27/04/2025 20:17
27/04/2025 20:16
27/04/2025 20:16
27/04/2025 20:15
27/04/2025 20:15
27/04/2025 20:13
27/04/2025 20:10
27/04/2025 20:07
27/04/2025 20:06
27/04/2025 20:06
Parana » 2 Florines
Fecha: 27/04/2025 12:11
El ministro de Hacienda y Finanzas habló por primera vez ante los industriales y analizó los factores que “impactan negativamente en las cuentas de la provincia”. Describió los “gastos inflexibles” y advirtió que “cada punto de inflación implica $30.000 millones en el presupuesto”. Enumeró los desafíos para mejorar las cuentas públicas y admitió que la velocidad de los cambios será más lenta a la pretendida. Por Nahuel Amore Fabián Boleas, ministro de Hacienda y Finanzas de Entre Ríos, participó por primera vez de la vida institucional empresaria de la provincia y lo hizo el viernes en la Asamblea Anual de la Unión Industrial de Entre Ríos (UIER) que realizó en Paraná. En ausencia del gobernador Rogelio Frigerio que tenía agenda en Bariloche, el funcionario recogió el guante, respondió las inquietudes de los industriales y brindó un panorama complejo de las cuentas públicas que, según anticipó, va camino a mostrar nuevamente números en rojo. El anfitrión Gabriel Bourdin inició la exposición con firmeza al reclamar por el peso de los impuestos –cuyo alivio no llegó con la reciente Reforma Tributaria–, la necesidad de que haya un real ajuste en la provincia, la falta de infraestructura, el costo de la energía y hasta la creciente litigiosidad laboral. En ese sentido, Boleas tomó el micrófono, admitió no tener “problemas con los palos” y aseguró que coincide con el diagnóstico y la necesidad de una nueva política tributaria. Sin embargo, dicho en otros términos, describió por qué “no hay plata” para atender rápidamente esos planteos y deslizó que la velocidad de los cambios no será la pretendida. Una vez más, las tensiones giran en torno a la voracidad del Estado sobre el sector privado y el destino de esos recursos para sostener, fundamentalmente, sueldos y jubilaciones. La agenda de la competitividad se redujo, sin sorpresas, sobre dos temas recurrentes que no se agotan con los años: caminos y energía. Y dentro de los pedidos que toma mayor fuerza en este contexto es la reforma laboral, que ya se expresa a viva voz sin miedo al tabú frente a un “nuevo paradigma” que baja desde Nación. Las coincidencias se pusieron sobre la mesa, incluso la incertidumbre sobre la política nacional, aunque el tiempo va perdiendo la paciencia y ya se preguntan algunos sin rodeos “¿hasta cuándo no hay plata?” “Las variables macroeconómicas son datos. Nación recientemente anunció la Fase 3 con la eliminación del cepo. Eso implica un incremento del tipo de cambio, de la tasa de interés, del IPC y, en principio, podría significar una caída del PBI. Esas cuatro variables impactan negativamente en las finanzas de la provincia. Si hay una contracción del consumo, impacta en la recaudación. Aún si hay un crecimiento del PBI que se dé por el lado de las energéticas, no impacta positivamente en las cuentas de la provincia”, comenzó analizando el ministro. Sobre el tipo de cambio, dijo que impacta en la deuda de Entre Ríos. “Tenemos una deuda consolidada de aproximadamente 700 millones de dólares”, acotó. Sobre el aumento del IPC, dijo que afecta porque “el 70% de nuestro gasto público está ajustado por el Índice de Precios”. Para dimensionar este aspecto clave –que incluye precisamente las actualizaciones salariales de los empleados provinciales–, dimensionó que “por cada punto de inflación que se incremente, implica $30.000 millones en el presupuesto”. Menos ingresos y más gastos Boleas informó que en el primer bimestre de 2025, hubo un crecimiento del 12% en los ingresos en términos interanuales. “Pero lo estamos comparando quizá con el peor año de ingresos que fue 2024, producto del corte de transferencias de Nación y demás”, aclaró. No obstante, apuntó que comparado con el primer bimestre de 2021, en pandemia, los ingresos están un 15% por debajo. En este escenario, coincidió que la incertidumbre también se traduce en las proyecciones que, analizadas en la Comisión Federal de Impuestos, anticipan “una caída real para la provincia del orden del 5%”. En esa línea, sumó: “Las transferencias nacionales en 2023 significaron el 5% de los ingresos totales de la provincia. En 2024 significaron el 1,4% y en lo que va del 2025 es 0%”. En cuanto a las erogaciones, el ministro dijo que un 80% son “gastos inflexibles”, a saber: salarios, jubilaciones, transferencias a los municipios y servicios de la deuda. Respecto del empleo público, el más importante y que “creció a mayor velocidad que otras provincias”, indicó que entre 2010 y 2024 creció el 26%, mientras el empleo privado creció 12%. En tanto, el ratio entre el empleo público y privado era del 58% en 2010, en 2021 del 71% y hoy es del 65%. Nueva