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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 22/04/2025 13:36
En el marco del Día Nacional del Agrimensor, en la edición N° 116 de “Entrevistados”, Despertar Entrerriano conversó con Ricardo Boudot, profesional con más de dos décadas de experiencia en Concordia, para conocer de cerca una disciplina poco conocida, pero fundamental para la vida urbana y rural. Desde el inicio de su vocación hasta los desafíos del trabajo de campo y la evolución tecnológica, Boudot comparte su historia, su día a día y valiosos consejos para quienes estén pensando en sumarse a esta profesión. ¿Cómo conociste la agrimensura y qué te llevó a elegirla? “Yo estudiaba en Técnica 1 y no conocía la carrera. No es como medicina o arquitectura que son más visibles. La descubrí en el último año del secundario. Mi hermano estudiaba medicina en Corrientes y me comentó que allá existía la carrera. En ese mismo año tuve la materia de topografía y graviales con un profesor agrimensor, el ingeniero Carrasol. Ahí vi lo que era y me gustó. En un principio pensaba estudiar arquitectura, pero me desencanté con el diseño. Quería algo técnico, y la agrimensura fue lo que me terminó atrapando.” ¿Qué hace un agrimensor en su día a día? “Siempre que hay una transferencia de dominio, una venta de terreno, una sucesión, aparece la figura del agrimensor. Realizamos mensuras, subdivisiones, certificaciones parcelarias, verificaciones del estado de los límites. Si hay un plano vigente, lo certificamos. Si pasaron más de 5 años, hay que hacer una verificación de estado parcelario. También hacemos propiedad horizontal, como edificios, donde se identifican unidades funcionales y espacios comunes. Es un trabajo muy variado, tanto en zona urbana como rural.” ¿Cómo ha cambiado la profesión en estos últimos 20 años? “Cuando empecé, trabajábamos con equipos básicos, como teodolito y cinta. Hoy tenemos estaciones totales mucho más modernas, con tecnología láser que permite medir sin prisma. Además, el GPS evolucionó muchísimo. Los que usamos nosotros son geodésicos y topográficos, con una precisión muy alta. También cambió todo lo administrativo: antes todo era en papel, ahora Catastro es digital. Todo se carga y envía por la web del RAFIM.” ¿Qué obstáculos enfrentás en el ejercicio de la profesión? “A veces hay trabajos más complejos que otros. Puede pasar que haya confusión en los límites de una parcela y hay que investigar, hacer relevamientos históricos, revisar títulos de los lotes vecinos. Me ha tocado incluso situaciones tensas, gente que se puso violenta. Pero es parte del trabajo: uno tiene que hacer lo mejor posible en cada caso.” ¿Qué le dirías a alguien que quiere estudiar agrimensura? “Que arranque con decisión. Que no cometa el error que cometí yo de no matricularse apenas me recibí. Perdí dos años sin trabajar en lo mío. También recomiendo, si se puede, ahorrar mientras se estudia para comprarse su propio equipo. No somos muchos en Concordia, alrededor de 15, y el trabajo está bien distribuido. Hay demanda, y si te gusta, podés hacer una buena carrera independiente. Eso sí, hay que capacitarse bien y conocer la parte legal y técnica.” ¿Volverías a elegir esta profesión si pudieras empezar de nuevo? “Sí, sin dudas. No me arrepiento para nada. Cuando arranqué tenía muchas dudas porque no conocía del todo la carrera, pero me terminó encantando. Me gusta lo que hago. No me cuesta levantarme un lunes para salir a trabajar. Lo hago con entusiasmo. Y eso es lo que más valoro: es una profesión que me llena.” Te invitamos a ver lo más destacado de la entrevista a través de los reels en redes sociales, buscanos como: Despertar Entrerriano.
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