conocernos y la manera de hacerlo es expresándonos”. “Cada cardenal tiene el derecho de tomar la palabra y expresar cómo ve el mundo, como ve la Iglesia, cuáles son los desafíos a afrontar y, en consecuencia, qué tipo de persona sería la más adecuada para responder a esos desafíos. Es una manera de enriquecernos mutuamente porque nos abrimos los ojos los unos a los otros”, destacó López Romero en radio Mitre. El Cardenal y Arzobispo de Rabat, Cristobal Lopez Romero, desde Roma (REUTERS/Claudia Greco). En este sentido, señaló que la visión del mundo de cada uno de los cardenales es “muy distinta” y, por lo cual, la misión de la iglesia con respecto al mundo se tiñe de esa misma realidad que uno vive. Es por eso que rechazó cualquier tipo de etiqueta, en relación con el pensamiento que puede tener cada integrante de la Iglesia: “Esto está muy lejos de las clasificaciones del mundo periodístico, de progresistas o conservadores. Son clasificaciones que son al pedo, cada persona es distinta y la riqueza de cada persona no se puede encasillar y etiquetar con un adjetivo”. El cónclave será el próximo 7 de mayo. (EFE/Radek Pietruszka POLAND OUT). El cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco comenzará el 7 de mayo, decidieron el lunes los cardenales de la Iglesia católica en medio de la expectativa que despierta la elección del nuevo líder espiritual de 1.400 millones de fieles. El portavoz del Vaticano informó la fecha, al tiempo que el Museo Vaticano anunció el cierre de la Capilla Sixtina, la majestuosa estancia adornada con los célebres frescos de Miguel Ángel, situada en el Palacio Apostólico. La Capilla Sixtina será la sede del cónclave para definir al nuevo papa (AP Foto/Pier Paolo Cito, Archivo). Los cardenales participarán el próximo miércoles en una misa solemne en la Basílica de San Pedro del Vaticano, tras la cual los que tengan derecho a voto -menores de 80 años- pasan a encerrarse para votar en un proceso secreto que puede durar varios días. En este punto, el arzobispo rechazó la idea de ser el próximo papa; y afirmó: “Si a alguien dice que le gusta ser papa y que quiere serlo, o es un inconsciente o busca el poder; y ambas cosas son malas. O está mal de la cabeza o del corazón”. También destacó el rol de la curia vaticana, ya que, dentro de ella, hubo personas que colaboraron “100% con el papa” para llevar adelante las propuestas que el Sumo Pontífice hacía. Legado y sentimiento Por otro lado, López Romero estableció que el legado del Papa Francisco quedó a medio construir: “Él decía que pretendía iniciar procesos más que organizar eventos; él inició bastantes procesos diferentes, de esos que duran décadas”. Después ejemplificó con la sinodalidad, la idea de una iglesia en salida y el diálogo interreligioso y ecuménico. “Francisco nos reconectó con el evangelio y hacernos beber de la más prístina tradicional y lanzarnos al futuro, poniéndoles a la altura del mundo de hoy”, resaltó. Por último, el arzobispo de Rabat, que fue nombrado como cardenal hace seis años por el propio Bergoglio, confirmó que visitó la tumba del papa argentino en Santa María la Mayor: “Fue mucha emoción y con ganas de llorar un poco. Él iba a rezar ahí cada vez que salía de viaje. Él fue padre, hermano mayor, amigos y un ejemplo de buen pastor, él me inspiró mi acción concreta en la diócesis donde estoy”. Un hombre toma fotos de la tumbra del papa Francisco tras la apertura de la basílica de Santa María la Mayor en Roma a los fieles en Roma, el domingo 27 de abril de 2025. (AP Foto/Alessandra Tarantino) La elección de la Basílica de Santa María la Mayor como lugar de sepultura responde a una profunda conexión espiritual y emocional del Papa Francisco con este antiguo santuario mariano. A lo largo de su pontificado, el argentino solía detenerse allí antes y después de cada viaje apostólico, para encomendar sus intenciones y agradecer la protección de la Virgen María, a quien veneraba bajo el título de “Salus Populi Romani” (Protectora del Pueblo Romano). En su testamento, Francisco expresó: “Deseo que mi último viaje terrenal termine precisamente en este antiguo santuario mariano, donde siempre me detengo a rezar al inicio y al final de cada viaje apostólico”.
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