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Colon » El Entre Rios
Fecha: 21/04/2025 15:30
La llamada “Fase 3” pasó su primera semana a puro éxito. No hubo sobresaltos en el tipo de cambio, y el mercado financiero tuvo una semana espectacular, con subas de hasta 13% en dólares para las acciones, de casi 8% para los bonos de la deuda externa y, sobre todo, de una compresión impresionante en los rendimientos de los bonos en pesos, que en algunos tramos de la curva registraron ganancias de más de 30% en dólares. Entre los dólares del FMI y los del Banco Mundial, las reservas del Banco Central saltaron hasta US$ 38.600 millones, luego de haber tocado un mínimo de US$24.600 millones una semana antes. Sin dudas, el primer efecto del apoyo del FMI fue muy positivo para los mercados y despejó algunas de sus dudas. Para acicatear el momento positivo, el BCRA emitió una resolución que facilita el ingreso y salida de inversores internacionales al mercado financiero local, y el presidente Milei reafirmó que la autoridad monetaria no compraría dólares hasta que la cotización toque el piso de la banda, actualmente en $1.000 por dólar. Son dos señales que podrían incentivar a los inversores globales que quieran hacer una ganancia fácil y rápida en dólares comprando instrumentos en pesos. Esto, si le creen al Presidente y confían en que su expectativa de que el dólar irá al piso de la banda es un pronóstico acertado. La brecha entre el dólar oficial y el paralelo, que hace 10 días estaba en casi 30%, se desplomó a 4%. Ambos cotizan por debajo de donde estaba el oficial al cierre del viernes de los anuncios, y la tendencia parece sostenerse. Como le gusta decir a los tuiteros más talibanes del Gobierno: TMAP - Todo Marcha de Acuerdo con el Plan. El alivio que trajeron los dólares del FMI es importante, pero más allá de las reacciones eufóricas de corto plazo, haber conseguido esa ponchada de dólares prestados no despeja todas las dudas que tenía el mercado. En el mejor de los casos, pospone por una tiempo el momento de su reaparición. Antes del acuerdo con el FMI, el mercado se preguntaba cómo haría Argentina para sumar reservas. El aporte del FMI resolvió un problema de stocks, pero no es una solución permanente para el problema de flujos: si hace pocos días el mercado dudaba de que el BCRA pudiera acumular reservas al tipo de cambio de ese momento, hoy debería dudar aún más. Por lo pronto, al tipo de cambio actual, el comercio exterior no traerá la respuesta: la balanza comercial del primer trimestre de 2025 fue superavitaria en apenas US$761 millones, contra US$4.401 en el primer trimestre de 2024. Las importaciones están creciendo a una tasa siete veces mayor que las exportaciones. Quizás Milei tenga razón cuando dice que no se puede ganar competitividad de largo plazo mediante devaluaciones, sino que ello sólo se logra con baja de costos gracias a la desregulación y la baja de impuestos. Habrá que ver si el mercado quiere esperar a ver cómo se desarrolla el largo plazo, o si antes de que llegue vuelve a pedir una devaluación. Se puede vivir al ritmo frenético de los anuncios, o al ritmo pausado de la realidad: algunas veces las conclusiones coinciden, y otras veces no lo hacen tanto. Los dólares prestados habrá que devolverlos en algún momento, y el mercado podría volver a enfocarse en el problema de la acumulación de reservas. Si así ocurre, será difícil convencer al mercado de que esto no se trata de otro caso de uso del tipo de cambio como ancla antiinflacionaria, por las necesidades de corto plazo de la política. Milei dijo que el BCRA no intervendrá en el mercado hasta que el dólar toque el piso de la banda. No se juega ahí su credibilidad, sino en el coraje que tenga para no intervenir antes de la banda superior, si las cosas llegaran a ir en sentido opuesto.
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