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  • Mientras el expresidente de Brasil continúa internado – Real Noticias

    Concordia » Realnoticias

    Fecha: 28/04/2025 08:52

    Desde Brasilia Sonaron las alertas en el entorno de Jair Bolsonaro. La prisión del expresidente Fernando Collor de Mello ocurrida el viernes pasado por orden del Supremo Tribunal Federal, causó preocupación en el hospital donde permanece internado el capitán retirado convaleciente de una cirugía. Según dirigentes de esa corriente de ultraderecha, el arresto de Collor puede ser el precedente de un eventual prisión de Jair Mesias Bolsonaro a quien el Supremo le abrió un proceso – en el que también fueron imputados generales y coroneles -por cinco delitos, entre los que se destacan los de golpe de Estado e intento de abolición violenta del estado democrático de derecho-. Fuentes ligadas al político hospitalizado, dijeron a los diarios O Globo y Estado que el Supremo ordenó el arresto de Collor después de rechazar una nueva apelación de sus abogados para retrasar la aplicación de una sentencia a ocho años y diez meses de prisión. Y que ese gesto indicaría que la Corte no permitirá recursos para retrasar el proceso contra los involucrados en el golpe de 2023 para derrocar y asesinar a Luiz Inácio Lula da Silva. Dilación e internación En el equipo de abogados contratados por Bolsonaro, a la cabeza del cual está el prestigioso y muy bien pago doctor Celso Berardi, se fijaron como prioridad postergar el proceso mediante una catarata de apelaciones y la nominación de testigos que demoren su comparecimiento ante los jueces. Junto a esas maniobras jurídicas fueron montadas acciones de impacto mediático y movilizaciones en reclamo de una amnistía, que garantizaría la impunidad de los golpistas. Con ello se busca demorar hasta 2026 – año de elecciones presidenciales – una probable condena y una posible prisión del caudillo internado , sin previsión de alta, en un hospital de Brasilia. Agravios Siguiendo ese plan dilatorio, Bolsonaro increpó a una oficial de justicia que el miércoles pasado se presentó en el hospital DF Star para requerirle que firme el acta donde fue notificado del inicio del procesamiento por golpe de Estado. Fueron once minutos en los que el militar retirado hizo alegaciones inusitadas delante de la empleada del Supremo. El paciente, con una sonda en la nariz, llegó a comparar a la funcionaria con los agentes al servicio de “Hitler” encargados de enviar prisioneros a las “cámaras de gas”. La perorata fue filmada por tres cámaras ubicadas estratégicamente por el equipo de propaganda bolsonarista dentro de la sala de terapia intensiva. Una versión editada de la conversación entre Bolsonaro y la representante del Supremo fue reproducida simultánea y coordinadamente en decenas de perfiles de extrema derecha en la noche del miércoles pasado. Junto a las imágenes fueron posteados textos sobre el fin de la democracia en Brasil donde imperaría un sistema totalitario controlado por la Corte y el “comunista” Lula da Silva. A pesar de ser sometida a once minutos de amenazas más o menos explícitas, la empleada del Poder Judicial permaneció al lado de la cama ortopédica hasta que el imputado estampó su firma al acta en cuestión poco antes del mediodía del 23 de abril, fecha a partir de la cual tendrá cinco días hábiles para entregar su defensa. Con ese acting Bolsonaro logró impacto en las redes y gracias a la internación dio un paso en su intención de dar de demoras a la causa. Retrasó doce días el plazo para que comience formalmente el proceso en su contra, ya que los otros siete acusados firmaron sus respectivas notificaciones judiciales a partir del 11 de abril. Denuncias Ante el destrato contra la servidora pública, el Sindicato Nacional de Oficiales de la Justicia Federal “repudió” la conducta de Bolsonaro. A través de un documento el gremio anunció que debe procesar al capitán retirado por una serie de razones, como el intento de no acatar una orden del Supremo. A la vez el sindicato criticó la grabación “indebida” de la conversación con la funcionaria y su posterior divulgación de forma “sensacionalista” en las redes. Asociación de médicos La espectacularización de la internación del paciente de setenta años en una habitación de tratamientos intensivos en uno de los hospitales más caros del país también preocupa a al Consejo Regional de Medicina de Brasilia. La entidad envió un