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Federal » El Federaense
Fecha: 17/04/2025 02:54
En los últimos años, ha surgido un debate interesante sobre la importancia del desayuno en nuestra rutina alimentaria. Mientras que muchas voces defienden que es la comida más importante del día, recientes estudios han comenzado a cuestionar esta afirmación, sugiriendo que el enfoque tradicional sobre las comidas podría ser demasiado rígido y poco saludable. Desayuno: ¿Realmente tan vital? La nutricionista Sandra Moñino, conocida por su especialización en temas de inflamación y salud intestinal, ha realizado una profunda reflexión sobre este tema. En su participación en el podcast “Tengo un plan”, Moñino comparte su perspectiva acerca de la relación que debemos establecer con la comida. A través de sus redes sociales, y especialmente en TikTok, enfatiza que el desayuno, aunque se le considere crucial, no es siempre una necesidad imperante. La flexibilidad alimentaria como clave Según Moñino, la clave radica en reconocer que el desayuno puede ser simplemente la primera comida del día, sin que necesariamente debamos consumirlo en las primeras horas de la mañana. La nutricionista subraya la importancia de escuchar a nuestro cuerpo y comer cuando verdaderamente lo necesitamos. Este enfoque más flexible nos permite optar por una dieta más variada y saludable. En lugar de sentirnos obligados a comer alimentos típicos de desayuno, como bizcochos o cereales, podemos abrirnos a una amplia gama de opciones nutricionales. Reescribiendo las reglas sobre las comidas Moñino invita a repensar la rigidez que a menudo se asocia con la planificación de nuestras comidas. En lugar de ceñirnos a los tradicionales desayuno, almuerzo y cena, sugiere que es más importante prestar atención a las señales del cuerpo y promover una alimentación que se adapte a nuestras necesidades individuales. Esto no solo mejora nuestra relación con la comida, sino que también puede contribuir a una salud nutricional mucho más equilibrada. En conclusión, la perspectiva de Sandra Moñino resuena en un mundo donde la flexibilidad y la atención personal son esenciales para una buena salud. Abandonar las normas preestablecidas y adoptar un enfoque más consciente en nuestra alimentación puede convertirse en el camino hacia un bienestar integral.
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