política tributaria Boleas dijo coincidir con la necesidad de una reforma tributaria, pero aclaró que “probablemente la diferencia sea el ritmo que hay que darle y tenemos mucho para trabajar”. Al respecto, enfatizó: “Recibimos una provincia con una política tributaria absolutamente regresiva”. En 2000 se recaudaban con el inmobiliario y el automotor el 35%, mientras que hoy representan el 13%, en detrimento de Ingresos Brutos y Sellos que “no son los mejores impuestos, porque son regresivos y no ayudan a la competitividad”. “No echamos culpas. Ha sido el Estado, han sido las diferentes gestiones que han llevado a tener una política tributaria absolutamente regresiva”, reflexionó, e instó a que el impuesto inmobiliario y el automotor “tienen que ganar participación relativa en el total de la recaudación provincial”. Asimismo, el funcionario indicó que la presión tributaria total del país ronda entre el 29 y 33%. Sin embargo, precisó que “el problema es cómo definir la política tributaria y qué participación relativa le damos a cada uno de los impuestos”. Para ello, instó a trabajar entre Nación, provincias y municipios para morigerar la carga sobre los sectores generadores de empleo. Sobre el final de su discurso, habló del cambio de paradigma del Gobierno nacional y reflexionó: “Es incierto qué nivel de presión tributaria vamos a acordar como Nación; qué va a pasar con la Ley de Coparticipación Federal de Impuestos; cómo van a quedar establecidas las distintas responsabilidades de gobierno; y qué va a pasar con esta reforma tributaria que si bien no tenemos mucha información, sabemos que habrá una simplificación”. Desafíos A la hora de marcar los desafíos en su cartera, el exfuncionario de Sergio Montiel ahondó sobre la deuda provincial y recordó que el crédito tomado en 2017 y refinanciado en 2021 “para la gestión que lo tomó sólo amortizó dos cuotas y quedaron diez cuotas restantes para las futuras”. “Esta gestión lleva amortizadas tres. Es un gran esfuerzo, pero es uno de los frentes que tenemos por delante”, planteó. Por otra parte, sobre los gastos inflexibles, manifestó que “hay espacio para trabajar en eso; nos tenemos fe que algo vamos a poder lograr en ese trabajo”. Al respecto, mencionó la necesidad de avanzar hacia una mayor eficiencia del empleo público, que pasó de 60.000 en 2005 a 90.000 hoy. “Hay mucho para trabajar y no hay que descuidarlo”, sostuvo. Sobre las metas, reforzó la idea del “fortalecimiento de los ingresos propios”, con una reformulación de la política tributaria. A modo de ejemplo, dijo que las propiedades de mayor avalúo son las que proporcionalmente pagan menos impuestos “producto de haber ido emparchando un sistema inequitativo, estableciendo topes de topes”. “Es muy complejo”, admitió. En otro tramo de su exposición, aseguró que la reforma tributaria 2025 implicó un costo fiscal para la provincia, a pesar de las quejas de los industriales. “Sólo el esfuerzo tributario dirigido al sector industrial se incrementa en 28.500 millones de pesos. Se ha tomado una decisión de hacer reformas que seguramente no son las que más satisfacción les da a ustedes. Sin embargo es un avance en la línea que se pretende. Para el Estado significa una resignación de ingresos”, explicó. Energía Por otro lado, sobre algunas de las demandas coincidentes de los sectores industriales y productivos de mayor infraestructura, mencionó que la obra pública que se ejecuta es con recursos propios, sin transferencias del Estado nacional. En cuanto a la energía, dijo que hay “un acompañamiento al sector privado”, pero que es necesario “seguir trabajando”. Sobre el tema energético, que eleva la temperatura de los debates toda vez que se toca, recordó que el Gobierno de Rogelio Frigerio eliminó el impuesto provincial de la factura y le hizo el pedido a los municipios de “darle razonabilidad” a la tasa de alumbrado público. “Estamos convencidos de que ahí hay para corregir y significa una disminución del costo de la energía”, expresó. Asimismo, argumentó: “Cuando empezó esta gestión, Entre Ríos estaba al tope de las energías más caras en energía y hoy estamos un poco por debajo de la media, frente a un gran esfuerzo para 2025 de 33.000 millones de pesos, con la decisión del gobernador de congelar el componente entrerriano de la energía”. Finalmente, destacó que “se van tomando medidas graduales, paulatinas”, entre las cuales señaló la reforma previsional que permitió achicar el déficit. “El camino es largo. Estamos convencidos de que actuamos en la línea en la que hay que avanzar. No nos restamos responsabilidades, que son las cuentas públicas. Tenemos como norte darle las herramientas y dejarlo tranquilo al sector privado para que hagan lo que saben hacer y generen esos puestos de trabajo que Entre Ríos necesita, con la vara de la Región Centro”, cerró.
Ver noticia original