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Valle María » Vallemarianoticias
Fecha: 24/04/2025 11:20
En su revisionismo histórico, el gobierno del presidente Javier Milei decidió reivindicar la denominada “Campaña del Desierto”, un expansionismo militar que otras voces no dudan en calificar como “genocidio” de los pueblos originarios que habitaban la Patagonia. En 2024, en una nueva reivindicación a Julio Argentino Roca de parte del presidente Javier Milei, el Gobierno celebró el aniversario de la “Conquista del Desierto”, ocurrida el 16 de abril de 1879. “Un hito determinante en la historia de nuestro país”, dice el mensaje que compartieron a través de la cuenta de Casa Rosada en X. A 145 años de la campaña militar -organizada entre 1878 y 1885 por el entonces ministro de Guerra y Marina Roca, y bajo la residencia de Nicolás Avellaneda- desde la Presidencia la definieron como algo “fundamental en la extensión del territorio nacional, la civilización de nuestra población y la formación del Estado moderno”, ya que permitió “expandir el territorio nacional hacia el sur y controlar las tierras habitadas por los pueblos indígenas”. Ese pensamiento fue replicado en Entre Ríos por dos disputados libertarios, Roque Fleitas y Debora Todoni, quienes presentaron en la Cámara de Diputados un proyecto de resolución para declarar “de interés legislativo la conmemoración del 146° aniversario de la Campaña del Desierto, iniciada el 16 de abril de 1879”. “Esta empresa -dijeron Fleitas y Todoni- impulsada desde el poder ejecutivo y con el respaldo del Congreso Nacional, representó un hito fundamental en el proceso de consolidación institucional de la República Argentina. Mediante un riguroso plan de avance militar, logístico y político, el Estado nacional logró incorporar definitivamente a la jurisdicción nacional las extensas regiones de la Patagonia, favoreciendo el desarrollo productivo y la radicación de nuevos pobladores”. Y sostienen: “La Campaña del Desierto, enmarcada dentro de una visión de progreso y modernización, permitió la expansión de la frontera agropecuaria y la integración económica de nuevas zonas al circuito comercial del país. Fue, además, una expresión del principio liberal de orden y propiedad, elementos fundamentales para garantizar la paz, la seguridad jurídica y el crecimiento sostenido de la Nación”. Los legisladores libertarios plantearon que “es oportuno reivindicar el esfuerzo, la planificación y la visión estratégica de quienes llevaron adelante esta acción transformadora, que permitió sentar las bases de una Argentina moderna, unificada territorialmente y abierta al desarrollo y la inversión”. En 2024, el año en el que Milei reivindicó la Campaña del Desierto, se presentó una denuncia en la Justicia por parte Ivana Noemi Huenelaf, mujer indígena Mapuche Tehuelche, por derecho propio y conjuntamente con su letrado patrocinante el abogado Fernando Cabaleiro. En su presentación, solicitó que se inicie un Juicio por la Verdad para que se investigue la comisión de los hechos que encuadrarían dentro de la figura de “genocidio”, cometidos por el Estado Argentino durante los años 1878 y 1890 en lo que se denominó como política de Estado “Conquista del Desierto”, definiendo dicho proceso como un propósito sistemático planificado y premeditado de exterminar a todos los integrantes de los pueblos indígenas Mapuche, Tehuelche, Pampa y Ranquel que habitaban los territorios de la bio región patagónica-pampeana. Allí se señala, que aquel plan “incluyó fusilamientos, desapariciones y abandono de personas indígenas, apremios ilegales, torturas, actos crueles inhumanos destinados a causar la muerte o graves daños a la integridad física y mental, reclutamiento de mujeres, ancianos, niños, niñas y adolescentes con traslados y desplazamientos forzosos a campos de concentración, disciplinamiento, despersonalización y cancelación del idioma, cultura y creencias procurando la sustracción de su identidad ancestral, disgregación y separación de las comunidades para evitar nacimientos en el seno de las familias indígenas, apropiación de menores y luego sometimiento a la servidumbre, trata de personas y hasta esclavitud”. Refiere también que “si bien los autores intelectuales y materiales de todos los delitos cometidos dentro de la Campaña “Conquista del Desierto” han fallecido, hay una responsabilidad del Estado Argentino por las consecuencias dañosas atroces, perversas y sanguinarias que aquella ha representado y representa en la memoria viva de cada integrante del pueblo mapuche, tehuelche, ranquel y pampa la que recrudece inevitablemente al no haber existido justicia ni siquiera un reconocimiento explícito del Estado Argentino del Genocidio que dicha campaña ha significado, con la constante política negacionista de los derechos de los pueblos originarios a la verdad y reparación histórica, a su propia identidad, a la recuperación de sus territorios ancestrales y al desarrollo de la personalidad y cosmovisión indígena, derechos humanos cuya violación persiste a pesar del texto constitucional”. Entre Ríos Ahora
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