oficio al hospital DF Star para recordarle que el ingreso de personas a ese tipo de habitaciones debe ser restringido al máximo. En el oficio, el Consejo Regional anuncia la apertura de una investigación que puede derivar en algún tipo de sanción al centro médico privado cuya sala de terapia intensiva fungió de estudio televisivo entre el lunes y viernes pasados. Allí Bolsonaro concedió una entrevista al canal SBT, fue la estrella de una transmisión en vivo de más de dos horas en las redes sociales con sus hijos y el excampeón de Fórmula Uno, Nelson Piquet y se reunió con el presidente de su partido, Valdemar da Costa Neto. Por fin el viernes acompañó desde su lecho, con el rostro exhausto (acaso sobreactuando su padecimiento) una declaración del pastor Silas Malafaia. Entre soportes para fluidos intravenosos y un electrocardiógrafo el predicador evangélico maldijo al Supremo y deslizó sus habituales amenazas sobre un alzamiento popular derechista. Tanto Malafia como Bolsonaro no desistieron, hasta la fecha, de lanzar otro zarpazo golpista tras el fracaso del perpetrado hace dos años. Intrigas en el hospital La operación de casi doce horas a la que fue sometido Bolsonaro el domingo 13 de abril en Brasilia estuvo a cargo del cirujano Claudio Birolini. Por decisión de la esposa del enfermo, Michelle Bolsonaro, Birolini desplazó al médico Antonio Luiz Macedo, responsable de las cirugías realizadas al político desde setiembre de 2018 cuando, faltando un mes para las elecciones, fue víctima de una puñalada durante un acto proselitista. Sorprendido, el médico Macedo, que operó cinco veces a Bolsonaro en San Pablo, declaró aceptar las determinación de “doña Michelle” de quien dijo no haber recibido explicaciones sobre su remoción. Al despedirse el ex médico de cabecera afirmó haber trabajado con “abnegación” y deseó suerte a su sucesor Birolini. Por lo bajo médicos y políticos quedaron sorprendidos ante lo que algunos calificaron como un golpe de Estado de la ambiciosa ex primera dama Michelle. Ella figura entre las potenciales candidatas a presidente en 2024, si se mantiene la inhabilitación de su esposo, a quien ya condenó la justicia electoral. Con la deposición del anterior cirujano Michelle asumió el comando de la situación en el centro médico de Brasilia, donde el recién llegado doctor Birolini parece ser bastante dócil a sus sugerencias. Y a sus caprichos. Ella controla la agenda de visitas en la sala de terapia intensiva, organiza plegarias evangélicas en la puerta del hospital y aparece en la mayoría de los videos grabados por su esposo. La comunicación desde el sanatorio, muestra una y otra vez al ex presidente con el vientre desnudo atravesado por cicatrices. Todo lo cual busca victimizar al enfermo aumentando la presión en favor de una amnistía que lo blinde a él y sus cómplices. Esos videos tributan a una “estética del grotesco” , según la observación del doctor en comunicación social, Leandro Aguiar. Son imágenes destinadas a causar “horror, asco, sorpresa” en el gran público .Al mismo tiempo que tienden a incendiar los ánimos del aún numeroso electorado bolsonarista. Collor preso En su discurso insurreccional, divulgado a través de videos o posteos de texto, Michelle Bolsonaro tiene como aliados a los hijos del ex mandatario (el senador Flavio, el diputado Eduardo y el concejal Carlos) y varios congresistas ultras, envueltos en la intentona golpista de 2023 cuando fueron depredados los palacios de la Presidencia, el Supremo y el Parlamento. Todos ellos repudiaron a coro la prisión de Fernando Collor de Mello en la madrugada del viernes pasado y el posterior traslado a una prisión de Maceió, en el nordestino estado de Alagoas, donde pasó este fin de semana. El argumento es el mismo: Collor es un preso político contra el cual se ensaña una Corte cuya próxima víctima será Bolsonaro. Desde el bolsonarismo hay una simpatía histórica hacia el recién encarcelado. Bolsonaro y Collor hicieron alianza en las elecciones de 2022 contra la candidatura del a la postre presidente electo Lula, de quien son enemigos jurados. El presidente petista , por su parte, evitó hablar sobre el encarcelamentio del ex jefe de Estado entre 1990 y 1992, tema que delegó en su ministra de Relaciones Institucionales, Gleisi Hoffman. Contra Collor y contra Bolsonaro no hay persecusión, “hay pruebas” de los delitos cometidos , resumió Hoffmann.

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