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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 22/04/2025 13:08
El 30% de los desocupados busca un puesto remunerado hace más de un año. La falta de calificación, el desempleo juvenil y la transformación tecnológica afectan la contratación. Mientras algunas industrias comienzan a mostrar cierta reactivación, el mercado laboral enfrenta una paradoja persistente: cerca del 30% de los desocupados lleva más de un año buscando trabajo. Los especialistas coinciden en que detrás de este fenómeno se esconde una profunda desconexión entre las habilidades que demanda el mercado y las que ofrece buena parte de la población económicamente activa. Según Valeria Calónico, directora de Operaciones de ManpowerGroup Argentina, una de las razones principales de esta situación es la falta de alineación entre los requisitos mínimos exigidos y las condiciones de muchos candidatos. “Por ejemplo, el título secundario completo se ha vuelto una condición no negociable en la mayoría de las búsquedas. Actualmente, solo un porcentaje muy reducido de empleos no lo exige”, contó. A esto se suma un mercado laboral atravesado por una transformación acelerada. “El mundo laboral requiere hoy que los trabajadores desarrollen nuevas habilidades, particularmente aquellas vinculadas a la resiliencia, la agilidad y la capacidad de aprendizaje continuo”, sostuvo Calónico. Esta exigencia deja en desventaja a quienes no logran actualizar su formación o reconvertirse para adaptarse a las nuevas demandas. Según los datos de ManpowerGroup, los perfiles más afectados por el desempleo de larga duración son aquellos que no reúnen las competencias más demandadas. Los oficios calificados -como técnicos, especialistas en logística, operarios con experiencia y profesionales vinculados a tecnología de la información- son actualmente los más buscados. En contrapartida, los trabajadores con menor nivel educativo o con trayectorias laborales desactualizadas enfrentan mayores dificultades para insertarse en un empleo formal remunerado. “El empleo eventual representa una buena oportunidad para generar experiencia laboral. Por ejemplo, el sector logístico está muy activo, y puede ser una puerta de entrada al empleo formal, permitiendo adquirir experiencia y luego continuar la búsqueda con una base más firme”, dijo Calónico. También los jóvenes enfrentan barreras adicionales. Según una investigación de ManpowerGroup junto a Junior Achievement Américas, 9 de cada 10 jóvenes reconocen dificultades para conseguir trabajo. “Por eso es clave el rol de organizaciones que brindan herramientas de empleabilidad y promueven la inclusión”, apuntó la ejecutiva. Sectores que retraen sus búsquedas La última Encuesta de Expectativas de Empleo elaborada por ManpowerGroup muestra que la Expectativa Neta de Empleo (ENE) para el segundo trimestre de 2025 se ubica en 0%, lo que indica estabilidad en las contrataciones. Sin embargo, existen diferencias marcadas entre sectores. Finanzas y Real Estate (+20%), Tecnología de la Información (+9%) y Bienes y Servicios de Consumo (+9%) son las áreas que presentan las mayores intenciones de contratación. Por el contrario, sectores como Transporte, Logística y Automoción (+0%) y Sanidad y Ciencias de la Vida (-30%) muestran actitudes mucho más cautelosas frente a nuevas incorporaciones. A nivel regional, el Noreste Argentino (NEA) presenta las peores perspectivas, con una ENE de menos 15%, mientras que otras zonas del país exhiben cierta estabilidad o leves signos de recuperación. Dificultades para cubrir vacantes Más allá de la coyuntura sectorial, las empresas enfrentan dificultades crecientes para encontrar los perfiles que necesitan. Según el informe “Escasez de Talento 2025” de ManpowerGroup, el 68% de los empleadores en Argentina tiene dificultades para cubrir vacantes, una problemática que se agrava a medida que avanza la transformación digital. Las competencias técnicas más difíciles de cubrir incluyen ingeniería, tecnología de la información, análisis de datos, operaciones y ventas En cuanto a las habilidades blandas, las más requeridas son la resiliencia, la capacidad de adaptación y el aprendizaje continuo. El economista José Vargas, director de Evaluecon, contó que el desajuste entre oferta y demanda laboral no es nuevo, pero se ha profundizado en los últimos años. “Primero porque tenemos casi un 45% de informalidad. Y segundo, porque la demanda ha ido mutando hacia empleos más tecnificados y específicos, y la oferta no reacciona a la misma velocidad. Eso genera consecuencias en los niveles de desempleo, subempleo y empleo informal”, advirtió. Según Vargas, la falta de actualización en las capacidades de buena parte de la población activa limita las posibilidades de inserción. “Cada vez las empresas buscan perfiles más especializados, y si la oferta no se adapta rápidamente, el problema se agrava”, sostuvo. Falta de capacitación Para Daniel Garro, economista de Value International Group, la raíz de este desencuentro se remonta a décadas de políticas que desincentivaron la capacitación laboral. “Durante años, el mercado laboral se acostumbró a no tener que capacitarse para acceder a un empleo, porque se fomentaban estructuras intensivas en mano de obra, incluso desde el propio Estado. Hoy la demanda cambió y pide cada vez más especialización, pero la oferta no está preparada”, afirmó. Garro explicó que cuando hay un exceso de mano de obra sin calificación que compite por los mismos puestos, los salarios en esos sectores tienden a la baja. En cambio, en los segmentos donde la demanda supera a la oferta -como tecnología, ingeniería o logística calificada- los salarios crecen. “Ese proceso de ajuste lleva tiempo, porque es necesario generar incentivos para que la gente invierta en su propia capacitación”, sostuvo. Y concluyó: “El problema es que cuando tenés una oferta laboral poco calificada y sin motivación, los procesos productivos y de modernización se vuelven más lentos. La desconexión entre oferta y demanda va a continuar si no se produce un cambio cultural que promueva la inversión en capital humano”. El desafío a futuro Tanto desde el sector privado como desde los especialistas económicos advierten que la transformación del mundo del trabajo exige revisar los modelos de formación actuales. El informe “Argentina 2035: el futuro del trabajo comienza a definirse hoy” de ManpowerGroup plantea que será clave articular políticas de reconversión y capacitación laboral, alineadas con las necesidades de las empresas. “A medida que los cambios tecnológicos y organizacionales se aceleran, las habilidades valoradas también evolucionan. Reducir las brechas de empleabilidad requerirá esfuerzos coordinados entre el sector educativo, el Estado y el sector productivo, para generar un entorno más competitivo e inclusivo”, destacó Garro. En este contexto, el desempleo de larga duración se ha convertido en uno de los síntomas más visibles de un mercado laboral en transición. Y sin una estrategia clara de reconversión, el riesgo es que esta brecha se amplíe aún más en los próximos años. De ahí que el FMI recomendó a la Argentina avanzar hacia una reforma laboral, orientada a reducir la informalidad y el costo laboral. Fuente: Infobae
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