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  • El Levantamiento Carapintada de 1987: Historia de un Desafío Militar a la Democracia Argentina

    Federal » El Federaense

    Fecha: 20/04/2025 05:08

    El 14 de abril de 1987 se convirtió en una fecha clave en la historia argentina cuando un movimiento militar conocido como el levantamiento carapintada comenzó a percutir en el tejido de la sociedad democrática, en pleno auge de la democracia recuperada tras años de dictadura. El Mayor del Ejército, Ernesto “Nabo” Barreiro, al no presentarse ante la Justicia acusado de violaciones a los derechos humanos, optó por acuartelarse en el Regimiento de Infantería 14 de Córdoba. Este acto de desafío fue seguido por el Teniente Coronel Aldo Rico, quien tomó el control del Regimiento de Infantería de Campo de Mayo sin enfrentar resistencia significativa. El Inicio del Levantamiento Carapintada El levantamiento también coincidió con la Semana Santa de 1987, marcando un claro intento de los militares por recordar que aún mantenían un poder significativo dentro del país, a pesar de la recesión de la dictadura militar. Este contexto bélico despertó un fuerte sentido de unidad entre los partidos políticos, que se manifestaron incluso junto a la intervención de la justicia federal. De este modo, se organizó una movilización popular que abarcó casi todas las provincias, teniendo como epicentro la Plaza de Mayo, donde se congregaron entre 100,000 y 250,000 personas, reclamando enérgicamente la rendición de los insurrectos. El Reacción del Gobierno y el Discurso de Alfonsín En medio del tumulto, el presidente Raúl Alfonsín destacó su fortaleza al dirigirse a la nación desde el balcón de la Casa Rosada, anunciando que “la casa está en orden” y proclamando “Felices Pascuas”, lo que fue interpretado de diversas formas. Mientras algunos celebraban el triunfo de la democracia, otros veían en este mensaje la concesión a los militares, un indicio de que su estrategia política sería flexible respecto a la imposición de justicia para los crímenes del pasado. La sociedad se vio inmersa en un torbellino de emociones y, en este contexto, se impulsaron discusiones sobre la política de derechos humanos del gobierno de Alfonsín. Las contradicciones en su discurso sobre la Ley de Obediencia Debida se hicieron evidentes, pues dicho instrumento legal aseguraba impunidad a aquellos que actuaron bajo orden militar en el contexto del conflicto interno. El Colapso de la Dictadura y Sus Consecuencias Políticas La dictadura había colapsado no solo a raíz de su incapacidad para manejar una economía en crisis, sino que también las secuelas de sus prácticas represivas y la guerra de Malvinas condicionaron completamente el ánimo de la sociedad. Sin embargo, tanto la CGT como la Multipartidaria, que incluía a varios partidos políticos, adoptaron una postura ambigua respecto a la cuestión de los desaparecidos, abogando más por la conciliación que por una resolución concreta de las atrocidades del pasado. Un Acuerdo Democrático en Medio del Caos A medida que los días transcurrieron, la situación se volvía cada vez más tensa, y las negociaciones entre los militares sublevados y el gobierno buscaban encontrar un punto medio. El 18 de abril, se formalizaron diálogos que llevarían a un acuerdo informal donde se garantizaría la protección de los militares a cambio de someter la situación a una resolución política más que judicial. El desenlace no fue solo un triunfo legislativo para la democracia, sino también una especie de claudicación simbólica de la justicia frente a la presión militar. La Ley de Punto Final, que se sancionó poco después, dejó a muchos con un sabor amargo, pues la historia de la impunidad se reinscribía en la narrativa argentina. Impactos de la Semana Santa en la Democracia Argentina El levantamiento carapintada tuvo repercusiones significativas en la política argentina posterior. Si bien logró evitar un golpe de estado, el costo fue la continuación de la impunidad con la que operaron las fuerzas militares, afectando a una sociedad que aún luchaba por recuperar la memoria de aquellos años oscuros. El liderazgo de Alfonsín, aunque vitoreado en un principio, pronto enfrentarían desafíos que resaltaban tensiones entre el aprecio por los principios democráticos y las concesiones a un sistema militar profundamente arraigado en la cultura política del país. Reflexiones Finales A un año del levantamiento carapintada, Argentina emergía no solo como un pueblo que había enfrentado un alzamiento, sino como una nación con la responsabilidad de seguir reevaluando su pasado. La democracia argentina se encontraba en un proceso de reconstrucción, lidiando aún con las sombras de un pasado que seguía vibrando en sus calles.

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